lunes, 6 de mayo de 2024

Las mascotas, un negocio imparable

La mitad de los hogares españoles tienen una mascota, la mayoría perros y gatos. Son ya 30 millones de animales de compañía, cinco veces más de los niños que hay en España. Una tendencia que ha crecido tras la pandemia y un negocio que mueve en España 5.770 millones de euros, entre comida para mascotas, clínicas veterinarias, medicamentos, accesorios y hasta peluquerías caninas o cementerios. Un gasto que supera los 600 euros anuales por familia con mascota y que aumentará cuando entre en vigor el Reglamento de la Ley de Bienestar Animal, que exige contratar un seguro para mascotas. Los Fondos de inversión internacionales se han lanzado a este negocio, comprando clínicas veterinarias y empresas de comida. En paralelo, el auge de las mascotas está creando un problema a los Ayuntamientos, que deben controlar (sin medios) animales abandonados y la limpieza de parques y calles: algunos ya multan a los dueños de perros que no recogen sus deposiciones. Mascotas sí, pero controladas.


Más de la mitad de los hogares del mundo (el 56%) tienen una mascota en casa, por encima de los 1.000 millones de animales de compañía, más presentes en América y Asia, aunque también en Europa, donde se estima que hay 360 millones de mascotas, en un 46% de los hogares europeos, sobre todo gatos (127 millones), perros (104 millones), aves ornamentales (53 millones), pequeños mamíferos (29 millones), peces en acuarios (22 millones) y reptiles y animales de terrarios (11 millones), según la estadística de 2022. Una moda que mueve ya un negocio que supera los 200.000 millones de dólares en el mundo, sobre todo en EE. UU. y Asia. En Europa, las mascotas facturaron más de 40.000 millones de euros en 2022, según la patronal del sector, la mayor parte en comida para animales (29.100 millones), donde compiten hasta 150 empresas, y el resto en servicios y accesorios.

España es el 5º mayor mercado europeo en el negocio de las mascotas, tras Reino Unido, Alemania, Francia e Italia, según Euromonitor Internacional. En 2023, las mascotas facturaron en España un total de 5.770 millones de euros y mantuvieron 44.000 empleos directos, según un estudio de los veterinarios de Madrid (AMVAC).  La mayor parte del pastel se lo llevan las clínicas veterinarias (facturaron 2.613 millones de euros en 2023), con 7.100 clínicas en toda España, la mayoría de veterinarios independientes (1.797), otras de grupos independientes (445) y el resto son clínicas de inversores internacionales (377), que cada vez copan más mercado. En España se ha dado en los últimos años una cierta “burbuja” de clínicas para mascotas, donde ya trabajan el 60% de los veterinarios (21.875 profesionales, dos tercios de ellos mujeres). Su facturación media es de 336.672 euros anuales y funcionan a veces cobrando por actuación y con el cobro un una póliza mensual.

El segundo componente del negocio es la alimentación de las mascotas, que facturó otros 1.956 millones de euros en 2023, con un fuerte crecimiento sobre 2022 (+14,3%), debido al aumento de precios,  según los datos de AMVAC. La mayor parte de esta comida se vende en grandes superficies y supermercados (1.092 millones de facturación), con un auge de “marcas blancas” y zonas propias en las estanterías, vendiéndose otros 863 millones en los canales especializadas (la mayoría, 748 millones ser facturan en tiendas para animales, “Pet shops”, y otros 114,5 millones se venden en las propias clínicas veterinarias).

En torno a esta parte del negocio, la comida para mascotas, se han desarrollado en España cientos de fábricas, aunque la mayoría del negocio se concentra en 5 empresas, según los datos del sector: Affinity Petcasa (grupo Gallina Blanca), que facturó 502 millones en 2022, la belga United Petfood Spain (173,73 millones), Elmubas Petfood, del fondo inversor Portobello (121,16 millones) , Visan Industrias Zootécnicas (102,50 millones) y Nestlé Purina (41,66 millones). En muchos casos, las empresas que fabrican comida para mascotas (el 80% es comida “seca”) elaboran marcas blancas para grandes supermercados e híper.

La tercera pata del negocio de las mascotas son los medicamentos, un sector que facturó 425 millones de medicinas para mascotas en 2023, medicamentos que se suelen vender en las clínicas veterinarias y, a veces, en farmacias. Otra parte del negocio en auge son los accesorios para mascotas, que suelen venderse en tiendas especializadas, desde trasportines, jaulas, collares, correas, bozales, huesos artificiales y ropa. Y crecen las ventas de artículos de limpieza e higiene para animales, en paralelo al aumento de las peluquerías caninas (hay 2.78e, según la AMVAC) y Centros de autolavado canino (158). Y el gasto en mascotas no acaba ahí: proliferan los hoteles para perros y mascotas (hay más de 1.000 hoteles “Pet Friendly, donde se puede ir con un animal de compañía, pagando el correspondiente suplemento) y se multiplican las residencias para dejar las mascotas en vacaciones o por trabajo. Además, proliferan recientemente los cementerios para mascotas: sólo en Madrid se incineran 35.000 animales al año (cuesta unos 300 euros)  y ya hay 5 cementerios para perros en España, que ofrecen nichos (119 euros más una cuota anual de 65 euros o fosas para mascotas (149 euros).

El “motor” de todo este creciente negocio de las mascotas son esa mitad de hogares españoles (el 49% del total) que tienen algún animal en casa. La cifra de mascotas ha crecido mucho tras la pandemia y es espectacular: son 30 millones en España, frente a 24 millones que había en 2019, según el último estudio de AEDAPC. Resulta así que hay 5 veces más de mascotas que niños en España (6,5 millones de menores de 14 años). La mayoría del censo son perros (9,3 millones: somos el 4º país con más perros de compañía, tras Rusia, Reino Unido y Alemania) ), gatos (5,8 millones: somos el 8º país europeo), peces (7,8 millones: el 4º país europeo), pájaros y aves exóticas (5 millones: el 3º país en Europa, tras Italia y Turquía), pequeños mamíferos  (1,5 millones: el 6º país europeo) y reptiles de terrario (1,46 millones: el 2º país, tras Francia).

El 71,4% de los hogares con una mascota tienen perro, el 23,7% gato y un 8% tienen ambos animales. Lo más llamativo es que las familias con mascotas las consideran “miembros de la familia” (un 80% de los propietarios), los incluyen en las fotos familiares (el 74%) y hasta un 7% los llama “hijos”, según un estudio de AEDAPC. Quizás por eso, el gasto en mascotas de estas familias es un gasto considerado “necesario”, desde comprarle comida a llevarle al veterinario, como se hace con los hijos. Eso hace que el gasto medio de las familias con mascota ronda los 600 euros anuales (50 euros mensuales), un gasto que ha crecido bastante en los últimos años. Así, en 2022, los alimentos para mascotas subieron un +19,1% (frente al +2,6% en 2021) y un +5,1% en 2023, según el INE. Y los servicios veterinarios están subiendo un +3,3% este año (y un 3% los anteriores).

El sector cree que el negocio de las mascotas seguirá creciendo en los próximos años, alcanzando los 10.000 millones de euros de facturación para 2030. Por un lado, se espera un fuerte crecimiento del negocio de la comida para mascotas, dado que están creciendo los alimentos con más proteínas y complementos, más caros pero que los dueños compran para mejorar la salud de sus mascotas. Y esta mejor alimentación, más los cuidados veterinarios está aumentando la edad de las mascotas (y con ello, el negocio): en el caso de los perros, por ejemplo, si su edad media de vida era 11 años, ahora ha aumentado en 6 meses. Eso aumenta la competencia entre marcas y la proliferación de multinacionales en España. No sólo en el negocio de la comida sino, sobre todo, en las clínicas veterinarias.

Los estudios apuestan porque estas clínicas den un salto en su facturación en España, de los 2.613 millones facturados en 2023 a más de 3.800 millones en 2030 (+45%). Y eso pasará también por una concentración de clínicas, donde las multinacionales extranjeras coparán el mercado veterinario en 2030 (de 377 a 1.266 clínicas). De hecho, ya se está produciendo un proceso de concentración de los grandes grupos veterinarios, empujados por los Fondos de inversión internacionales que son sus dueños. El Fondo Oaktree, propietario de la cadena veterinaria líder en España, Unavets (más de 100 clínicas en España y Portugal), la ha puesto en venta y pujan por ella cinco fondos europeos de capital riesgo, que podrían comprarla para fusionarla con la italiana Animalia, que vende el grupo Rothschild. El fondo Miura fue el dueño de Tiendanimal, que vendió a la familia peruana Muelder, dueña también de Kiwoko. Y Columna Capital adquirió Mivet. Mientras el Fondo EQT compró la clínica veterinaria Greengross o la cadena de tiendas Zooplus.

Las tendencias que apunta el mercado de las mascotas son un mayor gasto en comida (más especializada), aunque seguirá el auge de las “marcas blancas” y un avance hacia la “especialización” en los servicios y a la “fidelización del cliente”, con suscripciones y descuentos. Y aprovechar la especial relación entre familias y mascotas para multiplicar la oferta de servicios y experiencias, fomentando un mayor gasto.

Una gran vía de negocio futuro serán los seguros para mascotas, seguros que ahora serán obligatorios, tras la aprobación de la nueva Ley de Bienestar Animal, que entró en vigor el 29 de septiembre de 2023. Esa nueva Ley implicará, por ejemplo que todos los perros deben tener contratado un seguro obligatorio, que hasta ahora sólo tenían una parte de los perros de compañía (se estima que, actualmente, hay 88 millones de euros en primas). Esta obligación de asegurar a los animales se está retrasando, porque no se ha aprobado todavía el Reglamento que desarrolla la Ley y que hace obligatorio el seguro. Pero antes o después se aprobará y casi 10 millones de perros tendrán que asegurarse, lo que supondrá un gasto adicional (unos 40 euros anuales de póliza) para sus dueños y 400 millones de negocio para las aseguradoras. Además, el Reglamento obligará a los dueños de mascotas a hacer un curso de formación, que podría ser online, lo que abre otra vía de negocio en el sector.

Pero con tanto “boom” de mascotas y la nueva Ley de Bienestar Animal, quienes tienen un problema son los Ayuntamientos españoles, que ahora se ven obligados a controlar los animales abandonados, incluidos los gatos sin dueño. En muchos casos, los pequeños pueblos no tienen medios ni personal para ocuparse de los animales abandonados (288.457 perros y gatos se abandonaron en 2022, según la Fundación Affinity)  y recogerlos. De hecho, en España existen 1.590 protectoras de animales, pero sólo el 15% son municipales. Ahora, todos los Ayuntamientos tendrán que afrontar este problema, además de la vigilancia (gestionada por las autonomías) sobre las mascotas que tenemos, porque la nueva Ley prohíbe ahora tener ciertas mascotas, como conejos y hámsteres, reptiles exóticos, tortugas o loros (ver listado de animales que ya no podremos tener como mascotas).

Además de una mayor vigilancia sobre animales abandonados y mascotas, los Ayuntamientos se ven superados por los problemas de limpieza que causan algunas mascotas, como los perros. Además de establecer normas sobre su tenencia y paseo, han de vigilar que los dueños recogen sus deposiciones, que ensucian calles y parques. Ya hay 79 localidades españolas que obligan a los dueños de perros a ir al veterinario para registrar el ADN del animal y poder detectar después si es el responsable de una deposición no recogida. Y cada vez son más los Ayuntamientos que aplican multas por no recogerlas. Pero con casi 10 millones de perros, estamos ante un serio problema de convivencia, ya no sólo por la suciedad sino porque la mayoría de los sueños pasean a sus perros sueltos y sin apenas control. Mascotas sí, pero controladas y sin que molesten al resto de ciudadanos. Aunque sean un gran negocio para muchos.

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