Enrique Ortega |
El primer libro, “Edificio España. El peligro de la desigualdad”, está escrito por el periodista Javier Ruíz (jefe de Economía de la cadena SER) y ganó el Premio de Ensayo Espasa 2022. Se trata de un retrato y una denuncia de la creciente desigualdad que se da en España (como en el resto del mundo), tratando de explicarlo como si España fuera un edificio de 5 plantas y se analizara cómo han vivido las distintas crisis y cómo están ahora los que viven en el bajo, en las tres plantas intermedias y en el ático. Todo ello, escrito de una forma asequible (es un periodista que divulga la economía cada día) y con los datos necesarios para que todos entendamos la brecha entre las 5 Españas, entre los desiguales habitantes del edificio España.
El libro se remonta a la crisis de 2008, analiza sus causas y sus consecuencias para los distintos grupos de la sociedad española, y continúa con la incidencia de la pandemia, la alta inflación y la guerra en Ucrania, concretando cómo ha evolucionado la desigualdad y la brecha entre ricos y pobres, con un recorte de la clase media. Y analiza como esta brecha entre españoles alimenta la desconfianza ante los políticos y la polarización, argumentando que “la desigualdad económica provoca también una desigualdad política”. Y revela como el “ascensor social está roto”, porque “el 55% de los españoles que nacen pobres mueren pobres”. Y analiza también el aumento de la desigualdad en otros paises, un problema global. A la hora de plantear propuestas, Javier Ruiz propone 3 reformas para reducir la desigualdad: fiscal, laboral y educativa. Y una mejora los medios de comunicación, a los que acusa de alimentar los intereses de los que viven en el ático y desmovilizar a los de la planta baja.El autor analiza los mecanismos por los que estas empresas (la cervecera, Apple o Amazon) se hacen con el control de los mercados, gracias a la tecnología y las plataformas de ventas, que dificultan la entrada de competidores. Y como en todos los sectores, estas empresas sin competencia han ganado peso en las últimas décadas, disparando sus beneficios y su capitalización, en perjuicio de los consumidores, los trabajadores (los salarios reales caen, no aumentan), el resto de las empresas y la economía, que crece menos que antes de los 80. Eeckhout propone vigilar y prohibir las fusiones que aumentan el tamaño de estos gigantes (como la compra por Facebook de WhatsApp e Instagram), aprobar la disgregación de grandes compañías (como se obligó en su día a las petroleras, bancos o ferrocarriles), aumentarles los impuestos sobre los beneficios, mejorar los organismos de vigilancia de la Competencia a nivel internacional y forzar a una mayor transparencia en los precios que imponen, para bajarlos. El autor concluye que “para salvaguardar la democracia y promover un reparto más justo de lo que produce la sociedad, necesitamos una regulación y unas instituciones que fomenten un capitalismo que favorezca la competencia”… Y ¡con urgencia!”.
El tercer libro, “El mundo en venta: la cara oculta del negocio de las materias primas” (Editorial Península) está escrito por dos periodistas que han trabajado en Finantial Times y Bloomberg, Javier Blas y Jack Farchy, que han dedicado dos décadas a seguir el rastro de un reducido número de empresas que controlan y dominan el mercado mundial de la energía y las materias primas. Son un pequeño número de empresas, que la mayoría de personas no ha oído nombrar (Glencore, Trafigura, Vitol, Gunvor, Cargill o Mercuria), radicadas la mayoría en Suiza (Ginebra) y Estados Unidos, que se han hecho de oro en este siglo comprando y vendiendo petróleo, carbón, gas, cereales, minerales y materias primas. Y que en los últimos dos años han disparado sus beneficios, superando los 100.000 millones de dólares.El libro es como una novela policiaca, donde analiza el origen y la evolución de estas desconocidas empresas, y las claves de su éxito en la compra y venta (especulativa) de energía, alimentos y materias primas, a costa de disparar el precio final a paises y consumidores. Cuentan historias increíbles de personajes increíbles (uno de los más conocidos, el belga March Rich), que se mueven a nivel mundial, comprando y vendiendo materias primas a golpe de comisiones y corrupción, que en algunos casos (pocos) han acabado en los tribunales. Y en paralelo a estos intermediarios, el libro cuenta la irrupción en estos mercados de los grandes Fondos y bancos de inversión, que disparan aún más la especulación y los precios. Al final, los autores piden a los gobiernos y a la Comisión Europea que tomen conciencia del enorme poder de estos intermediarios y controlen más su operativa y su dominio de los mercados, en perjuicio de la inflación y los consumidores.
El cuarto libro, “Las guerras comerciales son guerras de clase” (Editorial Capitán Swing) analiza las disputas comerciales entre Estados Unidos, Europa y China desde una perspectiva nueva y original: no se tratan de conflictos entre paises sino que son el resultado de decisiones políticas y económicas de las élites de esos paises, que utilizan el comercio y el nacionalismo para defender sus intereses frente a las élites de otros paises. El libro analiza los Estados y sectores que estaban detrás del proteccionismo de Trump (ganó en 89 de los 100 condados de Michigan, Pensilvania y Wisconsin más afectados por la competencia de productos chinos), pero también que las élites chinas están detrás de la política industrial que favorece la industria y la exportación de China, en perjuicio del consumo de sus ciudadanos.Uno de los autores, Michael Pettis, vive y da clases en la Universidad de Pekín, y el otro Matthew Klein, es un periodista económico USA. El gran merito de este libro es que explica el modelo económico de China en los últimos 40 años y cómo las élites (y el Partido Comunista, que controla la economía) han impuesto un sistema que ha optado por el superávit comercial y el ahorro forzoso para fomentar un crecimiento que ha provocado el déficit comercial y el endeudamiento del resto del mundo, agudizando los conflictos comerciales con EEUU y Europa. Y plantean que la única solución pasaría por un menor superávit y ahorro de China, en beneficio de un mayor consumo de su población, algo que el Gobierno chino no quiere, para seguir financiando inversiones y el gran salto tecnológico chino. Por eso, los autores concluyen que mientras los chinos de a pié gasten menos de lo que producen, sus élites buscarán exportar al resto del mundo sus productos y su ahorro, creando tensiones comerciales que podrían reducirse con una menor desigualdad dentro de los paises.
Y siguiendo con China, el último libro que recomiendo, “Observar el arroz crecer. Cómo habitar un mundo liderado por China” (Editorial Ariel), un libro escrito por un consultor español, Julio Ceballos, que lleva 17 años trabajando y viviendo en China. Su tesis es clara: los chinos van camino de ser la primera potencia mundial, en menos de una década, y entender a los chinos es decisivo para todos nosotros. Y trata de ayudarnos con 88 pequeños capítulos, donde aborda el gran peso histórico de China (es el único gran imperio de la antigüedad, creado 3.200 años antes de JC, que pervive hoy y que ha dominado el mundo durante 3.000 años, hasta la revolución industrial del siglo XIX), su historia reciente, el gran salto dado en los últimos 40 años de capitalismo de estado (China es la fábrica del mundo y el primer socio comercial de 128 de los 197 países del mundo) y su tremendo potencial, que le llevará sin duda a superar a EEUU en este siglo.Lo más interesante de este libro es que el autor nos habla de los chinos de a pié, de su carácter y pensamiento, de sus costumbres, creencias y principios, de su organización social y política, de su forma de trabajo con Occidente, de sus logros y proyectos y de cómo trabajan a medio plazo, buscando su liderazgo en este siglo con dos programas: el Plan Made in China 2025 (para ser líderes en 10 sectores claves: tecnología comunicación, robótica y herramientas de control, equipos aeroespaciales, ferroviarios y navales, maquinaria agrícola, instalaciones energéticas, equipos médicos, nuevos materiales, supercomputadores, biotecnología e inteligencia artificial) y la Nueva Ruta de la Seda, infraestructuras por tierra y mar para crear un gran espacio económico y comercial en Eurasia. En general, el autor es muy “pro-chino”, apuesta por sus virtudes y potencial como próximos líderes mundiales. Y aunque reconoce que el país es un régimen no democrático controlado por el Partido Comunista (90 millones afiliados), estima que los chinos de a pié lo aceptan y “apoyan a su Gobierno a cambio de prosperidad y orden”. Algo discutible para muchos. Pero el libro realmente nos ayuda a conocer China y los chinos, algo que es obligado en este siglo.
Espero que alguno de estos 5 libros les parezca interesante y lo lean. ¡Feliz verano!
No hay comentarios:
Publicar un comentario