Enrique Ortega a partir de la publicidad institucional |
El turismo se ha recuperado de la pandemia y la inflación en 2022. Lo reconoce con claridad la patronal turística Exceltur: “2022 marca la total recuperación de la actividad turística en España”. Y lo apoyan en unos datos contundentes. El PIB turístico, el valor de la actividad turística, alcanzó los 159.000 millones de euros en 2022, un 1,4% superior a 2019. Y eso ha permitido aumentar el empleo turístico (2,5 millones a finales de 2022), un +1,4% sobre el de 2019, un empleo que ahora es de más calidad, tras la reforma laboral (la tasa de temporalidad bajó del 30,4 % en febrero de 2022 al 8,8% de media anual, por la adopción generalizada de los contratos fijos discontinuos, de temporada). Y las empresas turísticas también han mejorado facturación y beneficios, a pesar del fuerte aumento de costes.
Esta importante mejoría del turismo le permitió ser el motor del crecimiento económico de España en 2022, aportando el 61% de todo el crecimiento del país, según Exceltur, aportando 1 de cada 8 euros producidos en España (el 12,2% del PIB). Y eso ha sido posible por los dos motores que tiran (a medias) del turismo: el turismo nacional y el extranjero. Los españoles se lanzaron a viajar, a partir de abril, aumentando de forma considerable el gasto y las pernoctaciones sobre las de 2019 (sobre todo en apartamentos, campings y turismo rural, aunque también en hoteles). Y también se recuperó en gran parte la llegada de extranjeros, sobre todo de Holanda (+13% pernoctaciones hoteleras que en 2019), Luxemburgo (+5,6%), Irlanda (+7,2%), Portugal (+5,9%), Francia (+0,6%) y México (+17,6%), mientras han caído las pernoctaciones de turistas del Reino Unido (-6,8% sobre las de 2019), Alemania (-12,4%), Italia (-12,9%), paises nórdicos (-24,9%) y EEUU (-8,5%).
Centrándonos en este mercado, el turismo extranjero, España recuperó en 2022 un 85% de los turistas récord que llegaron en 2019, según la estimación de la ministra Reyes Maroto: espera cerrar el año con 71,5 millones de turistas internacionales, el doble que en 2021 (31.129.393 turistas extranjeros) y cuatro veces los que llegaron en 2020, cuando estábamos medio cerrados por la pandemia (18.957.856), aunque todavía falta recuperar un 15% de turistas internacionales para llegar a los 83.701.011 turistas extranjeros que vinieron en 2019. De momento, con las estadísticas disponibles (enero-noviembre), han llegado 67,4 millones de visitantes extranjeros, el 85,14% de los que llegaron en los 11 primeros meses de 2019, según los datos de Frontur. Baja sobre 2019 el peso de los turistas británicos (21,3% del total), nórdicos (5,92%) y norteamericanos (3,88%), pero sube el porcentaje que representan ahora los turistas de Francia (13,98%), Alemania (13,80%), Italia (5,55%) y Holanda (5,54%). Y aumentan los que se dirigen a Baleares (19,38% frente al 16,34% que llegaban en 2019: es la única región que ha recuperado los extranjeros de antes de la pandemia), Canarias (16,47%), y la Comunidad Valenciana (12%), mientras pierden mercado Cataluña (20,74% de turistas ahora frente al 23,12% del total en 2019), Andalucía (14,05%) y Madrid (8,30%).
Otro dato importante es que ha aumentado el gasto turístico de los extranjeros en 2022: se espera cerrar el año con 87.100 millones de ingresos (van 81.821 millones hasta noviembre), según la ministra, lo que supondría acabar con un 94% del gasto turístico récord alcanzado en 2019 (92.278 millones de euros). Esta mejoría del gasto, mayor que la de los turistas, se debe a que está aumentando la estancia media de los turistas extranjeros (7,5 días de media en 2022 frente a 6,8 días en 2019) y se gastan más, cada día de estancia (165 euros frente a 161) y en el total de su viaje (1.241 euros frente a 1.086), lo que indica una mayor calidad del turismo que llega, además de la subida de los precios turísticos.
En 2022, con la mejora del turismo nacional y extranjero, el sector turístico ha aumentado ventas y beneficios, pero de una forma dispar, según Exceltur: los más beneficiados han sido los hoteles de sol y playa (aumentan su facturación un 7,2% sobre 2019) y los que menos los hoteles urbanos (+3,5%), empeorando todavía sus ventas (sobre 2019) las agencias de viajes (facturan un -15,5%), las compañías de transportes (-5,4%) y las empresas de alquiler de coches (-3,1% ventas sobre 2019). Las regiones que más se han beneficiado de la recuperación del turismo, en 2021 y 2022, son las zonas costeras y algunas de interior: las empresas turísticas ya facturan más que en 2019 en Baleares, Canarias, Andalucía, la España verde (Galicia, Asturias y Cantabria), Extremadura, Aragón y Castilla la Mancha. En resumen, que el negocio turístico se ha recuperado ya en toda España salvo en Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia, País Vasco, Navarra y Castilla y León.
Ahora, en 2023, el sector confía en que “se consolide la recuperación turística”, en un año que “irá de menos a más”, según vaticina la patronal Exceltur, que espera que el turismo tome impulso a partir de primavera (la Semana Santa cae del 3 al 9 de abril). Y apuestan a que el PIB turístico vuelva a crecer, otro +5,9%, con lo que el turismo aportaría a la economía 11.649 millones más que antes de la pandemia (2019), siendo otro año más uno de los motores del crecimiento económico español, junto a las exportaciones, el consumo y los Fondos europeos. La patronal cree que este año, la mejoría turística se apreciará sobre todo en los hoteles urbanos, las empresas de transportes y los hoteles de vacaciones, mejorando sobre todo los destinos turísticos ligados al turismo extranjero, en especial Madrid y Barcelona (que superarán sus ventas de 2019), aunque esperan que sigan creciendo las ventas turísticas en las zonas de sol y playa, el turismo interior y la España verde.
Otros expertos coinciden en señalar a 2023 como el año de la recuperación definitiva del turismo en España, a pesar de las incertidumbres económicas. Un informe de CaixaBank apuesta también por un crecimiento del PIB turístico (+4%), situándolo por encima del de 2019, gracias a 2 factores positivos: la recuperación de la movilidad aérea en Europa (lastrada en 2022 por la saturación de los aeropuertos y la alta inflación) y la recuperación del turismo “de larga distancia”, tanto de EEU y Latinoamérica como de Asia (en especial China, Japón y Corea, los tres paises con mayor potencial, dado que sus viajes están un 70% por debajo a los de 2019). Eso sí, plantean 2 temores sobre 2023: que Europa crezca poco (sobre todo Reino Unido y Alemania, dos mercados claves) y el negativo efecto de la subida anual de los precios turísticos: +13,7% han subido los hoteles, +17,5% los vuelos internacionales y +12,2% los paquetes turísticos internacionales, según el INE.
Hay otro factor importante que afectará a la llegada del turismo extranjero en 2023: la cotización del euro. En 2022, la depreciación de la moneda europea (-6%) ayudó a la llegada de turistas de fuera de la zona euro, porque viajar les costaba un 6% menos. Ahora, con la subida de tipos, el euro se está recuperando (hoy cotiza a 1,0808 dólares y sube un +1% sobre el cierre de 2022) y los expertos creen que podría subir a 1,135 dólares en marzo y a 1,10 euros en agosto, lo que supondría un encarecimiento adicional de los hoteles y paquetes turísticos para visitantes de fuera de la Europa del euro. Y eso es más preocupante porque dos paises competidores, Turquía y Egipto, están devaluando sus monedas, lo que hace aún más baratas sus tarifas turísticas.
Aunque el sector turístico ve con optimismo 2023, insiste en pedir al Gobierno “que no baje la guardia” con las ayudas al sector implantadas en 2020, por la pandemia, en especial que mantenga el periodo de carencia para devolver los créditos ICO y el ERE que aún disfrutan las agencias de viaje y algunas empresas turísticas que no se han recuperado. Además, Exceltur reitera su petición de que el Gobierno intervenga ante el imparable crecimiento de los pisos turísticos, que suponen una competencia desleal (muchos no están legalizados), encarecen los alquileres y agravan un sentimiento “anti turismo” en ciudades donde colapsan los centros urbanos. Según sus datos, en 2022, las plazas en apartamentos turísticos crecieron en 73.894 (un +35%), con un elevado incumplimiento de las normativas autonómicas y locales. Y ya hay, sólo en las 20 principales ciudades españolas, más de 862.000 plazas en apartamentos turísticos, 2,5 veces más de las que había en 2010 (346.921 plazas).
Pero la principal petición de los empresarios turísticos al Gobierno es que gaste de otra manera los Fondos europeos. Dentro del Plan de Recuperación se contempla un capítulo (el Componente 14) para el turismo, con el objetivo de “transformar y modernizar el sector turístico, aumentando su competitividad y resiliencia”. Son 3.400 millones a invertir entre 2021 y 2023 (el gasto puede hacerse hasta 2026), para intervenir en 4 ámbitos: conseguir una mayor sostenibilidad (medio ambiental, socioeconómica y territorial), la transformación digital de los destinos y empresas turísticas (para reducir su dependencia de los tour operadores extranjeros), conseguir una mayor resiliencia en regiones muy dependientes del turismo (en Baleares y Canarias, supone un 35% de la economía y hasta el 40% del empleo) y mejorar la competitividad del sector y su eficiencia energética. En conjunto, se espera que estos programas e inversiones creen 100.000 nuevos empleos turísticos.
El problema está a la
hora de concretar el destino de estos
Fondos europeos para el turismo. La opción que ha elegido el Gobierno,
apoyado por la mayoría de autonomías y Ayuntamientos, es diversificar estas ayudas,
que lleguen al mayor número de proyectos y localidades posibles. De hecho, ya
se han repartido 860 millones en Planes de sostenibilidad turística,
adjudicados a 1.489 Ayuntamientos,
con una ayuda media de 600.000 euros. La patronal Exceltur defiende que lo mejor hubiera sido concentrar el grueso de los Fondos en los grandes municipios
turísticos y se quejan de que, de los 20 grandes destinos, sólo han
recibido Fondos 17 localidades, con una ayuda media de 7,2 millones, que
consideran insuficientes para reconvertir a fondo su vieja oferta de sol y playa. Y también
se quejan de que el 97,4% de los
empresarios turísticos no han accedido a ninguna financiación UE.
Realmente, los Fondos europeos son una gran oportunidad para reconvertir el turismo español, desde las instalaciones (algunas viejas) a la oferta turística, incluida una digitalización a fondo y un esfuerzo por la sostenibilidad territorial (ojo: hay 12 localidades españolas que reciben más de 1 millón de turistas al año) y medioambiental (el turismo es responsable del 9% de las emisiones de CO2), sin olvidar la falta de servicios, infraestructuras y agua. Además, ahora que el turismo se recupera, es hora de corregir el exceso de concentración del sector, tanto en verano (el 45% de los turistas llegan entre junio y septiembre), como en origen (el 87% de los turistas extranjeros proceden de Europa) como en destino (el 91% de los turistas extranjeros van a 6 autonomías: Cataluña, Baleares, Canarias, Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid, que se benefician en exclusiva del 93% del gasto que hacen los extranjeros en España).
Así que España debe apostar por un turismo más diversificado, tanto en fechas como en origen y destino, un turismo que no destroce los territorios y respete mejor el medio ambiente, que actualice y modernice su oferta y sea capaz de vender por Internet sin intermediarios, buscando no tanto la cantidad (los millones de turistas) como la calidad y el gasto. Todo esto debe incluirse en la Hoja Estratégica del Turismo para 2030, que está elaborando el Gobierno con el sector. Hay que remozar y modernizar nuestra primera industria, para que sea más competitiva y consolide su crecimiento y empleo, básicos para España. Y en paralelo, urge modernizar el resto de la economía, fomentando la industria, la agricultura, la tecnología y la innovación, los sectores con futuro, para que España sea “más que sol y playa”, para que no dependamos tanto del turismo para crecer y crear empleo. Diversificar.
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