Los nuevos contagios
por coronavirus siguen creciendo, aunque todavía no han
aflorado los derivados de la vuelta al
cole y al trabajo. Sanidad dice
que la pandemia “se ralentiza”, pero los datos revelan un alto nivel de contagios, el mayor de Europa, sobre todo en
Madrid, País Vasco, Navarra.la Rioja y Aragón. Los centros de salud siguen colapsados y crecen las hospitalizaciones e ingresos en UCI en
10 autonomías. Y las pruebas PCR dan
un 11,8% de contagios, lo que indica que la epidemia no está controlada (según
la OMS), mientras faltan rastreadores
y la aplicación Radar Covid no
funciona. Esta 2ª ola de contagios ya impidió la recuperación del turismo en
agosto y está frenando el consumo de
las familias, preocupadas por la pandemia. Y más cuando la OMS dice que hasta mediados
de 2021 no se podrá empezar a vacunar a grupos de riesgo. Así que habrá que
convivir con el coronavirus otros 9 meses
más. Y eso retrasará la necesaria recuperación económica.
El coronavirus sigue avanzando por el mundo, a una media de unos 300.000 contagios diarios, casi como en agosto. Hoy son ya 28.996.407de contagiados en 188 paises, según los datos de la Universidad Jhons Hopkins. El epicentro de la pandemia sigue en América, con 14.699.174 contagios, destacando EEUU (6.519.979 contagiados), Brasil (4.282.164), Perú (716.170), Colombia (702.088), México (658.299), Argentina (535.705) y Chile (432.666). Le sigue Asia (este y sur), con 5.377.062 contagios, destacando los 4.754.356 de India. Y Europa, con 4.706.426 contagiados: 1.062.811 en Rusia, 566.326 en España (el 9º país con más contagios del mundo), 365.168 en Reino Unido, 353.986 en Francia, 286.297 en Italia y 259.428 en Alemania. Luego Oriente Medio (2.101.676 contagiados), África (1.116.321 contagiados, 648.214 en Sudáfrica) y Asia Pacífico (546.552 contagiados), según la OMS.
enrique ortega |
El coronavirus sigue avanzando por el mundo, a una media de unos 300.000 contagios diarios, casi como en agosto. Hoy son ya 28.996.407de contagiados en 188 paises, según los datos de la Universidad Jhons Hopkins. El epicentro de la pandemia sigue en América, con 14.699.174 contagios, destacando EEUU (6.519.979 contagiados), Brasil (4.282.164), Perú (716.170), Colombia (702.088), México (658.299), Argentina (535.705) y Chile (432.666). Le sigue Asia (este y sur), con 5.377.062 contagios, destacando los 4.754.356 de India. Y Europa, con 4.706.426 contagiados: 1.062.811 en Rusia, 566.326 en España (el 9º país con más contagios del mundo), 365.168 en Reino Unido, 353.986 en Francia, 286.297 en Italia y 259.428 en Alemania. Luego Oriente Medio (2.101.676 contagiados), África (1.116.321 contagiados, 648.214 en Sudáfrica) y Asia Pacífico (546.552 contagiados), según la OMS.
Las muertes por
coronavirus alcanzarán este mes un
millón, siendo ya hoy 923.883 fallecidos, según la Universidad Jhons Hopkins. Más de la mitad de las muertes se han producido
en América (508.705 fallecidos), sobre todo en EEUU (194.079 muertos), Brasil
(130.396), México (70.183) y Perú (30.470 muertos), seguidos de la India
(78.586 muertos, 1.115 al día ahora), Reino Unido (41.623), Italia (35.603),
Francia (30.749) y España (29.747 fallecidos),
el 9º país del mundo con más muertos por
COVID 19, según la OMS. Y eso, aunque
la tasa de letalidad
(muertos/contagiados) de España es la
tercera más baja de Europa (5,3%), tras Alemania (3,6%) y Portugal (3%),
muy por debajo de la mortalidad de Italia (12,6 %) , Reino Unido (11,6%) o
Francia (8,7%), según Sanidad.
Centrándonos en
España, los contagios siguen creciendo en septiembre (+67.437 del viernes 4 al viernes 11, el último día con datos de Sanidad), aunque el doctor Simón comentó el jueves que “se estaban ralentizando”, dado que
bajaban o se estabilizaban en 10 provincias. Pero los datos oficiales de la pandemia son preocupantes. Empezando por los nuevos contagios diarios: tras subir +4.503
el viernes 4 de septiembre, bajaron a +2.440 el lunes y subieron +3.168 el
martes, +4.440 el miércoles, 4.137 el jueves y +4.708 el viernes 11, la mitad de nuevos contagios que el peor día de la pandemia (+9.222 contagios el 31 de marzo) pero 33 veces más que al final del estado de alarma (+141 contagios nuevos el 21 de junio). Y, sobre todo, han seguido subiendo los nuevos contagios en las últimas 2 semanas,
una cifra donde España supera al resto de Europa: de 216 nuevos
contagios/100.000 habitantes el viernes 4 a 238 este viernes 11 (eran 8 el 21 de junio). Y hay 6 autonomías con un mayor nivel de contagios recientes:
Madrid (550 nuevos/100.000), Navarra (412), País Vasco (370), La Rioja
(367), Melilla (316) y Aragón (305 casos/100.000 habitantes).
Pero lo más preocupante es que han aumentado las hospitalizaciones de enfermos COVID en 10
autonomías, según los datos de Sanidad, duplicándose
los ingresos en hospitales en las últimas 3 semanas en Madrid (del 8 al 18% ayer de camas ocupadas por enfermos COVID), Baleares (del 5 al 12%), La Rioja (del 2 al 9%) y Castilla la Mancha (del 3 al 10%). El
viernes había 8.658 hospitalizados
(el doble que hace 3 semanas) ocupando el 7,5% de las camas en hospitales. Y 1.181 pacientes en UCI (522 el 20 de
agosto), ocupando ya un 15% de las camas disponibles en Ucis. Pero en algunas
autonomías ya están ocupadas por el coronavirus el 20% de las UCIs (y en algunos hospitales de Madrid, el 30%).
También está aumentando el número de muertos, 329 en la última semana (de 29.418 el
viernes 4 a 29.705 este viernes), cuando la semana anterior (28 agosto-4 septiembre) murieron 407 por COVID y la anterior (20-28 agosto) sólo 198 muertes. Con todo, son muchos menos
muertos que en marzo y abril (950
muertos el 1 de abril), porque ahora ha bajado mucho la edad de los contagiados: si ya tenían
entre 20 y 39 años en julio y agosto (frente a 69 años de media antes), en las últimas dos semanas (finales de
agosto y septiembre), la edad media de
los nuevos contagiados es de 10 a 19 años. “Son los adolescentes que se contagiaron por las
fiestas de este verano”, señaló el doctor Simón.
Como antes, el
epicentro de la 2ª oleada de contagios está en Madrid, que lidera todas las estadísticas: nuevos
contagios diarios (1.427 este
viernes, un tercio del total nacional, frente a 1.462 y 1.135 contagios
diarios los dos viernes anteriores), tasa de contagios en las últimas dos semanas (550/100.000, el doble que los
238 de media en España), hospitalizados
(12% frente al 7,4% de media), enfermos
en UCI (322 de 1.181) y muertos
en la última semana (90 de los 329). Una situación que se agrava porque los centros de salud y los hospitales madrileños están más saturados que en
otras autonomías, mientras hay menos
rastreadores.
La novedad de esta 2ª ola de contagios es que el 90% de los nuevos contagios se están
detectando en los centros de salud y no en las urgencias de los hospitales
(como en marzo y abril), lo cual por un lado es bueno pero por otro ha colapsado los centros de atención
primaria en toda España y sobre todo en las grandes ciudades, donde los médicos de familia atienden casi en
exclusiva a enfermos COVID, sin poder realizar las consultas habituales. Y en
los hospitales, ante el aumento de
enfermos COVID, se están retrasando y derivando pruebas y operaciones. Y todo ello,
con problemas para hacer PCRs y sin rastreadores. Y la App de rastreo Radar
Covid no está todavía operativa en Madrid y varias regiones, porque las
autonomías no han cargado los datos de los positivos.
Un dato que revela la
importancia de los actuales contagios son los resultados de los test PCRs, que casi se han duplicado
en los últimos 2 meses, con 641.000
pruebas PCR hechas la última semana. Y estos
test PCR diagnostican un 11,8% de positivos, una tasa
de transmisión muy importante, ya que la Organización Mundial de la Salud
(OMS) estima que para tener una epidemia controlada deben estar por debajo del 5%. Otro problema es el retraso en los resultados de las PCRs, por atascos en los centros de salud, falta de reactivos y exceso de
trabajo en los laboratorios (donde falta personal). El resultado es que hay un retraso en los diagnósticos: si
antes del verano se informaba del resultado de una PCR en 1 o 2 días, ahora se
tarda de 3 a 4 días y en Madrid hasta 10 días, lo que hace que muchos positivos asintomáticos no se aíslen a tiempo y sigan
contagiando. Para evitarlo, varias
autonomías han pedido a Sanidad que se homologuen los nuevos test de antígenos
(detectan la infección), que son más rápidos (15 minutos) y más baratos, aunque
menos precisos que las PCRs. Pero pueden ayudar a un primer cribado masivo rápido
de posibles contagiados.
Mientras los contagios crecen, las autonomías tratan de frenarlos, cada una a su aire, reduciendo
los contactos en la hostelería y los grupos y ordenando cuarentas parciales en barrios o pueblos, medidas que son claramente
insuficientes. La clave ahora es ver cómo afecta a la curva de contagios la
vuelta al trabajo y al colegio, que de momento sólo ha provocado casos en 53 centros de los 28.600 colegios e Institutos que hay. Pero lo normal es que los contagios aumenten, en
trabajos y colegios. Y eso conllevará que muchas más personas tengan que
hacer cuarentena, sin poder trabajar. Por ello, la tentación de muchos gobiernos europeos y en España es reducir el periodo de las cuarentenas, para que hagan menos daño a la economía:
Alemania está pensando bajarla a 5 días, Francia a 7 y España a 10 días, aunque
la OMS sigue manteniendo los 14 días de cuarentena actuales.
Con más o menos días de cuarentena (que muchos no cumplen), la economía está sufriendo con dureza estos
rebrotes de contagios. Los que más, el turismo y la hostelería, que no pudieron recuperarse en agosto y que sufren
las restricciones impuestas por casi todas las autonomías en septiembre. De
hecho, el último informe del Banco de España señala que se aprecia “un cierto agotamiento de la recuperación
económica en la segunda mitad de agosto”. Y los datos de ventas de coches
(-10,1% las matriculaciones en agosto), ventas en
tiendas, compras online y gasto con tarjeta indican un nuevo frenazo del consumo, en agosto y en
septiembre, no la recuperación esperada. Y los expertos temen que esa desaceleración del consumo continúe, porque las familias temen lo que pase este otoño
(más contagios y posible confinamiento, menos empleo), con lo que no gastan y ahorran si pueden.
El resultado de esta caída
del consumo y la actividad puede ser que
más
empresas tengan problemas este otoño y tengan que entrar en un ERTE,
del que salieron 2,6 millones de trabajadores de los 3,4 millones que hubo en
marzo y abril. Por eso, esta semana, Gobierno, patronal y sindicatos tienen que acordar qué hacer con los ERTEs a partir del 30 de septiembre. Habrá que prorrogar
los actuales (812.438 trabajadores estaban en ERTE a finales de agosto) y aprobar la entrada de más
trabajadores, ampliando las ayudas hasta fin de año o marzo de 2021
(como quiere la patronal). Y además, permitir que los trabajadores afectados
que llevan más de 6 meses en ERTE cobren el 70% y no el 50% y mantener las
exenciones de Seguridad Social a las empresas (que también se reducen a los 6
meses de entrar en un ERTE).
También se debate qué
sectores y empresas pueden disfrutar de los ERTEs, porque la patronal, el
Banco de España y algunos expertos (lea este interesante artículo de Guy Standing) han advertido que ayudar indiscriminadamente con los ERTEs
puede crear “empresas zombis”, empresas que no tienen salida y sólo sobreviven con dinero
público (los ERTEs han costado 42.000
millones entre marzo y septiembre). Y que sería más sensato destinar
ese dinero sólo a las empresas que tienen futuro, no mantener la agonía de otras. Esto se dice fácil, pero a ver quien cierra esas empresas y manda a
sus empleados al paro… Otro tema a debate es si se amplían las ayudas a empresas (sobre todo al turismo y la hostelería), desde rebajarles el IVA a reducirles las cuotas de la
SS. Se puede hacer (y quizás sea necesario), pero hay que saber qué eso tiene un coste y dispararía más el déficit público, ya desbocado: 6,12% del PIB a finales de junio (-67.684 millones), frente al 2,8% en todo 2019 (-34.869 millones).
Mientras los rebrotes hacen temer un “otoño caliente”, con poco
consumo y actividad, más empresas en apuros y más paro, el Gobierno ultima los Presupuestos 2021,
que deberían servir para reanimar la economía, con más gasto e inversiones públicas,
que necesariamente deben salir de conseguir más ingresos: unos, los
Fondos europeos (no más de 70.000 millones en 2021) y el resto, de la
recaudación fiscal, que debe aumentar. La OCDE recomienda a los paises “mantener
los apoyos a empresas y familias”, no
caer en la trampa de la austeridad como en 2010. Y para ello, propone subir los impuestos verdes y los impuestos
a la propiedad (patrimonio) y a las
ganancias de capital (ahorro y Bolsa). Y en España, los expertos de Fedea proponen aprobar un
recargo en el IRPF, como hizo Rajoy en 2012. Sea como sea, habrá que recaudar más si se quiere pagar la
factura extra que cuesta la emergencia del COVID 19.
Entre tanto, ha habido una mala noticia estos días: la vacuna de Oxford (que iba a comprar
España y toda Europa) se retrasa, por los habituales problemas en los ensayos. Y la jefa de científicos de la OMS cree que “hasta mediados de 2021 no se
podrá empezar a vacunar a los grupos de riesgo” (sanitarios, personas mayores
y enfermos) y que “la vacuna contra el COVID 19
no estará disponible masivamente antes de 2022”. Eso significa
que nos quedan otros 9 meses de convivir con el virus antes de las primeras vacunas y más de 1 año para vacunar a la mayoría de ciudadanos. Esto sí va a complicar la recuperación económica, retrasando más la salida de
la crisis, hasta 2022. Y trastoca más nuestras
vidas. Es lo que hay. Así que no
queda otra que seguir con nuestra vida anormal y tratar de no
contagiarnos. Hibernar y sobrevivir.
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