En las próximas semanas, cuando saque dinero en un cajero
que no sea de su banco, tiene un 50% de posibilidades de que le cobren una nueva comisión de 2 euros, además de
la que ya le cobraba su banco. CaixaBank la cobra desde marzo y ahora
la cobrarán BBVA y Santander (y
quizás Popular), aunque no la cargarán entre ellos Bankia, Sabadell y las Cajas de Euro6.000. Además, van a cobrar esa comisión a los turistas que nos visitan, 68
millones este año. La nueva comisión ha sido denunciada por los consumidores ante Bruselas y el Banco de España, que dice que sólo se puede cobrar una
comisión, no dos, aunque de momento no ha tomado medidas. Quizás
porque, en paralelo, el banco emisor ha alentado a los bancos a cobrar más
comisiones a los clientes, para mejorar sus márgenes. Ya lo hacen: las
comisiones llevan dos años subiendo y los clientes pagamos 168 euros de media, más
que en Europa. Y eso que los grandes bancos han duplicado sus beneficios este año.
enrique ortega |
España es un país
donde nos gusta pagar en efectivo y usar
los cajeros. Los españoles no somos de usar mucho las tarjetas y hacemos el 70% de las compras en metálico,
frente al 50% en Francia o el 30% en Alemania, según Master Card. Y por eso, vamos mucho al cajero: 905 millones
de veces en 2014, una media de dos veces al mes por adulto. Y por eso, España tiene la mayor red de cajeros de Europa: 1 cajero por cada 920 habitantes. Esa
fuerte demanda ha obligado a bancos y cajas a realizar una fuerte inversión en cajeros, aunque con la crisis hay menos que
antes: 50.441 en 2015 (34.480 de Servired, 7.500 de 4B y 9.961 de Euro 6000). Y como
estamos “enganchados” al cajero, los
bancos lo aprovechan para intentar aumentar sus ingresos y de paso rentabilizar
sus inversiones en la renovación de cajeros.
Hasta ahora,
cuando un cliente sacaba dinero en un cajero que no era de su banco, el
propietario del cajero le cobraba una comisión al banco del cliente emisor de la tarjeta, la llamada “tasa de intercambio”, que suele ser 0,65
euros por operación. Y luego, el banco ya veía si repercutía o no a su cliente
esa comisión, entre 0 y 1,50 euros por operación, según su política comercial y
el perfil y la vinculación del cliente. El 19 de marzo de este año, CaixaBank,
el banco líder en cajeros en España
(9.683) rompió este esquema y anunció que empezaba a cobrar una nueva comisión de 2 euros por el uso de sus cajeros a los no
clientes. Es una comisión que carga al no
cliente que saca el dinero (“acces fee) no a su banco, que además le puede
cobrar la otra comisión.
La iniciativa provocó un revuelo en el resto de la banca y al final los otros dos grandes se van a sumar: BBVA cobrará los 2 euros desde el 14 de septiembre y Santander desde primeros de octubre. A última hora, CaixaBank y BBVA han decidido hacer una excepción: no cobrarán a sus clientes por sacar dinero en la red del otro banco. Y el Popular podría también sumarse en octubre a cobrar los 2 euros a los no clientes que sacan dinero en sus cajeros. Pero Bankia, Sabadell y las Cajas que forman el sistema Euro6000 (Unicaja, Ibercaja, Liberbank, BMN, Abanca, Kutxabank y Evo Banco) han alcanzado un acuerdo (donde no han querido admitir a ING Direct) para no cobrarse entre ellos esta nueva comisión de 2 euros en sus cajeros y devolvérsela a sus clientes en el caso de que se la carguen CaixaBank, BBVA y Santander (o Popular).
La iniciativa provocó un revuelo en el resto de la banca y al final los otros dos grandes se van a sumar: BBVA cobrará los 2 euros desde el 14 de septiembre y Santander desde primeros de octubre. A última hora, CaixaBank y BBVA han decidido hacer una excepción: no cobrarán a sus clientes por sacar dinero en la red del otro banco. Y el Popular podría también sumarse en octubre a cobrar los 2 euros a los no clientes que sacan dinero en sus cajeros. Pero Bankia, Sabadell y las Cajas que forman el sistema Euro6000 (Unicaja, Ibercaja, Liberbank, BMN, Abanca, Kutxabank y Evo Banco) han alcanzado un acuerdo (donde no han querido admitir a ING Direct) para no cobrarse entre ellos esta nueva comisión de 2 euros en sus cajeros y devolvérsela a sus clientes en el caso de que se la carguen CaixaBank, BBVA y Santander (o Popular).
En total, pues, casi el 50% de los cajeros cobrarán este otoño esa nueva comisión de
2 euros a los no clientes. Los bancos lo justifican por dos
razones. Una, para hacer
frente a la competencia de los bancos pequeños sin apenas cajeros, que se
apoyan en la red de los grandes sin hacer inversiones (y en el futuro, podrían
hacerlo Google, Apple o Amazon si emiten tarjetas). La otra y fundamental, para ingresar más y financiar así la
inversión que han hecho en cajeros (CaixaBank ha gastado 500 millones). Se
estima que la nueva comisión puede
reportar a la banca unos 100 millones anuales de ingresos extras.
El mayor ingreso puede venir de las retiradas de efectivo en
los cajeros de los turistas que nos
visitan, 68 millones de extranjeros este año 2015. CaixaBank ha presionado a Visa y Master Card para conseguir que autoricen el cobro de esta comisión a los turistas, para lo que han tenido que
cambiar ligeramente sus estatutos. Pero para la entidad catalana, es un asunto clave: un 26,5% de todos los turistas extranjeros (18 millones) visita Cataluña
(y un 11,3% más la Comunidad Valenciana y Baleares), donde sus cajeros son
omnipresentes.
Con esta nueva comisión de 2 euros, España será el país europeo donde más se paga por sacar dinero en los cajeros: la comisión
media en los siete países más ricos de la UE es de 1,4 euros. En Holanda, Reino
Unido y Suecia, los bancos no cobran por la retirada de dinero, ni en sus redes
ni en las ajenas. En Francia cobran 1 euro, en Italia 1,95 euros y en Alemania,
2,19 euros cuando la red es de otro banco.
Las asociaciones de usuarios,
desde la OCU y Facua a Adicae, han denunciado esta nueva comisión en los cajeros, ante el Banco de España y ante la Comisión Europea,
ya que supone cobrar dos veces por el
mismo servicio. Ante el revuelo levantado, Bruselas
ha pedido información y el Banco de España señaló en julio que los
bancos no pueden cobrar dos comisiones por un mismo servicio y que estará
vigilante. Pero los bancos creen
que la nueva comisión es legal, según
un informe jurídico encargado por Servired al despacho de Uría y Méndez
(aunque otro encargado al bufete de Gómez Acebo disiente). Y se acogen a que los bancos no cobran dos comisiones sino una cada entidad: una que cobra el que da la tarjeta al cliente y otra el
dueño del cajero. Eso sí, la Comisión de
la Competencia (CNMC) también ha abierto una investigación por el hecho de que los tres grandes se hayan puesto de
acuerdo en cobrar lo mismo (2 euros) a los no clientes que usen sus cajeros.
Para evitar problemas,
mientras Bruselas y la CNMC se pronuncian, CaixaBank
ha renunciado a cobrar la antigua comisión de intercambio a los bancos (los 0,65 euros), algo a lo que no
quieren renunciar los demás, que parece que la seguirán cobrando (doble
comisión). Y el Banco de España ha dicho en agosto que “carece de
indicios de que se aplique la doble comisión en los cajeros”. Así que aún no sabemos cuánto nos costará en
realidad sacar dinero de un cajero de otro banco este otoño: si una comisión o
dos. Pero lo que es seguro es que costará más del doble que hasta ahora
(al menos 2 euros, frente a 0,65 euros).
La batalla de los cajeros es solo la última muestra de la guerra de la banca por conseguir más
ingresos por comisiones a sus clientes. En los últimos meses, han dado
pasos significativos en el aumento de cobros por distintos servicios: ingreso en
efectivo en las oficinas (quieren que no vayan los clientes), sobre todo cuando ingresamos dinero a terceros, cobro por descubiertos
(el Santander lo ha subido a 39 euros), comisiones
por mantenimiento de cuenta (han subido un 31,5% desde 2007, según
kelisto.com), comisiones por apunte,
cobro de cheques, transferencias y pago por recibos no domiciliados, además
de subir las comisiones anuales por tarjetas de débito y crédito y también por fondos, Bolsa y seguros.
En paralelo a esta subida de comisiones, arrecian las campañas
de marketing centradas en “Cero Comisiones”, un gancho para atraer a clientes vinculados,
con nómina o pensión y recibos o préstamos. Pero el hecho cierto es que la
mayoría de clientes pagan más comisiones cada año: la media es de 168,73 euros por cliente, según un estudio de Facua en 2014. Y son los grandes bancos los que más comisiones cobran: Barclays (271,41), Santander (248,40), Unicaja
(242,40), CaixaBank (239,90), BBVA (216,70), Sabadell (213,20) y Popular
(204,50). Por otro lado, los españoles somos los europeos que más comisiones bancarias pagamos tras los italianos,
según la Comisión Europea.
La banca está utilizando los ingresos por comisiones para cubrir la caída de márgenes derivada
de los bajos tipos de interés y del desplome del crédito. En 2014, la banca
española ingresó 11.257 millones de euros en comisiones, aumentando por primera vez desde la
crisis. Y este año 2015 vuelven a crecer. Y cada vez, estas comisiones pesan más en sus cuentas: suponen un tercio de sus ingresos por intereses (32,65%), cuando en 2007 eran la
quinta parte (20,9%). Y todo apunta a que seguirán creciendo, aunque sus
beneficios se recuperan con fuerza tras la crisis y el rescate bancario: en la primera mitad de 2015,
los 6 grandes bancos han duplicado sus beneficios (7.989 millones de
euros). Y ya hay 133 banqueros españoles que ganan más de 1 millón de euros anuales (81 de ellos ganan más de 2 millones), según acaba de revelar la Autoridad Bancaria Europea (EBA).
El propio Banco de España está alentando a los bancos a cobrarnos más comisiones:
en junio, el subgobernador del banco emisor, Fernando Restoy, recomendó a los bancos generar más ingresos por comisiones: “el cobro de comisiones es la única fórmula, junto al recorte de costes,
para combatir los bajos márgenes de rentabilidad del negocio bancario”. Así
que tienen “su bendición oficial” para crujirnos.
En resumen, que hoy nos suben las comisiones en el cajero y
mañana nos cobrarán por otra cosa. Además, cada vez hay menos bancos en España (de 55 se ha pasado a 14), más grandes (los 6 grandes controlan el 69% del mercado), que se ponen de acuerdo entre ellos para imponer comisiones, con lo que hay pocas salidas. La solución
debería venir por una regulación europea, con la futura unión bancaria, donde el BCE y Bruselas fijaran unas reglas comunes
para todos los bancos europeos, con las que saldríamos ganando porque ahora
pagamos más comisiones. Pero tampoco hay que confiar mucho, porque las comisiones son libres y a las
autoridades no les gusta mucho inmiscuirse en el poderoso negocio bancario. Así
que los clientes estamos bastante
desprotegidos. Digan lo que digan.
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