Rajoy lanzó la consigna: “Estas serán las primeras Navidades de la recuperación”. Pues no:
los grandes comercios esperan subir sólo
un 1% las ventas. Y los consumidores señalan que la mitad de las familias gastarán igual que las Navidades 2013 (poco),
un 32% menos y sólo un 16% más. La
crisis no es historia, como dice Rajoy, en contra de lo que opinan la mayoría de españoles: piensan
que la situación económica es mala
(38,9%) o muy mala (46,9%),
según el Barómetro del CIS de noviembre. Y eso, porque dos tercios de las familias siguen con problemas, según el Informe
Foessa: 5,4 millones de parados, 1,2
millones de ancianos con bajas
pensiones, 2,2 millones de trabajadores con
sueldos mínimos (¡Enhorabuena¡: se los suben 3 euros...) y muchos de los 2 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan, más bastantes mujeres y mayores de 55 años. Para
ellos, serán otras Navidades de crisis. Y peor lo tienen los 3 millones de pobres, 20.000 sin
techo. No les olvidemos estos días y ayudémosles. ¡Feliz Navidad¡
enrique ortega |
Esta Navidad va a
ser un
termómetro de si hay o no recuperación. La propaganda del
Gobierno reitera que las tiendas y los
restaurantes “están
llenos”, pero los datos son menos optimistas. La patronal
de los grandes comercios (Anged)
cree que las ventas en diciembre
crecerán un 1%, con lo que esperan
un ligero aumento en 2014, tras 6 años de
caídas. Pero los españoles no
están por gastar mucho estas
Navidades: la mitad de las familias gastará igual, un 32% gastará menos y
sólo un 16% gastará más que en las Navidades de 2013, según un sondeo de la asociación de consumidores
CECU, que habla de un gasto
medio de 500 euros extras por familia estas fiestas. Casi la mitad para regalos (209 euros) y el resto en
comida, ropa y juguetes,
cuyas ventas aumentarán entre un 1 y un 2%. Y habrá menos viajes estas fiestas, sólo para un tercio de españoles. El boom de ventas
va a estar en Internet, por
donde comprarán regalos un 53% de los internautas,
según TNS. Y como tiendas y empresas no lo ven claro, están con ofertas
y súper rebajas para vender.
Al final, el consumo
es cuestión de tener dinero para gastar
y de confianza.
Y la mayoría de españoles son pesimistas
sobre el presente y el futuro, a pesar de que Rajoy les diga que “la
crisis es ya historia del pasado”. El índice
de confianza del consumidor
ha bajado en noviembre al nivel más bajo de los últimos seis meses: 83,6 sobre
200. Y la mayoría de españoles piensa que la situación económica es mala (38,9%) o muy mala (46,9%), según el Barómetro del CIS de
noviembre. Y lo peor, no creen que vaya
a mejorar: piensan que dentro de un año, la situación económica será igual
(45,6%) o peor (24,3%) y sólo un 19% cree que será mejor. Y así, claro, no se animan a gastar. Los que pueden,
porque otros no pueden. Y es que hay dos
Españas y por tanto habrá dos Navidades (o mejor, cuatro).
Una España es la
de los
que tienen
trabajo: 17,5 millones de españoles, de los que 14,4 millones son asalariados,
2 millones autónomos
sin empleados y casi un millón empresarios. Una España a la que se han sumado 338.112 españoles que han
encontrado trabajo desde las Navidades pasadas (la mayoría precario
y mal pagado). Este grupo podría gastar
algo más porque han bajado los
precios (la inflación
anual lleva cinco meses bajando, hasta el -0,4%) y pagan menos en carburante (por el desplome
del petróleo) y en la hipoteca
(por la bajada del euribor). Pero el problema es que a la mayoría no les han subido los sueldos
(algunos han bajado) y les han quitado
horas extras y complementos (y vales de comida). Y, sobre todo, que un tercio de ellos tienen contratos
precarios (temporales y a tiempo parcial), mal pagados. De hecho, el
sueldo más frecuente (2013) era de 15.500
euros brutos al año, según el INE, 1.107 euros brutos
al mes (14 pagas), que netos son menos
de 1.000 euros, Y según
Hacienda, 7,7 millones de trabajadores declaran ganar menos de 1.000 euros
al mes. Con estos ingresos, no es como
para gastar mucho aunque tengan trabajo.
Dentro de esta España con trabajo, hay un grupo arriba sin problemas para gastar: son los que tienen buenos sueldos, los ricos y millonarios,
unos 400.000 españoles. De hecho,
hay 125.191 contribuyentes que declaran
ganar 147.320 euros anuales de media, según
Hacienda. Y entre ellos están los grandes
directivos de las empresas del IBEX, que ganaron 789.721 euros en 2013, con
una subida del 3,5%. O el Gobernador
del banco de España, cuyo sueldo (174.734 euros brutos) subió un 5% en
2013 mientras sigue pidiendo moderación salarial... O los directivos públicos, como el presidente
de la SEPI (empresas públicas, la mayoría con pérdidas), que gana 210.000
euros, el doble que Rajoy. Y no hay que olvidar a los grandes inversores (subió la Bolsa y les
duplicaron los dividendos) y a los millonarios,
que han crecido un 24% en 2014 y son ya 161.400
españoles (con más de 1 millón de dólares de patrimonio).
La otra España
son los que tienen problemas económicos,
dos tercios de las familias según el VIII
Informe Foessa: 11.746.000
españoles que tienen problemas de empleo (tres cuartas partes), de vivienda
(dos tercios) o de salud y medicamentos (la mitad). Aquí tenemos que incluir a
los 5.427.700
parados (EPA septiembre), a los pensionistas
con bajas pensiones (1.253.000 reciben menos de 600 euros al mes) y a
muchos de los jóvenes
ni-nis (2 millones de jóvenes que ni trabajan ni estudian), mujeres
y mayores
de 55 años (dos colectivos donde hay muchos ni-nis, que ni trabajan ni buscan trabajo porque saben que no se lo
van a dar a ellos, y no tienen edad para
jubilarse). Son más de 7 millones de
españoles con una economía
de subsistencia, que hacen
milagros (con ayuda de la familia y amigos) para llegar a fin de mes. Y que no están para muchos gastos estas Navidades.
Dentro de esta España con problemas económicos hay otro grupo que aún lo pasa peor, unos 5
millones de españoles en exclusión severa, según el VIII
Informe Foessa. Una bolsa de pobreza (2,3 millones son niños, según
UNICEF) integrada por tres clases de españoles: los 2.899.645 parados EPA que no
cobran ningún subsidio (el
53,5% de los parados), los 2.271.130 trabajadores
pobres que cobran el salario mínimo (645,3 euros hoy: Rajoy se siente "generoso" y lo sube 3,3 euros para 2015 ) o menos y los 527.793 pensionistas
que reciben menos de 400 euros, más los jóvenes, mujeres y mayores sin ingresos. Y dentro de estos españoles
pobres, está el último escalón: 3
millones de familias en extrema pobreza, según Cáritas (Observatorio
2013), quien advierte que la pobreza
se está haciendo más crónica (a la
mayoría de pobres llevan ya 3 años atendiéndoles) y más extensa: ya no se trata sólo de inmigrantes y parados, ahora
hay pobres entre familias con trabajo, sobre todo mujeres con niños, familias
numerosas, jóvenes y ancianos.
Al final, son dos
Españas (o mejor cuatro), con
distintos ingresos (crece
la desigualdad) y que sufren de
forma diferente la crisis. Las dos
primeras podrían gastar algo más
estas Navidades, aunque sin alegrías porque no ven claro el futuro. Pero las otras dos, con pocos o ningún
ingreso, lo tienen muy negro: la crisis les
dura ya 6 años y se les acaban los ahorros y las ayudas
de familia y amigos. Y tienen menos sitios donde recurrir. El
Gobierno Rajoy y las autonomías han
recortado el gasto en los servicios
sociales, sobre todo de los Ayuntamientos,
que atienden a 8.319.000
españoles (2013), que acuden a pedir ayuda, desde ropa, comida o medicinas a un techo (hay 20.000 españoles que viven en la
calle), un subsidio o un empleo. Y las
ONGs (que se financian en un 70% de ayudas públicas) ven caer sus recursos mientras aumentan los españoles que les necesitan
(Cáritas
atiende ya a 2,5 millones de personas y 3 millones comen cada día gracias a los
bancos
de alimentos).
Esta es la España
real, con datos oficiales. Y para la mayoría, la crisis sigue ahí
y no es historia. Así que si oye que
ha mejorado el consumo estas Navidades, piense que es un espejismo: gastarán más los que pueden, un tercio de
los españoles. Los otros dos tercios,
siguen con estrecheces y sin ver claro el futuro. Y demasiados millones siguen en la pobreza. Son en los que deberíamos
pensar estas Navidades, intentando ayudarles
en lo posible. No podemos arreglar la crisis, pero sí colaborar
para que algunos la sufran menos. Serán las sextas Navidades de la crisis
pero que sean al menos unas Navidades solidarias.
¡Feliz Navidad ¡
Le tengo que felicitar por muchas razones, me gusta su blog y desafortunadamente, tengo algunos de mis amigos en esta tremenda situación.
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