La crisis bancaria
ha provocado un rosario de ventas de Cajas y bancos, que han acabado en manos de los grandes bancos.
Y se
han ido de España la mayoría de bancos extranjeros. Así, hemos pasado
de 55 entidades a 14 grupos bancarios,
donde los grandes son ahora mucho más fuertes: La Caixa, Santander y BBVA controlan ya un 44% del mercado y si les añadimos Bankia, Sabadell y Popular
sería el 69%. Un grado de concentración
que supera al resto de la banca en Europa. Y cuando se venda Bankia (entera o
troceada), si cae en sus manos serán aún más fuertes. Algo que no ayuda a los clientes, que tienen
menos puertas donde pedir un crédito o más intereses por sus ahorros. Y todo
apunta a que habrá más fusiones, con
lo que los tres grandes podrían controlar
dos tercios de la banca en España. Más grandes supone que son más poderosos y que nos darían más
problemas si entran en crisis.
enrique ortega |
La crisis
financiera ha revolucionado el mapa bancario en
España desde 2009, cuando el Estado hizo el
primer “rescate”, la Caja de Castilla la Mancha (CCM). Hemos pasado de 55 entidades españolas a 14
grupos bancarios: 4 grandes
(la Caixa, Santander, BBVA y Bankia, que será vendida pronto), 2 medianos (Sabadell y Popular), 2
pequeños (Bankinter y Grupo March) y 6
grupos de Cajas que ahora son bancos (Kutxabank, Ibercaja, UniCaja, BMN,
Liberbank y Abarca), más dos pequeñas
entidades que siguen llamándose Cajas (Caixa Pollensa y Caixa Ontinyent) y dos bancos extranjeros (el alemán Deutsche Bank y
la portuguesa Caixa Geral).
Este drástico cambio se ha producido tras un rosario
de compras de Cajas y bancos en apuros por parte de los grandes bancos. El más beneficiado ha
sido La Caixa (CaixaBank), que se ha
convertido en el
banco líder en España (en créditos y depósitos), tras aumentar un
tercio su tamaño con 5 compras: Caixa
Girona, Banco de Valencia (por 1 euro), Bankpyme, Banca Cívica (4 Cajas) y el negocio
español de Barclays. El BBVA ha
crecido un 20% con la compra de Unnim (3 Cajas catalanas) y Catalunya Banc. Santander es el único grande que no ha comprado, aunque absorbió Banesto y Banif
para no perder tamaño. El mayor salto lo ha dado el Banco de Sabadell, que ha más
que duplicado su tamaño con 6 grandes compras, que le colocan quinto en el ranking, muy cerca de Bankia:
compró Banco Guipuzcoano, la CAM (por 1 euro), Caixa Penedés, Banco Gallego,
Lloyds España y las oficinas de BMN en Cataluña y Aragón. Y el sexto grande, Popular, ha crecido otro 19% con las
compras de Banco Pastor y el negocio minorista de Citibank. Sólo dos Cajas,
Unicaja e Ibercaja, han comprado otras entidades. Y sólo dos bancos extranjeros han “pillado” en esta gran subasta: el
venezolano Bandesco compró NovaGalicia Banco (ahora Abanca) y el fondo USA
Apollo compró Evo Bank.
Precisamente, otra
consecuencia de esta crisis financiera es la fuga
de la banca extranjera en España, autorizada
a entrar en 1979. El 31 de agosto (2014), Barclays vendió su red en España (271
sucursales y 550.000 clientes) a La Caixa y antes (2013) se habían vendido la
red del Lloyds (al Sabadell) y la
del Citibank (al Popular). Una fuga que continuaba la
marcha, en décadas anteriores de Natwest,
Abbey, San Paolo o Credit Lyonnais, para los que España también dejó de ser
una inversión estratégica. Su marcha se
debe a la dificultad de competir con
una escasa red de oficinas y por sus altas
pérdidas, porque la crisis les ha pillado con mucha morosidad en
hipotecas y créditos a promotores y empresas. Con ello, España es el país
europeo con menos presencia de banca extranjera (Deutsche Bank y Caixa
Geral).
La consecuencia
de ambos fenómenos (compra de Cajas y
bancos más fuga de entidades extranjeras) es que la banca en España está concentrada
en menos manos: si en 2009 los tres grandes (la Caixa, Santander y
BBVA) controlaban un 30,6% del mercado, en 2013 ya dominaban el 40%, según un estudio
de BBVA Research. Y en 2014, con las compras de Barclays y Catalunya Bank,
ya controlan el 44%. Es el mayor grado de concentración bancaria en
Europa, donde los tres grandes italianos controlan el 38,7%, los tres
británicos el 34,7%, los tres franceses el 27,2% y los tres grandes alemanes el
21,6%. Si consideramos los cuatro grandes (añadiendo Bankia), controlan el 54%
del mercado. Y si añadimos a Sabadell y Popular, los 6 grandes controlan ya el 69% del mercado, más que en el resto de Europa. Sólo cuando sumamos la cuota de los
10 grandes bancos (82,7%), España tiene menor nivel de concentración bancaria
que Reino Unido (88,9%), según BBVA
Research.
Esta alta
concentración de la banca en España aumentará en los próximos años.
Primero, porque el Gobierno ha prometido vender
Bankia (entera o troceada) y eso aumentará el tamaño de los grandes. Y
sobre todo porque siguen cayendo los márgenes bancarios (la rentabilidad de la
banca), con lo que para ganar más
necesitan ganar
tamaño, crecer : la patronal bancaria augura nuevas fusiones, igual que el FMI .Y si la recuperación de verdad tarda unos años, caerán
más bancos ( y habrá más compras). Los propios banqueros
han comentado que los tres grandes
(CaixaBank, Santander y Popular) podrían controlar
el 75% del negocio en unos años
(con Bankia, tienen ya el 54%).
La consecuencia de
esta mayor concentración es que los clientes tienen menos
puertas a las que llamar y si las entidades son más fuertes, pueden
imponerles mejor sus condiciones. En los depósitos,
los cuatro grandes (La Caixa,
Santander, BBVA y Bankia, por este orden) controlan
el 60% del ahorro y ya se está viendo que han bajado su remuneración,
mientras la suben los bancos pequeños y online. En cuanto a los
créditos, los cuatro grandes
(La Caixa, BBVA, Santander y Bankia, por este orden en el ranking) controlan
más, casi el 62% de los préstamos. Y
lo peor es que hay 7 provincias donde el
control de alguna entidad supera el 40%, con lo que los clientes tienen más
difícil negociar: son Segovia, Ávila,
Guadalajara, Huelva, Orense Tenerife,
más Ceuta y Melilla, según
Funcas. La banca
se defiende diciendo que en España hay
mucha competencia entre los bancos (Santander acaba de sacar un depósito al
1,75% en Cataluña para competir con la Caixa y BBVA) y que la competencia
será mayor cuando entre en vigor la Unión
Bancaria europea. Pero no será hasta
2024.
Entre tanto, la banca
española (más concentrada), ha pasado
el examen europeo de los
test de estrés (capital y
solvencia suficientes) y ha vuelto a tener
beneficios, en
2013 (+7.274 millones frente a -2.825 de pérdidas en 2012, mientras la gran banca cuadruplicó
beneficios) y en
2014: en el primer semestre ganaron 6,363 millones, un 19,5% más que en
2013 y el doble que en 2012. Y los expertos estiman que ganarán otro 15% más en 2015 (+16.000 millones). Todo ello gracias a las cuantiosas ayudas
públicas recibidas (141.395
millones sólo entre 2007 y 2012, según el informe
de la CNMC, a falta de sumar las de 2013 y 2014) y al recorte que han hecho en sucursales
y plantillas: desde 2009, han
cerrado 12.768 sucursales (el 27,9%) y han suprimido el 30% de empleos
(60.416 hasta 2013). Y siguen recortando: la banca es el único sector (con la
agricultura) que pierde empleo en 2014:
-8.240 cotizantes hasta noviembre. Sin olvidar nuestra “ayuda” como clientes: cobrar
menos por el ahorro y pagar
comisiones por todo, sobre todo por Fondos, Bolsa, Planes y seguros.
La banca española
es más grande y está más saneada,
pero de momento sigue sin dar créditos.
Los préstamos
a empresas siguen
cayendo y se recuperan algo
(desde la primavera) las hipotecas
que dan a las familias, aunque todavía son
pocas (18.000 al mes frente a 120.000 mensuales en 2007) y sólo
para clientes con trabajo fijo y más de 50.000 euros de ingresos. El
problema ahora no es que los
bancos tengan poca liquidez (el BCE les asegura dinero barato para prestar)
sino que no hay demanda solvente: hay pocas empresas y particulares a los que prestar sin riesgo
(están muy endeudados y les caen las ventas y los salarios). Y encima, la nueva normativa bancaria les exige
más capital si dan más créditos: el BCE
quiere evitar más “sustos”, pero con tanta
exigencia tapona el crédito.
El gran reto de la
banca española es mejorar su
rentabilidad, que ha bajado mucho con la crisis: si antes ganaban el
15% sobre los activos que manejaban, ahora es del 6%, por la caída de los tipos y del negocio. Para mejorar su margen,
tienen que aumentar su negocio y eso pasa porque empresas y familias vayan mejor, algo difícil mientras Europa
y España no crezcan más (ahora, el 0,5%). El segundo reto, a medio
plazo, es reconvertirse tecnológicamente
para competir
con los gigantes de Internet, sobre todo Google, Apple, Amazon y quizás Twitter y Facebook, que están empezando a ofrecer servicios financieros
(tarjetas y préstamos). Y el tercer reto, el fundamental, es mejorar su imagen: “la banca corre el riesgo de perecer si no
recupera la confianza del cliente”, ha
dicho con toda crudeza el presidente de la patronal bancaria AEB, quien propone
“mostrar al público las bondades del
negocio bancario” (sic). Quizás por ello, los dos grandes bancos se han hecho accionistas
del Grupo Prisa (El País, la SER):
Santander es el tercer mayor
accionista (5,38%) y La Caixa tiene
el 5,34%. Y Rodrigo
Echenique, vicepresidente y miembro del Consejo
de Administración del Santander, preside desde abril el Grupo Vocento (diario
ABC) y podría pilotar
su fusión con el periódico El Mundo.
No es comprando medios como la banca mejorará su imagen. Hace falta que vuelva a su negocio
(prestar), a implicarse más en la
economía, financiando la nueva
industria y los sectores de futuro, además de a pymes y familias. Y sobre
todo, poner controles internos rigurosos
para evitar en el futuro más especulación y más sorpresas
como las de Bankia. Y además, deben estar bien controlados y supervisados desde fuera. Y el Gobierno y el BCE
deberían evitar que sean cada
vez más grandes, como ha pasado en España, lo que no beneficia a sus clientes ni a salvarles si hiciera falta (sería mucho más caro). El test va a ser la venta de Bankia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario