Este verano, más
de la mitad de los españoles no saldrán de vacaciones, por
primera vez en esta crisis. Y los que salen, se cogerán menos días de descanso y gastarán
menos que el año pasado. No está el
país para vacaciones, pero el que puede busca una casa en el pueblo o unos
amigos para escaparse unos días y olvidarse de la crisis. Eso sí, en las playas
habrá este verano más turistas
extranjeros (sobre todo británicos, nórdicos y rusos), alcanzándose un nuevo récord de visitantes, gracias
también a la crisis de Egipto y Turquía,
que nos desviará 726.000 turistas. En
resumen: récord de “guiris” y crisis de nacionales para un turismo español, nuestra primera industria, que espera salir este verano de año y medio de recesión, en medio de
una guerra de precios, cierre de empresas y fusiones, despidos y una profunda reconversión sin casi ayudas públicas. ¡Feliz verano ¡
enrique ortega |
El turismo, la primera
industria española, remonta suavemente la crisis: tras un mal comienzo del año y una caída en Semana
Santa, se empezó a recuperar en mayo y junio y se espera que el
PIB turístico crezca este verano (+0,2%), por primera vez desde 2011
(en 2012 cayó un -1,6%). Y que siga remontando en el último trimestre (+1,3%),
para cerrar 2013 ligeramente en negativo
(-0,4%), cayendo la cuarta parte que el conjunto de la economía (-1,6%),
para crecer ya de nuevo en 2014, según las previsiones
de Exceltur.
El motor de la recuperación turística, aún incipiente, es el turismo
extranjero, gracias a la recuperación del turismo británico, nórdico y ruso (+30,8%), además del francés,
alemán y suizo, mientras caen el italiano, portugués, norteamericano y
latinoamericano. Pero sobre todo, hay un “regalo” de turistas
desviados de Egipto y Turquía (británicos y alemanes), por la tensión
política en ambos países, como ya nos
pasó en
2011 con Túnez y la primavera árabe. El sector estima que esa crisis
política traerá a España este verano
unos 726.000 turistas “prestados”, que se gastarán 626 millones de euros con
los que no contábamos.
Con esta ayuda inesperada y la pequeña recuperación del
turismo europeo, España espera tener un verano
récord de turistas extranjeros: 22,3
millones entre julio y septiembre, un millón largo más que en el anterior verano récord de 2007, según previsiones oficiales. Y si hasta
junio ya se había batido el récord de turistas extranjeros (26,1 millones,
1,1 millones más que hace un año), todo apunta a que será posible cerrar 2013 con un nuevo récord histórico
de turistas extranjeros, por encima
de los 58,6 millones de 2007. Y que además, se gastarán un 5% más que el
año pasado, otro récord en ingresos
por divisas del turismo (unos 45.000 millones, lo que cuesta pagar el petróleo).
La otra cara de la moneda es el turismo
nacional, que supone la mitad del
negocio y que sigue en crisis, por
tercer verano consecutivo, por el paro, la recesión y la caída de salarios,
que impide a muchos españoles tomarse vacaciones. De hecho, este verano, un 57% de españoles han renunciado
a salir de vacaciones, frente al 49% en 2012. Una mayoría, que contrasta
con otros países de Europa: en Francia, sólo el 34% se queda sin vacaciones, en
Gran Bretaña el 38%, en Italia el 40% y en Alemania el 46 %, según una encuesta
de Europ Assistance. Y ese 42 %
de españoles que sí tomará vacaciones, gastará menos que el año pasado: 1.607 euros por familia (256 menos que
en 2012), frente a 2.242 € de gasto medio europeo, los 2.343 € que gastan los alemanes o los
2.803 euros de los británicos.
Entre los españoles
que toman vacaciones, la mayoría se queda dentro de España (sólo un 10% sale al extranjero) y el 63% prefiera la costa como destino,
sobre todo Andalucía, Canarias, Levante y Cataluña. Un 50% pasa entre 5 y 15
días de vacaciones y sólo un 21% se coge entre 15 y 20 días. Más de la mitad esperan
a última hora para hacer sus reservas, a la caza de ofertas, contratando directamente por Internet (sin
agencia). Y siguen cayendo las vacaciones en hoteles,
mientras sube la ocupación en apartamentos y campings, junto a las vacaciones
en el pueblo y en casas de amigos.
En resumen, un turismo
con dos caras como comprobaremos este verano: zonas de costa con más del 90% de ocupación por extranjeros y otras zonas con baja ocupación y menos
turismo español. Se
espera un lleno de extranjeros en Baleares,
Canarias, Costa del Sol, Benidorm, Costa Dorada y Costa Brava, más Barcelona,
Valencia, Málaga, Bilbao y San Sebastián. Y poco turismo nacional en la
cornisa cantábrica, Galicia, Castilla y León e interior de Andalucía, Madrid capital, los hoteles de ciudad y
las zonas de turismo rural.
Con ello, le irá mejor a la industria turística de costa y dirigida a los extranjeros, que
notarán una alta ocupación, aunque con precios
bajos y un gasto limitado por la recesión europea. Los empresarios
turísticos esperan remontar ventas pero no aumentar beneficios,
por la guerra de precios y el aumento de los costes de energía, impuestos
y gastos financieros (es un sector muy endeudado). Y de momento, se está creando poco empleo (precario), tras
haberse perdido con la crisis uno
de cada cuatro empleos en el sector
(-611.441 entre 2008 y 2013), haber cerrado la mitad de las agencias de viajes (de 14.000 a 7.000
oficinas), dos grandes empresas
(Marsans y Orizonia) y con amenaza de cierre en muchos hoteles urbanos.
Ahora, la industria
turística debe aprovechar el respiro de este verano (y la lotería
de los turistas prestados de Egipto y Turquía) para terminar la reconversión
del sector y prepararse para aprovechar
la ansiada recuperación del turismo en 2014, ajustando oferta (con recortes y fusiones), renovando instalaciones e innovando
ofertas, diversificando campañas
(fuera del verano) y buscando nuevos
mercados, ya que 9 de cada 10 turistas siguen siendo europeos. Pero además,
la industria turística necesita financiación
y ayudas para consolidarse como líder
mundial. Y eso pasa por un cambio en
la política del Gobierno Rajoy, que ha racaneado
con el turismo, aprobando un Plan Nacional de Turismo 2012-2015
que destina 438 millones al año al sector,1
euro por cada 100 euros que aporta el turismo en divisas. Y no se han
librado de los recortes:
las ayudas al turismo cayeron de
776 millones (2010) a menos de la mitad en 2013 (330 millones). Y eso que
mantiene más de 2
millones de empleos.
Bueno, otro
verano en crisis, con pocas
vacaciones de los españoles y récord de extranjeros. Y es que con 6
millones de parados,
salarios
mileuristas, impuestos
en alza y continuas subidas
de precios, no está el patio como
para gastar en vacaciones, aunque eso impida recuperar una industria clave.
La mejor ayuda al turismo es salir de la
crisis, mejorar el empleo y recuperar el poder adquisitivo de los
españoles. Y eso va para largo, como la
recuperación. Como coger un mes de vacaciones. Esos veraneos son ya
historia. Ahora, disfrutemos lo que
podamos. ¡ Buen verano ¡
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