El Gobierno echa las campanas al vuelo con los datos de paro, insistiendo que ha acabado la recesión. No es
verdad. Primero, se ha creado poco
empleo y muy precario. Y siguen perdiendo
empleo la industria y la construcción, creciendo sólo por el turismo y el
campo. Segundo, un tercio de la bajada
del paro se debe a que menos gente busca trabajo, porque han salido de España o
se han “desanimado”. Lo grave es que rondamos los 6 millones de parados, duplicando la tasa europea. Que
más de la mitad llevan más de un año en
paro y no cobran ya ningún subsidio.
Y que en 2013 y 2014, España perderá empleo neto, según las previsiones
del Gobierno, al margen de las alegrías
de primavera y verano. Así que, dejémonos de triunfalismos y afrontemos una política para crear empleo y formar mejor
a los parados, aumentando los subsidios para que no pasen hambre. Hagan algo ya.
La EPA del segundo trimestre tiene un dato
indudablemente positivo: se han creado 149.000
empleos (en 2012 se perdieron 16.000 y en 2011 se crearon 151.000). Pero al
mirar más, se ve que son empleos muy
precarios: dos de cada tres son a
tiempo parcial y casi todos temporales. Típicos de la hostelería, el
turismo y las tareas agrícolas, empleos que acaban con el verano. Y sigue cayendo la ocupación en la industria (-16.800) y la construcción (-26.500).
El paro ha caído más en el segundo trimestre, en 225.200 personas, aunque sigue en el 26,26%, más del doble que en
Europa (11%). Un tercio se explica porque hay 76.200 personas en edad de trabajar que ya no buscan empleo, o porque se
han ido de España (españoles e inmigrantes) o porque se
han desanimado y ya no lo buscan. Los activos llevan cayendo desde 2010 y más en el último año, en que hay 349.100 personas que ya
no buscan trabajo, lo que reduce
el paro sin necesidad de crear empleo. Una tendencia que seguirá, porque
la mayoría de los parados ya no cobra subsidio y no les compensa estar apuntados al paro dado que el SPE (antiguo
INEM) sólo
encuentra empleo al 3%.
Así pues, más empleo
(precario) y menos parados (porque muchos ya ni buscan). Y mientras, las
frías estadísticas de la EPA revelan tres datos estremecedores. Uno, que más
de la mitad de los parados (3.492.900, el 58,43%) llevan más de un año sin trabajo: 1.393.700
más de un año y 2.099.200 más de dos años (y de ellos, 1.100.000 más
de 3 años). Un dato preocupante, porque cuanto más tiempo se lleva en paro, menos posibilidades hay de
encontrar empleo, según los expertos (sólo un 11,7% pasado dos años), con
lo que la mitad del paro en España es estructural:
podría seguir ahí cuando salgamos de la
crisis. Dos, que sigue habiendo dos
Españas para el paro, con cinco autonomías por encima del 30% (35,79% Andalucía, 34,96% Ceuta, 33,69% Extremadura y
Canarias, 30,29% Castilla la Mancha)
y tres por debajo del 20% (15,46% País
Vasco, 18,32% Navarra y 19,52% Madrid). Y tres, que más de la mitad de los parados EPA no
cobran ya ningún subsidio.
De los 5.977.500 parados estimados en junio, sólo el 47,72% cobraba algún subsidio (2.852.801
en mayo, según
Empleo): el 45% cobraban una prestación contributiva de 849 euros (media),
y el resto prestaciones asistenciales de 426 euros. Y la mayoría, el 52,28% de los parados estimados no cobra
nada. Esto no es sólo porque hayan agotado los dos años de paro, sino
también porque el Gobierno Rajoy ha implantado
una serie de recortes
en el desempleo: reducción de la prestación del 60 al 50% de la base reguladora
desde el 7º mes de desempleo, eliminación del subsidio extraordinario para
mayores de 45 años, elevación de la edad del ordinario de 52 a 55 años y
negación de ayudas a parte de los parados mayores de 55 años. Además, introdujo
subsidios parciales en lugar de completos, endureció el acceso a la renta
activa de inserción, redujo la cotización a la SS con cargo al Estado de los
desempleados y cortó subsidios a los 61 años para forzar la jubilación
anticipada.
Con ello, hay menos
parados que cobran (es la cobertura
más baja de la crisis), reciben
menos (el subsidio medio ha pasado de 865 a 849 euros en el último año) y
todo apunta a que sufrirán más recortes
antes de final de año, porque el
presupuesto no llega. En 2012 hubo un gasto real en prestaciones de desempleo de 31.706 millones y este
año se han presupuestado 26.721 millones, un 15% menos. Pero hasta mayo, la
factura sólo había bajado un 1%, con lo que se esperan más recortes en las prestaciones de desempleo para
otoño.
Y en otoño, tras
un tercer trimestre (verano) de creación de empleo (precario) y nueva bajada
del paro, volveremos a la realidad: la
economía está parada y no se crea empleo. Es más, la previsión
del Gobierno (enviada en abril a Bruselas) es que 2013 se cierre con una pérdida de 576.500 empleos. Y que en 2014 se pierdan otros 65.500, porque
la economía sólo crecerá un 0,5%. O sea que seguiríamos con el paro en el 26% durante
el próximo año y medio. Y si baja de los 6 millones es porque aumentan los desanimados que no buscan
ya empleo porque no ven posible encontrarlo (sobre todo mayores
de 45 años y mujeres).
Por eso, es inmoral
hacer triunfalismo con las cifras de paro de un trimestre: España tiene un problema de paro
estructural, como alerta
la OCDE, con más de la mitad de los parados que no ven perspectiva, o bien por
su edad (2 millones de parados
tienen más de 45 años) o bien por su baja
formación: más de la mitad tienen una formación
básica y 3 de cada 4 nuevos
parados con la crisis sólo tienen estudios primarios o secundaria
incompleta. Y eso obliga a volcarse en políticas activas de empleo,
destinando medios y recursos a la formación
y reciclaje de parados, junto a ayudas
para la contratación de mayores de 45 años, mujeres y jóvenes.
Pero el Gobierno Rajoy
hace lo contrario: recortes. El
Presupuesto de las políticas
activas de empleo (formación y bonificaciones a la contratación) ha pasado
de 7.307 millones en 2011 a casi la mitad (4.193 millones) en 2013. Y además, se han suprimido
3.000 empleos de orientadores a parados en el SPE, un
servicio que no ayuda a encontrar empleo (sólo el 3% de los
contratos) ni ofrece apenas cursos de
interés, mientras aún no se han firmado los convenios con las ETTs privadas
para que ayuden a colocar a parados. Y hasta enero no se utilizarán los
primeros 950
millones de la última Cumbre UE para ayudar a contratar jóvenes en paro.
La Comisión
Europea, el FMI y la OCDE han criticado a España por no poner en marcha políticas activas de empleo ni
evaluar lo que se hace, disperso
entre las autonomías, más preocupadas por recortar el gasto (y “limpiar”
las listas del paro, como Madrid)
que en invertir dinero en ayudar a
colocar a los parados. Pero no nos engañemos: para colocar a los parados tiene que haber empresas que los contraten.
Y el problema es que la economía sigue
en recesión (ya lleva
dos años cayendo), no hay demanda
(hay mucho paro y los salarios siguen cayendo), no hay ventas, no hay crédito, y
así
no hay empresa que contrate.
Al final, volvemos a lo mismo: o Europa y España reaniman
sus economías, ingresando más de las empresas y los más ricos para
destinarlo a promover inversiones, o
seguiremos con una economía estancada, que podría empezar a crecer algo a
finales de año, pero tan poco que no se creará empleo neto hasta 2015
(según
el Gobierno). Y tan poco, que hará falta
otra década para que el paro baje de los 4 millones. Y muchos de los parados
actuales, si no se hace nada, ya
no volverán a trabajar nunca más. Un drama como para que hagan triunfalismo
barato. Hagan algo. Cambien.
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