jueves, 25 de julio de 2013

Poco empleo (precario) y mucho paro (crónico)


El Gobierno echa las campanas al vuelo con los datos de paro, insistiendo que ha acabado la recesión. No es verdad. Primero, se ha creado poco empleo y muy precario. Y siguen perdiendo empleo la industria y la construcción, creciendo sólo por el turismo y el campo.  Segundo, un tercio de la bajada del paro se debe a que menos gente busca trabajo, porque han salido de España o se han “desanimado”. Lo grave es que rondamos los 6 millones de parados, duplicando la tasa europea. Que más de la mitad llevan más de un año en paro y no cobran ya ningún subsidio. Y que en 2013 y 2014, España perderá empleo neto, según las previsiones del Gobierno, al margen de las alegrías de primavera y verano. Así que, dejémonos de triunfalismos y afrontemos una política para crear empleo y formar mejor a los parados, aumentando los subsidios para que no pasen hambre. Hagan algo ya.
 

La EPA del segundo trimestre tiene un dato indudablemente positivo: se han creado 149.000 empleos (en 2012 se perdieron 16.000 y en 2011 se crearon 151.000). Pero al mirar más, se ve que son empleos muy precarios: dos de cada tres son a tiempo parcial y casi todos temporales. Típicos de la hostelería, el turismo y las tareas agrícolas, empleos que acaban con el verano. Y sigue cayendo la ocupación en la industria (-16.800) y la construcción (-26.500).

El paro ha caído más en el segundo trimestre, en 225.200 personas, aunque sigue en el 26,26%, más del doble que en Europa (11%). Un tercio se explica porque hay 76.200 personas en edad de trabajar que ya no buscan empleo, o porque se han ido de España (españoles e inmigrantes) o porque se han desanimado y ya no lo buscan. Los activos llevan cayendo desde 2010 y más en el último año, en que hay 349.100 personas que ya no buscan trabajo, lo que reduce el paro sin necesidad de crear empleo. Una tendencia que seguirá, porque la mayoría de los parados ya no cobra subsidio y no les compensa estar apuntados al paro dado que el SPE (antiguo INEM) sólo encuentra empleo al 3%.

Así pues, más empleo (precario) y menos parados (porque muchos ya ni buscan). Y mientras, las frías estadísticas de la EPA revelan tres datos estremecedores. Uno, que más de la mitad de los parados (3.492.900, el 58,43%) llevan más de un año sin trabajo: 1.393.700 más de un año y 2.099.200 más de dos años (y de ellos, 1.100.000 más de 3 años). Un dato preocupante, porque cuanto más tiempo se lleva en paro, menos posibilidades hay de encontrar empleo, según los expertos (sólo un 11,7% pasado dos años), con lo que la mitad del paro en España es estructural: podría seguir ahí cuando salgamos de la crisis. Dos, que sigue habiendo dos Españas para el paro, con cinco autonomías por encima del 30% (35,79% Andalucía, 34,96% Ceuta, 33,69% Extremadura y Canarias, 30,29% Castilla la Mancha) y tres por debajo del 20% (15,46% País Vasco, 18,32% Navarra y 19,52% Madrid). Y tres, que más de la mitad de los parados EPA no cobran ya ningún subsidio.

De los 5.977.500 parados estimados en junio, sólo el 47,72% cobraba algún subsidio (2.852.801 en mayo, según Empleo): el 45% cobraban una prestación contributiva de 849 euros (media), y el resto prestaciones asistenciales de 426 euros. Y la mayoría, el 52,28% de los parados estimados no cobra nada. Esto no es sólo porque hayan agotado los dos años de paro, sino también porque el Gobierno Rajoy ha implantado una serie de recortes en el desempleo: reducción de la prestación del 60 al 50% de la base reguladora desde el 7º mes de desempleo, eliminación del subsidio extraordinario para mayores de 45 años, elevación de la edad del ordinario de 52 a 55 años y negación de ayudas a parte de los parados mayores de 55 años. Además, introdujo subsidios parciales en lugar de completos, endureció el acceso a la renta activa de inserción, redujo la cotización a la SS con cargo al Estado de los desempleados y cortó subsidios a los 61 años para forzar la jubilación anticipada.

Con ello, hay menos parados que cobran (es la cobertura más baja de la crisis), reciben menos (el subsidio medio ha pasado de 865 a 849 euros en el último año) y todo apunta a que sufrirán más recortes antes de final de año, porque el presupuesto no llega. En 2012 hubo un gasto real en prestaciones de desempleo de 31.706 millones y este año se han presupuestado 26.721 millones, un 15% menos. Pero hasta mayo, la factura sólo había bajado un 1%, con lo que se esperan más recortes en las prestaciones de desempleo para otoño.

Y en otoño, tras un tercer trimestre (verano) de creación de empleo (precario) y nueva bajada del paro, volveremos a la realidad: la economía está parada y no se crea empleo. Es más, la previsión del Gobierno (enviada en abril a Bruselas) es que 2013 se cierre con una pérdida de 576.500 empleos. Y que en 2014 se pierdan otros 65.500, porque la economía sólo crecerá un 0,5%. O sea que seguiríamos con el paro en el 26% durante el próximo año y medio. Y si baja de los 6 millones es porque aumentan los desanimados que no buscan ya empleo porque no ven posible encontrarlo (sobre todo mayores de 45 años y mujeres).

Por eso, es inmoral hacer triunfalismo con las cifras de paro de un trimestre: España tiene un problema de paro estructural, como alerta la OCDE, con más de la mitad de los parados que no ven perspectiva, o bien por su edad (2 millones de parados tienen más de 45 años) o bien por su baja formación: más de la mitad tienen una formación básica y 3 de cada 4 nuevos parados con la crisis sólo tienen estudios primarios o secundaria incompleta. Y eso obliga a volcarse en políticas activas de empleo, destinando medios y recursos a la formación y reciclaje de parados, junto a ayudas para la contratación de mayores de 45 años, mujeres y jóvenes.

Pero el Gobierno Rajoy hace lo contrario: recortes. El Presupuesto de las políticas activas de empleo (formación y bonificaciones a la contratación) ha pasado de 7.307 millones en 2011 a casi la mitad (4.193 millones) en 2013. Y además, se han suprimido 3.000 empleos de orientadores a parados en el SPE, un servicio que no ayuda a encontrar empleo (sólo el 3% de los contratos) ni ofrece apenas cursos de interés, mientras aún no se han firmado los convenios con las ETTs privadas para que ayuden a colocar a parados. Y hasta enero no se utilizarán los primeros 950 millones de la última Cumbre UE para ayudar a contratar jóvenes en paro.

La Comisión Europea, el FMI y la OCDE han criticado a España por no poner en marcha políticas activas de empleo ni evaluar lo que se hace, disperso entre las autonomías, más preocupadas por recortar el gasto (y “limpiar” las listas del paro, como Madrid) que en invertir dinero en ayudar a colocar a los parados. Pero no nos engañemos: para colocar a los parados tiene que haber empresas que los contraten. Y el problema es que la economía sigue en recesión (ya lleva dos años cayendo), no hay demanda (hay mucho paro y los salarios siguen cayendo), no hay ventas, no hay crédito, y así no hay empresa que contrate.

Al final, volvemos a lo mismo: o Europa y España reaniman sus economías, ingresando más de las empresas y los más ricos para destinarlo a promover inversiones, o seguiremos con una economía estancada, que podría empezar a crecer algo a finales de año, pero tan poco que no se creará empleo neto hasta 2015 (según el Gobierno). Y tan poco, que hará falta otra década para que el paro baje de los 4 millones. Y muchos de los parados actuales, si no se hace nada, ya no volverán a trabajar nunca más. Un drama como para que hagan triunfalismo barato. Hagan algo. Cambien.

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