De cara al verano,
usaremos más las tarjetas, tanto para
comprar como para sacar dinero. Pero cuidado,
porque bancos y Cajas han subido mucho
las comisiones a los plásticos, para compensar la caída de márgenes. Y sobre todo, el interés que nos cobran cuando pagamos a crédito con la tarjeta: supera el 20%. Además, bancos y Cajas cobran más que en Europa a los comercios de comisión por las compras con tarjeta, mientras Bruselas ha abierto dos expedientes a VISA y Master Card, que
se han comprometido a bajarlas. Y el Gobierno
está pactando reducir las comisiones a los comercios para compras inferiores a 10 euros. El temor de los consumidores
es que bancos y Cajas rebajen los costes por tarjeta a los comerciantes y a
cambio, nos suban las comisiones por uso
de tarjetas. Así que ojo a lo que le cuesta tener y utilizar sus tarjetas. Hay que usarlas con cabeza.
enrique ortega |
Los españoles tenemos 68,17
millones de tarjetas, casi dos
por cada ciudadano mayor de edad (37,4 millones). Dos de cada tres son de crédito (40,7 millones), para pagar
en 1.535.885 terminales (comercios y
servicios). Y las demás (27,47 millones) son tarjetas de débito, para pagar también compras al contado y sacar
dinero en los 55.360 cajeros de la red, la mayor de Europa. Con todo, la crisis ha reducido el número de tarjetas,
porque los clientes se han quedado con las imprescindibles: los plásticos se han reducido en 8.230.000 desde 2.008. Sin embargo, con menos tarjetas, se compra a crédito más que antes de la crisis: 97.385 millones en 2012 (+9 % sobre 2008 y
-0,90% sobre 2011), 11,11 millones de
compras con tarjeta cada hora. A
cambio, ha caído la retirada de dinero en cajeros: 110.570 millones en 2012
(-5,1% sobre 2008), aunque crecen las
compras al contado con tarjetas de débito.
Menos tarjetas de
crédito que se
usan más porque, con la crisis, los españoles tienen más difícil llegar a fin de mes (uno de cada ocho) o
hacer frente a imprevistos (4 de cada
10), según el INE, con lo que tiran de tarjeta (los que pueden)
para tapar agujeros, pagar un viaje o
cambiar un electrodoméstico. Y ahí, en las compras a crédito financiadas
con la tarjeta es donde bancos y Cajas les dan los palos, con intereses que
llegan al 35% TAE.
Con todo, tener una
tarjeta, como un coche, sale caro
aunque a veces no nos demos cuenta. Y
más caro en el último año y medio, porque bancos
y Cajas han subido todas sus comisiones (un 40% en 2012, según el Banco de España),
para compensar su caída de márgenes (somos el
2º país europeo que paga más comisiones bancarias). Y más las de las tarjetas, porque son de las comisiones que menos “se ven”. Y hay muchas.
Todas las tarjetas,
de crédito y de débito (compras al contado y cajeros) pagan una comisión de emisión
o renovación, con un importe fijo anual: 21,90 € de media (y máximo de
30€) para la de débito y 38,45 € de media (con máximos de hasta 70 euros) para
la de crédito. Además, se paga una comisión
por retirada de efectivo en cajeros de otros bancos y otras redes (entre el
3 y el 5%, con mínimos entre 2,50 y 4 euros por operación). Y si se compra o se
saca dinero en el extranjero, en países
no euro, se paga una comisión que puede superar el 6%.
Y luego están las comisiones
que se pagan por aplazar pagos, en las tarjetas llamadas revolving (hay 3 millones
más desde que empezó la crisis), aquellas donde en vez de pagar a
principios del mes siguiente todo lo comprado con la tarjeta, pagamos una cantidad fija al mes o un porcentaje del crédito utilizado.
En estos casos, el tipo de
interés oscila entre el 15% TAE
del más barato (ING) al 19,56% de BBVA, 22,48% del Popular, 26,08% de Bankia,
29,86% del Sabadell o 35,83% TAE de
Santander. Y se paga más cuanto menor sea la cuota mensual y más el gasto,
porque se está pagando intereses sobre lo
pendiente. Además, si un cliente se
retrasa en el pago de una cuota, en
cualquier tarjeta, paga tres comisiones más: comisión por reclamación
de posiciones deudoras (35 €), comisión por
descubierto (30€ por exceder el límite en tarjetas) y pago de intereses de demora (20,4%TAE en tarjetas).
Una maraña
de comisiones de las que no
siempre nos enteramos bien y que son ahora
más opacas, ya que bancos y Cajas no tienen obligación de
publicar su Libro de tarifas desde abril de 2012 (gracias a una norma
aprobada por el Gobierno Zapatero en octubre de 2011): basta con que comuniquen los cambios en las comisiones a sus clientes, individualmente. Y muchos clientes se
quejan: las tarjetas son el tercer motivo de reclamaciones
al Banco de España, sobre todo por las
comisiones cobradas.
Las quejas por las comisiones de las tarjetas es algo
histórico en los comerciantes, que
llevan años peleando con bancos y Cajas. En
Europa, las denuncias del comercio
han llevado a la Comisión Europea a abrir varios expedientes contra MasterCard
y Visa,
acusadas de aplicar comisiones abusivas (también en EEUU tienen un litigio
pendiente de los tribunales). Mientras Master
Card podría ser multada, VISA trata de evitar la sanción de
Bruselas prometiendo (en mayo) que va a
rebajar sus comisiones al comercio en compras transfronterizas y en10
países (donde las fija ella y no los bancos, como en España), para
dejarlas en el 0,30% (tarjeta crédito) y 0,20% (débito).
Mientras, en España,
las comisiones que cobran bancos y
Cajas a los comercios son más altas que
en Europa: la media de tasa en las tarjetas de crédito está entre 0,74 % y
0,59%, según el Banco
de España, aunque son casi la mitad que en 2006 (del 1,30% al 0,65%). Y en débito, las tasas a los comercios oscilan
del 0,30% al 0,16% (aquí la rebaja ha
sido menor: en 2006 oscilaban entre el 0,40% y el 0,25%). Pero estas medias esconden grandes diferencias, en perjuicio
de algunos negocios y las tiendas más pequeñas. Los comercios que más pagan son las farmacias (tasa del 1,04%), supermercados (0,90%), restaurantes
(0,88%) y compras inferiores a 15 € (0,83%). Y los que menos, las
autopistas (0,26%), los híper
(0,45%), gasolineras (0,49%) y agencias de viaje (0,51%).
Los comerciantes
culpan a estas altas comisiones de que en España se
compre menos con plásticos: sólo un
16% de las compras, la mitad que en Francia (32%) y un tercio que en Reino
Unido, Portugal o Suecia (47%). En 2005,
el Gobierno ZP pactó con las
entidades una bajada de tasas (al
1,4% máximo). Y ahora, en junio, el Gobierno
Rajoy ha aprobado un Plan
integral de apoyo al comercio que contempla negociar con las entidades financieras
para bajar las tasas a las operaciones de menos de 10 euros (23%
de los pagos), que apenas se pagan con tarjeta en España (sí fuera) porque
tienen un comisión abusiva para el
comercio: 25
céntimos en un pago de 3 euros, por ejemplo.
Los consumidores temen que bajen las tasas a las compras
con tarjeta, por pacto con el Gobierno o por imposición de Bruselas, a la vista de lo que ha pasado con la rebaja
de 2005: los bancos compensaron los menores ingresos de los comercios subiendo las
comisiones a los clientes y además, los comercios
no rebajaron sus precios, según denuncia
ADICAE. Y ahora, con bancos y Cajas sumidos en una guerra por poner datafonos, a costa de
ofertas y rebajas de comisiones, temen
que lo paguemos los usuarios de tarjetas, con más comisiones.
Suban más o no, las
tarjetas ya nos suponen un alto coste, cada
año mayor, aunque su servicio sea imprescindible. Pero hay que vigilar
su uso, utilizar sólo las tarjetas necesarias, no retrasar
demasiado los pagos y vigilar los intereses, comisiones y cuotas anuales,
negociando con nuestra entidad para rebajar costes a cambio de nuestra
vinculación. Tarjetas sí, pero rigurosamente
vigiladas para que no nos den sustos. Úsenlas con cabeza.
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