Este verano, lo último
es tener un móvil 4G y descargarse un juego o un vídeo hasta diez veces más rápido, aunque la oferta está limitada de momento a
algunas compañías y a grandes ciudades. Los móviles
de última generación van a multiplicar
por seis el tráfico de datos, con lo que también subirá nuestra factura,
aunque ahora todas las compañías ofrezcan tarifas promocionales, para que nos “enganchemos” al 4G. Las grandes telecos buscan con los móviles
4G recuperar clientes frente a las operadoras móviles virtuales, que llevan
años quitándoles clientes, en una guerra de tarifas que ahora se ha trasladado a las ofertas todo en uno (fijo+ móvil + ADSL)
y, sobre todo, a Internet móvil,
donde España es líder en Europa. Con
los móviles 4G, e incluso con el ADSL, las operadoras buscan compensar su caída de
ingresos cobrando más por la descarga de
datos a los internautas más activos. Tanto
descargas, tanto pagas.
enrique ortega |
En España, los primeros
móviles analógicos 1G (sólo en
vehículos, para Madrid y Barcelona) llegaron en 1976. Los móviles 2G se
lanzaron en 1994, desatando el boom, que se aceleró con los actuales
móviles 3G, lanzados hace diez años.
Ahora, la cuarta
generación (4G) ha llegado a
España en junio y julio, con varios
años de retraso sobre el resto de
Europa, donde nacieron en 2009 (Ericsson y Telia Sonera en Suecia) y ya estaban
operativos en 21 países. En el mundo
ya hay 65 millones de terminales 4G y se espera que un 60% de la población mundial tenga cobertura 4G para 2018. Entre tanto, Samsung ya prepara para 2020 el móvil
5G (permitirá descargar una película completa en menos de 1
segundo).
Los móviles
4G son mucho más rápidos: permiten
descargas entre 15 y 40 megabits por
segundo (cuatro o cinco veces más rápidas que el 3G), superiores a las de los
ADSL fijos en casa, con puntas de hasta
150 Mbps (10 veces más). Eso facilitará la descarga de archivos, como fotos,
música, vídeos o juegos desde móviles inteligentes (smartphones). Dos
ejemplos: descargarse el juego de
Angry Birds pasa de 2 minutos y 36 segundos a 16 segundos con 4G. Y una
fotografía de alta resolución, de 26 a 1 segundo, según el blog de Orange.
Sin embargo, el 4G
nace en España con varias limitaciones. La primera, que sólo la ofrecen de
entrada algunas compañías (Vodafone,
Orange y Yoigo) y restringida en principio a grandes
ciudades (no más de 15 capitales a finales de año), con la previsión de
cubrir el 75% de la población española a
finales de 2014. La segunda, que sólo ha disponibles en el mercado una decena
de terminales 4G (8 smartphones y 2 tablets), aunque todas las empresas
lanzarán más móviles 4G para otoño. Y la tercera y básica, que de momento su cobertura no será buena en el interior
de los edificios, porque para eso las operadoras tienen que utilizar frecuencias
más cortas, de 800 MHz, que no estarán disponibles hasta
2014, cuando el Gobierno libere
las frecuencias que ahora utilizan las cadenas de televisión (TDT).
Pero aunque nazca limitada, las operadoras buscarán popularizar los móviles 4G, con el gancho de la velocidad: el que pruebe,
no podrá vivir sin ella. Y por eso
ofrecen ofertas de lanzamiento
atractivas, con pequeños recargos,
aunque será sólo al principio. Porque si algo tiene el 4G es que, al ser más
rápido, llevará al cliente a gastar
más datos: Yoigo estima que se
multiplicará por seis el tráfico de datos, con lo que si un cliente 3G
consume una media de 500 megas, el cliente 4G consumirá 3GB. Y claro, pagará mucho más.
De hecho, la llegada
del 4G va a forzar a los operadores a modificar
su sistema de tarifas. Si hasta ahora, cuando un cliente se pasaba del
consumo contratado (15% lo hacen),
la reacción del operador era ralentizarle
el acceso, bajarle la velocidad de acceso, ahora con el 4G, no tiene
sentido penalizar una conexión de alta velocidad. Y las operadoras optarán por una de estas dos opciones: cobrar
un importe adicional para ampliar el consumo (como ya hacen los
operadores móviles virtuales) o cortar la conexión al usuario. Y como en otros países,
se modificará el sistema de tarifas
planas, tratando de cobrar distintas
tarifas según el consumo de datos
previsto. Pero en general, con más
velocidad, más consumo de datos y más factura a pagar por los usuarios.
La oferta de servicio
4G es el último arma de las grandes
operadoras con red (Vodafone,
Orange,
Yoigo
y Movistar
quizás en 2014, cuando consiga las frecuencias que le faltan) en su guerra frente a los operadores móviles virtuales (Jazztel,
Ono, Pepephone, MasMóvil, Simyo,
Lycamobile, Lebara, Carrefour, Día…), que sólo podrán ofrecer 4G si les alquilan
redes y frecuencias (algunos OMV anuncian su 4G para finales de año). Una guerra
donde siguen perdiendo los grandes: en
abril, por primera vez en la historia, las
4 operadoras con red perdieron 350.000 abonados, mientras ganaban clientes
sobre todo Jazztel y Ono. La pelea
de ofertas aumenta cada mes las fugas
de clientes: más de 5 millones de españoles han cambiado de
operador de móvil en el último año.
En 2013, además
de la batalla incipiente del 4G, las operadoras están lanzadas a dos guerras
comerciales por los clientes. Una, la
batalla del todo
incluido: ofertas de paquetes con fijo + móvil+ ADSL fijo. De
momento, está siendo un éxito y ya se han vendido 3 millones de paquetes todo en
uno desde que Movistar iniciara esta batalla (octubre 2012), en
perjuicio de los operadores móviles virtuales que no tienen red fija propia
(todos salvo Jazztel y Ono). La otra guerra, la de verdad, es la batalla
por
Internet móvil, dado que España es líder europeo en teléfonos
inteligentes (63,2% móviles son smartphones, frente al 54,6% en los
principales países europeos. Con ello, 25 millones de móviles tienen ya conexión a Internet y 6
millones de españoles (uno de cada cuatro internautas) se conectan cada día a Internet
vía móvil. Y aquí está el negocio, en cobrarles los datos, las descargas que hacen (imparables), no las llamadas que hagan.
En medio de todas estas
guerras, las operadoras se
enfrentan a una caída
de líneas (3 millones de móviles dados de baja en el último año) y a
una caída
de ingresos del 7,2% en 2012, motivada por la guerra de tarifas, que provocó
una rebaja
de precios de las llamadas (- 37,3 % entre 2008 y 2011 y otro -13,8 % en 2012). En paralelo, han tenido que frenar
sus inversiones, aunque deberán aumentarlas para completar la llegada del
4G. Las telecos se
quejan del aumento de la normativa
y regulación de la Comisión Europea, que
quiere fijar una tarifa
única de móviles para toda Europa (sin roaming) en 2014. Y critican
la actitud parasitaria de Google,
Apple y las redes sociales, que sin invertir hacen negocio gracias a sus redes.
Todo apunta a que la llegada del 4G, las guerras comerciales
y la regulación van a obligar a las operadoras a más ajustes y fusiones,
porque mientras en EEUU o China hay 3 grandes operadoras, en Europa hay 160. Pero,
sobre todo, las operadoras van a cobrar
cada día más por los datos, que crecen
de forma imparable (por la descarga de vídeos, películas y juegos),
amenazando con colapsar sus redes. Primero, van a aprovechar el lanzamiento del
4G para cobrarnos más por el móvil, ahora que vamos a poder hacer
descargas más rápidas. Y pronto también por la ADSL de casa: Deutsche
Telecom ya ha planteado imponer límites al volumen de datos en sus líneas de
ADSL, reduciendo la velocidad si los clientes los superan. En uno y otro caso, a más
datos, más factura. Habrá que vigilar mejor el
uso que hacemos de Internet, sobre todo en el móvil: tanto descargas, tanto pagas. Ojo
al dedo.
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