En enero de 2024, el último
Informe (IPOD) refleja que los productos agrícolas se venden
en destino a una media de 4,17 veces más del precio que se paga en
origen. Y en los productos ganaderos pagamos 3 veces el precio de
origen. Esta enorme diferencia es casi la misma que hace un año
(4,50 veces se pagaban los productos agrícolas y 2,93 veces los ganaderos). Hay
ejemplos
“sangrantes”: limón (se paga el agricultor a 0,20 kg y se cobra al
consumidor a 1,96 euros, 9,8 veces más), patata (de 0,32 a 1,83 euros, 5,72
veces más), plátano (de 0,27 a 2,25, 8,33 veces más), naranja (de
0,39 a 2,05, 5,26 veces más), tomates ensalada (de 0,61 a 2,39, 3,92
veces más), ternera (de 5,45 euros a 21,03, 3,86 veces más), pollo
(de 1,119 a 3,28, 2,76 veces más), cerdo (de 1,66 a 6,45, 3,89 veces
más), huevos (de 1,67 a 2,46, 1,47 veces más) o leche (de 0,52 a
0,92 euros litro, 1,77 veces más).
Los supermercados se defienden diciendo que ellos no
han disparado los precios de los alimentos, que su
margen de venta es inferior al 5% y que sólo ganan dinero gracias a
su volumen, a su aumento de ventas. Una facturación que se les ha
disparado a cifras históricas estos años, gracias a la inflación, a esa
subida del 30,8% en la cesta de la compra. Y ese tirón de la facturación se ha
traducido en beneficios
históricos para los supermercados (el sector de la alimentación, desde la agricultura a la industria y la distribución, es el que más ha aumentado sus beneficios con la inflación, según el Banco de España), mientras el campo se queja y los consumidores pagamos más. Pero, además,
este ciclo de alta inflación (2021-2023) ha coincidido con una “guerra
de precios”, en la que los grandes
supermercados han ganado cuota
de mercado, en perjuicio de las tiendas pequeñas de barrio.
El proceso de crecimiento y concentración de los
supermercados lleva dos décadas, pero se ha acelerado en los últimos
años y sobre todo a partir de 2021, con la inflación. Así, en 2002, los
supermercados (e hiper) concentraban dos tercios de las ventas de alimentos y
droguería y limpieza (62,1%). Saltaron al 69,4% en 2019 y cerraron 2023 con
una cuota de mercado del 74,9%, según
la consultora Kantar. Y precisamente, del 12,8% que los super han aumentado
su cuota, casi la mitad ha sido desde 2019. La mayor ganancia de
cuota la tuvieron el año de la pandemia (+2,2% en 2020) y los
dos años con mayor inflación, 2022 (+1,7%) y 2023 (+1,3%). En paralelo,
estos años han seguido cerrando tiendas tradicionales (fruterías,
carnicerías, pescaderías, tiendas de barrio), que no han podido afrontar la mayor
competencia y la guerra de precios desatada por los súper.
Los supermercados más grandes son los más beneficiados por
la alta inflación de estos años y la consiguiente guerra de precios. Sobre
todo, Mercadona, cada vez más líder: cerró 2023 con una cuota
de mercado del 26,2%, según
Kantar, +0,6% más que en 2022 y +3% más que en 2019. Su poder de
mercado es tal que por sus 1.619 tiendas han pasado en 2023 el 95,2% de
los compradores españoles… Le sigue, a mucha distancia, la cadena
francesa Carrefour, con un 9,9% de cuota (+0,2% que en 2022 y +1,1% que
en 2019), que visitan el 65,2% de los compradores. El 3º en el ranking es la
cadena alemana Lidl, con un 6,4% de cuota (+0,5% que en 2020 y +0,1% que
en 2019), seguida del Grupo Eroski, con 4,4% de cuota (+0,1% que en 2022
y -0,1% que en 2019) y del Grupo DIA, con 4,1% de cuota (la única que
perdió cuota en 2023, -0,5%, por la venta de 233 tiendas a Alcampo). Estas 5
grandes cadenas de supermercados controlan más de la mitad del mercado
(51%) de alimentación, droguería y limpieza en España, seguidas de Consum
(3,4% cuota), la francesa Alcampo (3,1%) y la alemana Aldi (1,5%),
aunque el 2º mayor grupo lo constituyen los supermercados regionales (17%
del mercado cuota), que siguen ganando cuota.
En
el último año, Mercadona ganó mercado a partir de abril, cuando estaba
perdiendo cuota y decidió recortar el precio de 500 productos. Las otras dos
cadenas con fuerte crecimiento han sido las alemanas Lidl y Aldi, que se
dedican a abrir nuevas tiendas y gastan mucho en publicidad (sobre
todo en TV). Y también crece más Carrefour, apoyada en sus promociones y
su programa de fidelización, en tanto aguanta Eroski en la zona norte
y se sostiene Alcampo, con más tiendas y promociones. Lo que más
sorprende es el
fuerte crecimiento de los súper regionales, asentados en marcas
locales y una buena oferta de frescos, que en algunas zonas superan el 20% de
cuota de mercado.
Para
2024, todas las cadenas de supermercados apuestan por seguir
ganando cuota a costa de mayores ventas de productos frescos, que
son la esencia de las tiendas tradicionales de barrio, que sólo tienen un
24,1% del mercado de alimentos y limpieza pero que todavía acaparan el
32,5% de las ventas de productos frescos, sobre todo frutas y verduras
(40% ventas en tiendas tradicionales) y pescado fresco (34,1% cuota). Y
también hay una pelea de los súper por los alimentos para mascotas (el
37,8% en tiendas especializadas) y por la venta de platos preparados (21%
en tiendas especializadas).
La alta inflación de los tres últimos años ha
provocado un cambio en muchos hábitos de compra de los
consumidores, según
refleja la consultora Kantar. El primero y fundamental, que cada vez
compramos más por precio, no por calidad ni por origen. Es algo que
se ha consolidado en 2023, el primer año en que las compras por precio (38%)
han superado a las compras por calidad (29%), según
la Encuesta de hábitos de consumo de MPAC. Eso provoca que los consumidores hayamos
aumentado las visitas para comprar, llenando la cesta entre distintos
supermercados y tiendas, para aprovechar precios, ofertas y promociones: casi
la cuarta parte de todo lo vendido en 2023 han sido productos en oferta,
según
la consultora Nielsen. Eso sí, en cada visita, la mayoría (un 74% de los consumidores)
compra menos y con una lista escrita, para evitar “caprichos” y disparar el ticket.
Otra tendencia clara en la compra de estos años es el
auge de las marcas blancas, las marcas de distribuidor, que ganan
peso: en 2023 supusieron el 43,4% de la cesta de la compra, frente
al 38,3% en 2021, según
la consultora Kantar, con lo que los españoles somos los europeos que
más compramos marcas blancas, mientras bajan las marcas de fabricantes.
Y hay supermercados, los líderes, donde el peso de las marcas blancas (propias)
en las ventas es abrumador, como es el caso de Mercadona (74,5% en
2023), Lidl (81,9%), Aldi (69,3%) o Día (56,3%), mientras también
crece en otras cadenas donde tienen menos peso, como Carrefour (31,4%), Eroski
(28,4%), Alcampo (24,3%) o incluso El Corte Inglés (un 15,2% de las ventas son
ya marca blanca ECI). Sin embargo, el empuje de los supermercados regionales
se hace con marcas de fabricantes (y frescos).
En las compras de alimentos, limpieza y droguería, la
venta online ganó terreno en 2023,
pero lentamente, aunque creció en el 23% de las categorías. Y se espera que
este canal siga creciendo, sobre todo para ventas de productos no frescos y de
mucho peso o volumen, aunque en Mercadona, por ejemplo, los clientes apuestan
más por los pedidos a domicilio que las compras online, que prefieren
solo algunos clientes más jóvenes.
Cara a 2024, aunque los precios suban menos, los
expertos creen que seguirá
la “guerra de precios”, en base a promociones, ofertas y
formulas de “fidelización” (puntos canjeables). Y la otra batalla de los
supermercados serán los frescos, conseguir que el cliente cargue en
el carrito frutas, verduras, carnes y pescados no congelados. Es la gran
asignatura pendiente que no acaba de aprobar Mercadona (tampoco Alcampo, Lidl,
Dia y Aldi) y en la que triunfan muchas cadenas regionales. Pero, a pesar de
ofertas, promociones y marcas blancas, la alimentación seguirá con precios
altos en 2024 (la subida anual fue el +7,4% en enero, según
el INE, más del doble que el IPC general, +3,4%), por las malas cosechas,
las subidas de costes en el campo y los altos márgenes a lo largo de la cadena alimentaria
(al menos hasta que haya información y multas ejemplares).
Otra consecuencia de los altos precios de los alimentos
es el cambio en los hábitos alimenticios de los españoles: comemos menos
frutas, verduras, carnes y pescados que antes, porque son los alimentos
que más han subido estos años. Y, además, el 63% de las familias
consume ahora alimentos de peor calidad, según
un estudio de Facua. Se ha reducido la dieta de ternera (-15% en dos
años) e incluso de pollo (el 60,7% lo consumen una vez por semana), de
frutas y verduras (sólo el 62% de los encuestados las consume 4 de 7 días,
frente al 77,7% que lo hacían antes) y de pescado (el 60,9% familias lo
consume sólo 1 vez a la semana). Una peor alimentación, por la
inflación, que es malo para la salud.
Pero hay más. La alta inflación y los elevados precios de
los alimentos ha dañado más a las familias con menos ingresos, las más
vulnerables, que han tenido que reducir otros gastos o no pagar recibos para
poder comer. Y para poder comer peor. La alta inflación ha provocado
que el 9,3% de los españoles llegara a fin de mes con mucha dificultad en
2023 (el 8,7% en 2022), según la última Encuesta de
Condiciones de Vida (INE). Y que un 6,4% de la población (más de 3
millones de españoles) no hayan podido comer carne, pollo o pescado al menos
cada 2 días. Además, como la inflación ha aumentado la pobreza, hay un 6,9%
de niños y adolescentes (556.000 menores de 18 años), que tienen
problemas para comer cada 2 días carne, pollo o pescado, según
la ONG Educo. No es sólo que los alimentos sean caros, es
que muchos españoles se ven obligados a comer peor.
En resumen, parece que lo peor de la inflación ha
pasado, pero todavía
será cara la comida, en especial los productos frescos, los más
necesarios para una dieta sana. Y como reacción, comprar será otro año más
una dura tarea, que nos obligará a comparar precios y buscar ofertas y
promociones. Y seguiremos comprando más por precio que por calidad o por
origen, lo que perjudicará a nuestros agricultores y ganaderos, porque los
distribuidores y supermercados buscarán lo más barato, venga de donde venga. Es
lo que hay.
No hay comentarios:
Publicar un comentario