Los contagios por COVID 19 se han duplicado en dos semanas, siendo España el tercer país europeo con más incidencia, tras Reino Unido y Paises Bajos. Esta 5ª ola se ceba en las personas de 12 a 40 años (sin vacunar) y toda la Península está en “riesgo extremo”, más grave en Cataluña, Castilla y León, Navarra, Aragón y Baleares. Muchas autonomías reaccionan con más restricciones y toques de queda, algunos anulados por los jueces. Pero la única medida eficaz es reducir drásticamente los contactos sociales (también de día) y vacunar a todos los mayores de 40 años (más vulnerables), porque 4 millones no tienen la 2ª dosis. Y vacunar a los jóvenes, aunque necesitan varias semanas después para inmunizarse. El drama es que la variante Delta irá a más en agosto y Europa prevé que los contagios se cuadrupliquen, saltando en España de 677 hoy a 2.384 el 8 de agosto. Un tsunami para la salud, los hospitales y la economía. Evitémoslo.
Enrique Ortega |
La pandemia en el mundo lleva dos semanas al alza, superando los 500.000 contagios diarios y rozando ya los 200 millones de contagiados (2,5 de cada 100 habitantes del Planeta). Hoy son 194,16 millones de personas contagiadas en 193 paises, según la Universidad John Hopkins. El continente más afectado sigue siendo América (75,34 millones de contagiados), junto con Europa (58,74 millones) y el sudeste de Asia (37,30 millones), seguidos de lejos por el este del Mediterráneo (12,03 millones), África (4,72) y el Pacífico (4,13), según la OMS. Por paises, lideran los contagios Estados Unidos (34,44 millones) e India (31,41 millones), junto a Brasil (19,68), seguidos a mucha distancia por Francia (6,05 millones), Rusia (6,04), Reino Unido (5.72), Turquía (5,60), Argentina (4,84), Colombia (4,72), Italia (4,31) y España (4.280.424 contagiados) y Alemania (3,76 millones).
Los muertos por la pandemia se han estabilizado, en torno a los 8.700 diarios, y hoy se ha alcanzado la cifra de 4.159.142 fallecidos en el mundo por COVID 19 (2,4 millones este año), según la Universidad John Hopkins. Casi la mitad de los muertos se han producido en América (1.982.643 fallecidos), seguida de Europa (1.209.595), sudeste de Asia (543.016), este del Mediterráneo (229.078), África (110.958) y el Pacífico (61.215 muertos), según la OMS. Por paises, encabezan el ranking de mortalidad Estados Unidos (610.891 muertos), Brasil (549.924) e India (420.967), seguidos de lejos por Rusia (151.352), Reino Unido (129.446), Italia (127.949), Colombia (118.862), Francia (111.806), Argentina (103.721), Alemania (91.534) y España (81.221 muertos, de ellos 30.384 este año).
En Europa, los contagios por COVID 19 se han triplicado en las últimas dos semanas, pasando de 50 a 150 contagios por 100.000 habitantes, según los datos del Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC). Y eso por el avance de la variable Delta (india), un 60% más contagiosa, que ha disparado los contagios en Reino Unido (de 507 a 870 el viernes 23), Paises Bajos (de 90,3 a 720) y España (de 316 el 9 de julio a 677,67 contagios por 100.000 habitantes el viernes 23), el tercer país con más incidencia ahora en Europa, muy por encima de Portugal (427,7), Irlanda (252,4), Francia (200,6), Bélgica (153,5) y sobre todo de Italia (58,5 contagios por 100.000 habitantes), Austria (37,5), Suecia (35,9), Alemania (21,8) o Polonia (3,3 contagios/100.000), según los datos de Sanidad.
El problema de esta 5ª ola es que los contagios se han propagado con más rapidez que en las anteriores (de 95 a 677,67 en las últimas 4 semanas) y la incidencia ya supera con creces a “los picos” de la 1ª ola (217,3 contagios el 9 de abril 2020), la 2ª (529 el 9 de noviembre) y la 4ª (235,59 el 26 de abril de 2021), acercándose al pico de la 3ª ola (899 contagios el 27 de enero 2021). Y además, esta 5ª ola es especialmente virulenta entre los menores de 40 años, más vulnerables porque la mayoría no están vacunados: alcanza los 1.883 contagios por 100.000 habitantes (el triple que la media) entre los jóvenes de 20 a 29 años, los 1.623 contagios entre 12 y 19 años y 891 entre 30 y 39 años, según Sanidad.
Con esta incidencia récord de contagios (677,67 por 100.000 en las últimas 2 semanas), España se sitúa muy por encima del “riesgo extremo” (más de 250 contagios, según la OMS). De hecho, toda la Península lo supera con creces y sólo están “en riesgo alto” (150 a 250 de incidencia) Ceuta (209 contagios) y Melilla (240), según Sanidad. Dentro del mapa de “riesgo extremo”, hay 5 autonomías en situación más grave, con una incidencia elevadísima: Cataluña (1.184 contagios por 100.000 habitantes), Navarra (983), Castilla y León (890), Aragón (864) y Baleares (784 contagios). Y otras 8regiones tienen una incidencia por encima de 500 contagios: Asturias (658), Madrid (647), País Vasco (645), Cantabria (640), La Rioja (626), Galicia (575), Comunidad Valenciana (559 contagios) y Extremadura (514) Las 4 restantes están algo mejor, pero con una incidencia muy elevada también, “en riesgo extremo”: Andalucía (468), Canarias (413), Murcia (378) y Castilla la Mancha (299).
Otro dato preocupante es que hay un elevado porcentaje de positivos en las pruebas que se hacen en toda España (1.230.419 pruebas semanales, 200.000 más que antes): el 15,74% dan positivo, cuando hace sólo un mes eran el 4%. Eso indica un nivel de contagio “extremo” (más del 15% de positivos), especialmente elevado en Cataluña (20,88% de positivos), Aragón (19,08%), Castilla y León (18,61%), Navarra (17,43), Andalucía (16,32%), Comunidad Valenciana (15,79%), y Baleares (15,44%), según Sanidad. Y lo peor es que la mayoría de contagios no se pueden “rastrear” bien, debido a que la mayoría son de jóvenes que tienen un alto nivel de contactos sin posibilidad de seguimiento. De hecho, ahora, el 59% de los contagios son “casos sin contacto conocido”, según Sanidad, cuando hasta ahora eran el 31%. Y eso implica que sólo se descubran 2 contactos de media por caso y por eso la pandemia crece sin control. Además, muchos contagiados son asintomáticos y no respetan la cuarentena de 10 días al estar de vacaciones, facilitando la propagación del virus.
Al principio de esta 5ª ola, muchos parecían no preocuparse tanto como con otras anteriores porque había menos ocupación de camas y UCIS y menos muertes. Pero en las últimas dos semanas, eso ha cambiado. La ocupación de camas hospitalarias por enfermos COVID se ha duplicado con creces, pasando de 3.121 el 9 de julio a 7.955 el viernes 23. Es preocupante (“riesgo alto”) la situación de Cataluña (10,95% camas hospitalarias ocupadas por enfermos COVID) y están “en riesgo medio” los hospitales de Baleares (8,04% ocupación), Castilla y León (7,58%), Madrid (7,22%), La Rioja (6,83%), Euskadi (6,65%), Canarias (5,97%), Comunidad Valenciana (5,66%) y Andalucía (5,31%). Y aumenta también la ocupación en UCIs, con enfermos COVID de menos de 40 años: se han duplicado, de 627 a 1.292 en las últimas dos semanas. Y hay casos graves, de mayores de 40 años que aún no han completado la 2ª dosis de la vacuna, necesaria para afrontar con garantías la variante Delta.
Las muertes también están creciendo, aunque sean mucho menores que en las olas anteriores, al estar vacunados casi totalmente la mayoría de los mayores de 60 años. En la última semana (16 al 23 de julio) han muerto 125 personas por COVID 19, más que los 93 fallecidos la semana anterior y los 92 de la anterior. Mucho tienen que ver los datos aportados por Sanidad: un 5,5% de los contagiados en esta 5ª ola son personas vacunadas con las 2 dosis y otro 11,4% son vacunados con sólo 1 dosis, lo que hace que no exista el 100% de seguridad con las vacunas para nadie (un 94,5% de inmunidad es un porcentaje altísimo). Y con ello, algunos mayores con patologías previas y también jóvenes acaban hospitalizados. Y los más vulnerables siguen muriendo, todavía “demasiados”.
Ante esta avalancha de contagios y hospitalizaciones, que tiene colapsados los Centros de Salud (sobre todo en lugares de vacaciones), el Gobierno central sigue con su política de no tomar medidas (salvo aprobar el decreto que suprime las mascarillas en exteriores) y dejar que lo hagan las autonomías, cada una a su manera (ver restricciones). Las que tienen un mayor nivel de contagio, con Cataluña a la cabeza, han optado por reducir los horarios de cierre de bares y restaurantes (eso sí, están abiertos hasta las 12,30 o 1 de la mañana), restringir los grupos (a 10 personas) y establecer toques de queda nocturnos, aunque sólo de 1 a 6 de la mañana, medida que han rechazado los tribunales en Extremadura, Canarias o Aragón y han autorizado en Cataluña, Comunidad Valenciana, Cantabria y Navarra (aquí solo los fines de semana).
Estas “restricciones” son parches poco eficaces, porque no se limitan los contactos sociales durante la mayor parte del día, con lo que el virus tiene muchas horas y muchas vías para multiplicarse sin cortapisas, salvo la distancia social, la mascarilla y la prudencia de los más responsables. Y las autonomías se ven desbordadas para hacer pruebas, para ampliar seguimientos y rastreos y para obligar a los contagiados y a sus contactos a hacer cuarentena (la Directora de Salud de Baleares ha sido imputada por obligar a hacerlo a un contacto estrecho de un contagiado). Y aunque todas vacunan a un buen ritmo (de los mayores de Europa), van a tener menos dosis y personal para vacunar en lo que queda de julio y agosto. Y decir que la solución es “vacunar a los jóvenes” es un espejismo: los expertos recuerdan que tardan de 2 a 3 semanas en inmunizarse, con lo que pueden vacunarse y contagiarse. Y contagiar. Ahora y cuando vuelvan de vacaciones en septiembre.
Por eso, la solución no puede ser esperar a vacunar a los jóvenes (no se puede conseguir antes de octubre) sino tomar medidas drásticas para reducir los contactos entre personas: reducción de horarios en hostelería y comercio, limitaciones en playas y lugares de ocio, toques de queda más amplios y cierres perimetrales de las ciudades con más contagios (medida que muchos jueces no autorizan). Y, en paralelo, acelerar la vacunación, pero no de los jóvenes sino de los mayores de 40 años pendientes, ahora más vulnerables en esta 5ª ola, dado que la variante Delta puede atacarles si no tienen la 2ª dosis.
El dato es muy revelador: a 4.089.046 personas con más de 40 años les falta poner la 2ª dosis, según los últimos datos de Sanidad (22 de julio). De ellos, la prioridad deberían ser las personas de 70 a 79 años (84.458 no tienen puesta todavía la 2ª dosis), luego las de 60 a 69 años (a 776.203 les falta la 2ª dosis), después las de 50 a 59 años (923.381 esperan el 2º pinchazo) y por fin las de 40 a 49 años (2.348.486 están sin la 2ª dosis). Sólo después de completar la vacunación de estos 4,08 millones de personas (más complicada ahora por las vacaciones y la menor llegada de dosis), debería empezarse a vacunar a los jóvenes.
El riesgo es que las autonomías no tomen medidas drásticas y traten de “salvar el verano” (para “no poner en peligro” el turismo y la hostelería), como ya pasó el año pasado. Pero esta vez, el riesgo de una 5ª ola descontrolada es mayor, porque en agosto será totalmente mayoritaria en Europa la variante Delta y eso acelerará los contagios (+60%) y las hospitalizaciones. Ya lo ha advertido el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC), aunque su informe (ver web) apenas se ha divulgado: los contagios en Europa se van a multiplicar por 4, de 144,6 esta semana a 622,9 que prevén para el 8 de agosto. Y pone los pelos de punta la previsión que hacen para España: de 536 contagios esta semana (serán realmente 677) a 840 la semana que viene, 1.401 contagios el 1 de agosto y 2.384 contagios el 8 de agosto. Será la 3ª incidencia más alta prevista en Europa, tras Chipre (6.926 contagios) y Holanda (5.956 contagios), nada que ver con la estimada por el ECDC en agosto para Italia (103,1 contagios), Portugal (643,4), Francia (252,2) y Alemania (15,4).
Los expertos europeos nos auguran un tsunami de contagios para agosto (2.384 contagios), aunque ni el Gobierno ni las autonomías parecen haber leído el Informe. Aunque la avalancha de contagios sólo sea la mitad (1.200 contagiados en agosto), es un cataclismo para la salud, para la sanidad pública y para la economía. Esta “5ª ola desbocada” va a provocar la huida de turistas extranjeros (Francia recomienda no viajar a España y Alemania exigirá cuarentena a la vuelta) y que no vengan muchos otros, junto a una estampida de turistas españoles que hoy están de vacaciones fuera de su ciudad (y que, a la vuelta, volverán a acelerar los contagios en Madrid y muchas otras grandes ciudades). Y con ello y las restricciones al consumo, peligran la recuperación y el empleo esperados para el tercer trimestre, después de haber pinchado en el segundo por la 4ª ola.
Todavía estamos a tiempo de impedir el tsunami de contagios de agosto, si Gobierno y autonomías pactan medidas más drásticas para reducir el contacto social y consiguen el apoyo de los jueces. Pero no parece fácil. Lo más probable es que cada autonomía se busque la vida por su cuenta y con ello el virus tenga vía libre para multiplicarse, dado que todavía hay 22 millones de españoles sin la vacuna completa. Antes se pensaba que en septiembre superábamos la pandemia, con el 70% de españoles vacunados totalmente (hoy son el 54%). Pero ahora, con la variante Delta, los expertos dicen que hará falta vacunar al 80% o incluso al 92%, para conseguir la inmunidad de rebaño. Así que ya no saldremos del túnel de la pandemia hasta fin de año. Por eso, hay que dejar de hablar de “salvar el verano” y pensar en salvar la salud y evitar más muertes. Y afrontar con medidas drásticas y eficaces esta 5ª ola, no con “parches”, para evitar un tsunami en agosto. Avisados estamos.
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