Estos días de Navidad hay más tiempo para el ocio, pero los españoles tienen
bastante descuidada la Cultura: el 36% no lee nunca, el 67% no va a un museo, el 77% no va al teatro,
el 75% no asiste a un concierto y el 46% no va al cine. Sólo gastamos en cultura 71 céntimos al día, un 30% menos que antes de
la crisis. Y el Estado, las autonomías
y Ayuntamientos también gastan hoy en Cultura un 31,4 % menos que en 2008, cuando España era el país europeo que más había aumentado su gasto cultural, de la
mano del ladrillo. Esto ha hecho que se
pierdan empleos y facturación en la
industria cultural, que pide medidas urgentes para despegar,
desde la bajada del IVA a una Ley de Mecenazgo y luchar contra la piratería. También urge un Pacto político para invertir más, porque un país más culto es un país más próspero,
como demuestra el norte de Europa. Apostemos
por la Cultura.
enrique ortega |
La “burbuja del ladrillo” y sus enormes ingresos para Ayuntamientos y
autonomías alimentó también una enorme “burbuja cultural” en España, a finales de los 90 y primera década del siglo
XXI: no había ciudad importante que no financiara exposiciones, conciertos,
bibliotecas y teatros, aunque también con abusos ligados al ladrillo
(auditorios, museos y grandes monstruos pseudoculturales proliferaron como hongos
por toda España). De hecho, entre el año 2.000 y 2010, España fue el país europeo donde más creció el gasto cultural, nada menos que un 91%,
rozando los 7.000 millones de gasto en 2010 (casi 4.000 de los Ayuntamientos).
Pero en esto llegó la crisis y el gasto en
Cultura fue el primero que sufrió la
tijera de los recortes, desde el
Estado central al más pequeño Ayuntamiento. Y así, si en 2008 se dedicaron al gasto público en Cultura 7.111 millones (3.907 de
los Ayuntamientos, 2.129 de las autonomías y 1.075 millones del estado
central), en 2011 el gasto cultural
público ya había caído a 5.837 millones (-17,9%) y en 2015, tras los duros recortes de Rajoy
y sus dirigentes autonómicos y locales, el gasto público cultural había caído
ya a 4.877 millones (672 millones del
Estado central, 1.050 de las autonomías y 3.155 millones de los Ayuntamientos),
según datos oficiales del Anuario de Estadísticas Culturales 2016. Eso significa que la Cultura ha perdido con la crisis 2.234 millones de dinero público, un 31,4%, la mayor caída entre todos los países europeos, cuyo presupuesto cultural sólo
cayó un 3,5% (UE-28).
En paralelo, las
empresas y los particulares también han recortado drásticamente su gasto
en Cultura con la crisis. Primero, las grandes empresas españolas y los bancos, que apoyaban muchos
eventos culturales como parte de su política de imagen y promoción pública.
Pero sobre todo, el recorte se ha notado con la crisis de las Cajas de Ahorro, cuya Obra Social ha pasado a ser testimonial,
tras haber desaparecido o ser absorbidas la mayoría de las 45 Cajas de Ahorro existentes
en 2008. Y también ha caído drásticamente el gasto cultural de las familias españolas: si en 2008 gastaban en
Cultura 16.963 millones (el 3,1% de su presupuesto), en 2015 han gastado 11.969
millones, 5.000 millones menos, un 19,4% menos, según datos oficiales. Y el gasto medio
por español en Cultura ha pasado de 372 euros al año en 2008 a 260 euros en 2015 (71 céntimos
diarios), un 30% menos.
Con este drástico recorte del gasto en
Cultura de los organismos públicos, empresas y bancos más las familias, la
industria cultural se desplomó con la crisis: si en 2008 aportaba a la
economía 31.253 millones de euros (el 2,8% del PIB), en 2015 ha aportado 27.030 millones (el 2,5% del PIB), 4.223 millones
menos. Y eso se ha traducido en una pérdida
de 56.828 empleos desde 2008 en el sector cultural, donde trabajan ahora
515.000 personas (el 2,9% de los ocupados en España), en 112.037 empresas (el
3,5% de todas las empresas españolas), según el reciente Anuario de estadísticas Culturales 2016.
Si antes de la crisis los españoles no destacábamos por nuestros
“hábitos culturales”, ahora menos. Los datos que acaba de publicar el Ministerio de Educación y Cultura,
en el Anuario de Estadísticas Culturales 2016, son impactantes: el 37,8% de los españoles no ha leído un libro en el
último año, el 67% no ha ido a un museo, el 74,4% no ha pisado una biblioteca
(ni “virtualmente”), el 76,8% no ha ido al teatro, el 93% no ha ido al ballet,
el 91,4% no ha ido a un concierto de música clásica, el 75,5% no ha ido a un
concierto de música actual y el 46% no ha ido al cine. En realidad, lo único
que hacen masivamente los españoles es escuchar
música: lo hizo el 87,2% de la población en 2015. Le sigue la lectura (62,2% de los españoles),
aunque el último Barómetro del CIS (septiembre 2016) es
demoledor: un 36,1% de los españoles
reconoce que no lee nunca o casi nunca
y casi la mitad dicen que no leen “porque no les interesa”… Y la mitad de
los que leen no pasan de 4 libros al año
(en Finlandia, a la cabeza del informe PISA de educación, la media son 147
libros leídos por persona al año). La tercera actividad cultural favorita de los
españoles es ir al cine (54% de la
población), que ha recuperado en 2014 y 2015 espectadores (96,1 millones) y recaudación (575,2 millones de euros),
aunque todavía está un 10,8% lejos de la
asistencia y recaudación de 2008.
Mientras los españoles
no apuestan por las actividades culturales tradicionales, se vuelcan en el “ocio online”, enganchados como estamos a Internet: 31.204.000 españoles mayores de 14 años
se conectaron a Internet este pasado noviembre
(un 78,6% de la población de esa edad), según el último Estudio general de medios (EGM). La
mayoría de los internautas se conectan a
la Red para comunicarse con otros, vía WhatsApp (94,5%) o correo
electrónico (72,6%), o para informarse de lo que pasa (54,2%) y
a la hora de optar por contenidos “culturales”, la mayoría se queda en oír
música por Internet (28,7%) o visionar películas y series (22,7%),
según el último EGM de octubre-noviembre 2016.
Los internautas,
además, se han acostumbrado al ocio y a
la cultura gratis por Internet, según el estudio “Navegantes en la Red 2015, elaborado por AIMC a partir de una exhaustiva encuesta a
17.928 internautas. Así, apuestan por el “gratis
total” al leer noticias (87,6%
de internautas, sólo el 9,9% paga), jugar online (76,2% gratis, sólo
11,3% pagan), descargarse música (87,9% gratis, sólo 5,7% de pago), películas
(89,5% gratis, 3,1% de pago) o libros electrónicos (72,1 % gratis,
13,7% de pago). Un dato revelador es que el 60% de los accesos
a Webs de música, películas, videojuegos, series, libros y fútbol fueron ilegales, “piratas”, en 2015,
según datos del Observatorio de la Piratería, que cifra el valor de lo pirateado en 23.265 millones de
euros anuales. Eso sí, está creciendo la TV de pago, por el
fútbol y las series, que ya abonan el 45% de internautas.
Pero la gran apuesta de ocio de los españoles
es la televisión: este año 2016
veremos una media de 229 minutos DIARIOS
de televisión (3 horas y 49 minutos), según la consultora Barlovento. Aunque son 17 minutos menos que en el año récord de 2012 (la
audiencia lleva 4 años seguidos cayendo, unos 5 minutos al año), España sigue siendo el 2º país de Europa que ve más horas de televisión, tras Italia (4 horas
y 40 minutos), por delante de Francia (3 horas y 44 minutos) y Reino Unido (3
horas y 7 minutos), según el informe IHS Markit 2015. Con todo, lo más
llamativo es que el 73,4% de los españoles mayores de 4 años ve la televisión cada día y eso son 32.677.000 españoles de audiencia media
diaria. Y si sumamos todo el tiempo que pasamos al año delante de la tele,
resulta que son 59 días, casi 2 meses al
año, la 3ª actividad a la que dedicamos más tiempo tras dormir, trabajar o
estudiar…
Somos “teleadictos” e internautas enganchados al
ocio gratuito, pero no apostamos por la Cultura, salvo la que sea gratuita o “espectáculo”
(conciertos y grandes exposiciones). Cara al futuro, los expertos creen que el ocio y la cultura serán cada vez “más digitales” y su motor serán los jóvenes
(menores de 35 años), según el informe “Global Entertainment and Media Outlook 2016-2020”, elaborado por la
consultora PwC. Las industrias culturales, desde el cine o la música al libro,
tendrán que apostar por modelos de negocio “híbridos”,
digitales y físicos, con auge de los servicios
de “streaming” (visualización sin descarga) y suscripción digital (pago por servicios a la carta, desde música a
series). Y de aquí a 2020, el informe augura los mayores crecimientos a la
industria de la televisión de pago (+4,9%), la radio (+3,7%), los videojuegos
(+3,2%), las películas de entretenimiento (+2%) y la música (+1,8%), mientras caerá la facturación de la prensa
(-2,1%) y el mundo editorial (-0,3%).
¿Qué se puede hacer
para reanimar la Cultura en España? Lo primero, gastar más desde las
instituciones públicas, desde el Estado a las autonomías y Ayuntamientos.
Porque también aquí, España gasta menos en Cultura que la mayoría
de Europa: 91,74 euros por habitante (2014), frente a 113,54 euros en
la UE-28 y 123,74 euros por habitante en la UE-15, según el estudio “El estado de la Cultura en 2016”, de la Fundación Alternativas. España sólo
gasta más en Cultura que otros paises de la Europa del sur, como Italia (74,15
euros por habitante), Portugal (39,28 euros) y Grecia (16,67 euros por
habitante), pero está muy alejada del gasto en Cultura de la Europa del norte, desde Dinamarca (gasta
256 euros por habitante) a Suecia (200 euros) o Finlandia (162 euros), los
paises con mejor educación (Informe PISA) y mayor nivel de prosperidad e
igualdad en Europa. No debe ser casualidad.
El sector cultural
ha hecho de la bajada del IVA su principal reivindicación: la Cultura
paga en España el 21 % desde que el
Gobierno Rajoy (septiembre de 2012) subió el IVA anterior del 8%, salvo para la
prensa y los libros en papel (en 2017, también los libros digitales y la prensa online pagarán el IVA reducido del 4%). Y eso
contrasta con otros paises europeos, donde el IVA cultural es mucho más bajo: 5,5% en
Francia, 6% en Holanda, 7% en Alemania, 9% en Irlanda, Grecia y Finlandia, 10%
en Austria, 12% en Italia, 13% en Portugal o 20% en Reino Unido. Está claro que
bajar el IVA del 21 al 10%, por ejemplo, ayudaría a reanimar el gasto cultural, pero hay que dejar
claro que si ha caído tanto no ha sido por el IVA, sino por la crisis, que ha
recortado el gasto público y el de las familias. El cine, por ejemplo, perdió 13,6 millones de espectadores entre 2008
y 2012, antes de subir el IVA. Y las
artes escénicas (teatro, danza y género lírico) perdieron otros 6,1 millones
de espectadores esos años.
Junto a la bajada del
IVA, el sector cultural ha presentado una serie de propuestas para reanimar la Cultura, incluidas en el Libro Blanco de la Cultura presentado en mayo de 2016. Entre ellas piden una Ley de Mecenazgo (prometida
para 2013 por el PP) para facilitar las inversiones culturales de empresas y
particulares (como hace muy bien Francia), medidas más rigurosas contra la piratería (el 87,48 % de todos los contenidos consumidos en 2015 eran ilegales, según los datos del último Observatorio de la Piratería), la aprobación del Estatuto del artista y creador (el
30% de los que trabajan en el sector no tienen un sueldo fijo: son autónomos o viven de ingresos irregulares
muy bajos), el que los creadores jubilados puedan trabajar y a la vez cobrar
pensión (el nuevo Gobierno Rajoy dice que se lo va a permitir) y una mayor coordinación entre administraciones a
la hora de promover la Cultura. Además, habrá que resolver el pago del canon digital, una compensación a los creadores por copias privadas,
que se pagaba en los Presupuestos, algo que han declarado ilegal los Tribunales.
Y el Gobierno Rajoy está pensando que esta compensación (entre 80 y 100
millones de euros) salga de un recargo al comprar los móviles (lo más fácil) y dispositivos de grabación (incluidos discos duros).
Al final, se trata de alcanzar otro amplio acuerdo político
y social, un Pacto por la Cultura, para facilitar
que los españoles lean más, vayan más al
cine, al teatro, a los conciertos y a los museos, no se limiten a estar
enganchados a Internet y apalancados ante
el televisor. Eso pasa por más medios y también por educar a los jóvenes en
la Cultura, desde el colegio a la Universidad. Y apostar por un país más culto,
porque los paises que lo son resultan ser también más productivos y con mejor
nivel de vida. Mejorar la Cultura es
mejorar la Economía.
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