jueves, 24 de diciembre de 2015

Dos Españas, dos Navidades


Basta salir a la calle estos días para ver que esta Navidad está más animada que las anteriores, desde las tiendas y los restaurantes a los supermercados. Y hemos comprado mucho por Internet. La previsión es que sea la mejor Navidad desde el inicio de la crisis, aunque la mejoría de ventas se apoya en ofertas y descuentos, en una economía “low cost”. Pero ojo, que la Navidad no sea un espejismo: seguimos en crisis y el mayor consumo viene sólo de una parte de españoles, los que tienen trabajo (medio millón más), menos retenciones y una extra. Pero hay otra España, los 10,3 millones de personas que son oficialmente “pobres” que no están para consumir, que viven de la ayuda de sus familias y las ONGs y para los que esta Navidad es gris y triste, porque no tienen ayudas ni salidas. Seamos solidarios con ellos, los tenemos muy cerca. Y ¡Feliz Navidad a todos¡ 
 

enrique ortega


Nos bombardean con la “noticia”: esta va a ser “la mejor Navidad de la crisis, con el mayor consumo navideño desde 2008. La patronal de los grandes almacenes espera un aumento de ventas del 5 al 7%, mientras otro estudio de ESADE estima que los españoles gastarán esta Navidad entre un 4 y un 5% más que el año pasado. Y las tiendas online esperan que las ventas por Internet den un salto histórico, con 3.460 millones de ventas online, un 10% más que en 2014. Unos y otros se apoyan en ofertas y descuentos, que empezaron en el Black Friday y que no terminarán hasta las rebajas de enero, después de Reyes. Se trata de una verdadera “fiebre consumista”, apoyada en un amplio abanico de ofertas y “productos gancho”, que configuran una verdadera economía “low cost”, compras a golpe de descuento. Con todo, las ventas están aún un 25% por debajo de las de 2007.

Dos tercios de los españoles tienen la sensación de que estas Navidades pueden gastar más, según una encuesta europea de Deloitte, que revela que las familias españolas van a ser las quintas europeas que más gasten: una media de 684 euros por familia, un 9,8% más que el año pasado. Un gasto que se irá en regalos (269 euros), comida (208 euros), ocio (83) y viajes (124 euros), con la mayoría de las compras en tiendas físicas (62% híper y 31 % grandes almacenes), aunque muchos habrán seleccionado antes en Internet (a través del móvil) lo que van a comprar y dónde, aumentando mucho las compras por la Red (ya un tercio). Eso sí, el gasto navideño varía mucho según el presupuesto familiar: un 38% de las familias gastarán menos de 500 euros extras estas navidades, un 29% entre 500 y 1.000 euros y el resto no sabe cuánto gastará, según un estudio de los consumidores CECU. Eso sí, casi la mitad de ese gasto será en regalos (47%), un 19% en comida y un 13% en juguetes.

Hay varios factores económicos que explican por qué estas Navidades se va a consumir más en España. El primero, porque hay más españoles con trabajo: en noviembre había 447.872 personas más afiliadas a la Seguridad Social que en diciembre de 2014, con lo que puede decirse que hay 500.000 españoles más con trabajo que en las Navidades de 2014. Y aunque muchos sean contratos precarios y mal pagados, temporales y a tiempo parcial (la cuarta parte por menos de una semana), suponen más ingresos para muchas familias. Y si han estado en paro, lo normal es que aprovechen y gasten en lo que no han podido. Además, en octubre se pagó a casi 3 millones de funcionarios un 25% de la extra que les quitaron en la Navidad de 2012 y saben que en 2016 van a cobrar el 50% restante (ya cobraron un primer 25% en enero 2015), con lo que este colectivo también se animará a gastar más. Y lo mismo los pensionistas, que cobraron su habitual extra navideña a principios de diciembre. Además, a todos los trabajadores se les descuentan desde enero menos retenciones en la nómina (30 euros menos de media), al haber bajado el Gobierno el IRPF de 2015, a lo que hay que sumar una rebaja adicional de retenciones desde el pasado 1 de julio (otros 16 euros al mes de media), con lo que son 46 euros más de ingresos estos últimos meses.

Todo ello hace que los 18 millones de españoles con un trabajo (15 millones de asalariados y 3 millones de autónomos) tengan estas Navidades más dinero para gastar, aunque muchos de ellos estén intranquilos porque tienen un trabajo precario y sueldos muy bajos: el sueldo más frecuente entre quienes trabajan en España es de 15.500 brutos al año (menos de 1.000 euros netos al mes en 14 pagas), según el INE. Y más de uno de cada cinco asalariados (el 22,2%) son “trabajadores pobres”, 3.318.655 españoles, según la OIT.

Pero hay otra España que está mucho peor, porque están sin trabajo (4.850.800 parados EPA en el tercer trimestre) o ni siquiera se consideran parados, porque ya ni buscan empleo (mujeres, mayores de 45 años y 1.850.000 jóvenes que ni estudian ni trabajan). En total, hay 10, 8 millones de españoles que son oficialmente pobres, según el INE, porque ingresan menos del 60% de la renta media de los españoles (o sea, menos de 663 euros al mes las personas solas y menos de 1.393 euros al mes las familias con dos hijos). Y esta Navidad hay 837.000 pobres más en España que en las Navidades 2014, según el INE. Con este nivel de ingresos, que en muchos casos es cero (hay 721.900 hogares sin ingresos, según la EPA, y 1.572.900 hogares donde ningún  adulto trabaja), resulta difícil gastar, sea o no Navidad.

El problema de esta otra España, la España que lo está pasando realmente mal (Europa amplía hasta 13,5 millones el número de españoles en situación precaria, según el indicador AROPE de Eurostat) es que la crisis dura ya 7 años y muchos ya no saben qué hacer para sobrevivir. Sólo hay 1.583.498 españoles pobres que reciben ayudas, o bien un subsidio asistencial de 426 euros al mes de la Seguridad Social (lo cobran 1.204.333 parados) o bien una renta mínima de las autonomías, entre 300 y 662 euros al mes, según donde vivan (se benefician 379.165 personas más). Así que quedan 8.739.502 millones de españoles pobres sin ayuda (o 12 millones, según los datos europeos), que tienen que malvivir gracias a las ayudas de sus familias, las ONGs o los servicios sociales municipales (recortados). Y cada Navidad que pasa les resulta más angustioso comer, pagar el alquiler, la luz o el colegio de los niños. Como para comprar regalos, mariscos y salir a cenar fuera por Navidad.

Así que cuando oiga hablar de que estas son “las Navidades de la recuperación, que las tiendas, los restaurantes y las carreteras están llenas, piense que esta es sólo una parte de España, la que ha sobrevivido mejor a esta crisis, pero que hay otra España, con muchos millones de personas, que siguen pasándolo mal y que cada día que pasa sin trabajo y sin ingresos es un día que se agrava su penosa situación. Es algo que debería ser una prioridad para el próximo Gobierno, pero mucho me temo que no tomen medidas efectivas, que no aprueben un Plan contra la pobreza, como tampoco hicieron en la anterior legislatura. Así que no quedará más remedio que seguir con la solidaridad de muchos españoles, con la ayuda de las familias y las ONGs, que atienden ya (sin recursos)  a 3 millones de pobres.

Mire a su alrededor estas Navidades y no piense sólo en compras y regalos. Vea también que hay muchos millones de españoles que necesitan ayuda, porque no se han podido recuperar de la crisis. Y eso nos podía haber pasado a cualquiera. Por eso, deberíamos ser solidarios: ayudar a los que lo necesitan y con donaciones y ayudas a las ONG que trabajan con ellos. Que puedan pasar lo mejor posible estas Navidades, las séptimas ya de la crisis. Ayudemos en lo posible a los que lo están pasando mal. Nos sentiremos mejor. 
¡Feliz Navidad a todos¡

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