En el último Consejo de 2014, Rajoy les hizo un regalo de Reyes anticipado a las
autonomías: perdonarles los
intereses de los 62.558 millones de euros que este Gobierno les ha prestado para que pagasen facturas y servicios y no quebraran.
Y tampoco les cobrará intereses por la deuda que contraigan en 2015, 2016 y
2017. Con este nuevo
rescate, el quinto en tres años, se
ahorrarán 5.552 millones en intereses. Pero hay más: Hacienda devolverá por ellos el céntimo sanitario y
les ingresará lo que recaude con el nuevo impuesto sobre depósitos bancarios.
En total, un balón de oxígeno de 8.000 millones para 2015. Y gracias
a este regalo, podrán rebajar impuestos
(12 autonomías) y gastar más en este año electoral. Una maniobra política descarada, porque de las 5 autonomías más endeudadas (Valencia, Castilla la Mancha, Cataluña, Baleares y Murcia), 4 las dirige el PP. Pero hay un tema de fondo: las autonomías están
asfixiadas porque están mal financiadas, al margen de que gasten mal. Y Rajoy ha incumplido su promesa de
reformar el sistema de financiación autonómica.
enrique ortega |
En diciembre de 2011,
antes incluso de tomar posesión (el 21), Rajoy se encontró con que la Comunidad Valenciana podía ir a la quiebra: no podía devolver un crédito de 123 millones
de Deutsche Bank (que vencía el día 25) ni pagar las nóminas ni la SS, a pesar
de un anticipo de 480 millones que le había dado la ministra Elena Salgado días
antes de irse. A Rajoy y a Montoro
les tocó avalar de palabra la deuda y adelantar
110 millones para pagos urgentes. Baleares
pidió un crédito para pagar las nóminas de diciembre. Y Cataluña no ingresó en diciembre ni las retenciones ni las cuotas sociales
de sus funcionarios. El resto estaban igual, como los
Ayuntamientos: sin liquidez, endeudados
y con millones de facturas sin pagar a
miles de empresas y autónomos.
El Gobierno Rajoy
dejó claro a las autonomías (la
mayoría gobernadas por el PP) que no iba a dejarlas caer, menos cuando
los mercados tenían la vista puesta en España. Y aprobó, en marzo
de 2012, el primer rescate: 27.303 millones del Plan de Pago a proveedores,
préstamos para que autonomías (17.704
millones) y Ayuntamientos (9.598 millones) pagaran las facturas atrasadas. Pero
no era suficiente: había que ayudar a las autonomías a financiar la sanidad,
educación, Dependencia y gastos sociales, que se llevan el 75% de su
Presupuesto. Y para ello, aprobaron en octubre de 2012 el segundo rescate,
sólo para las autonomías: un Fondo de
Liquidez Autonómica (FLA), 16.638 millones en préstamos. En
2013, fue necesario un tercer rescate: un nuevo Plan de
pago a proveedores (4.544 millones para autonomías y 1.965 para
Ayuntamientos) y un nuevo FLA autonómico (con 22.920 millones más de
préstamos). Y aunque dijeron que era la última vez, en 2014 hubo un cuarto rescate: otro Plan de pago a
proveedores (7.979 millones para autonomías y sólo 32.051 euros para
Ayuntamientos) y otro FLA para las autonomías (23.242 millones).
En total, suman 93.019
millones en préstamos entregados a las autonomías y otros 11.595 millones para los Ayuntamientos.
Pero no todas las autonomías se han
beneficiado de este dinero. Del Plan de pago a proveedores (30.219
millones para las autonomías) se han beneficiado 14 autonomías, todas salvo Galicia, Navarra y el País Vasco (no
pidieron), destacando el dinero recibido por la Comunidad Valenciana (7.518 millones), Cataluña (6.464), Andalucía
(4.953) y Castilla la Mancha (3.956
millones). Del Fondo de Liquidez Autonómica (62.800
millones) se han beneficiado 10 comunidades: sobre todo Cataluña (25.422 millones), Comunidad Valenciana (13.008), Andalucía (11.437), Castilla la Mancha (3.512), Canarias
(2.661), Murcia (2.495) y Baleares (2.428), seguidas de lejos por Cantabria
(808 millones), Asturias (783) y Extremadura (sólo 178 millones en 2014).
Las otras 7 autonomías, con Madrid
a la cabeza, no han querido ni un
euro del FLA, por una cuestión de
“prestigio” (no parecer “rescatadas”) y para no tener que funcionar “vigiladas por Montoro”. A
cambio, han tenido que pagar mucho más
por endeudarse en los mercados: han pagado un
sobrecoste financiero de 1.757 millones (822 millones sólo Madrid), según
Hacienda, quien afirma que las autonomías “rescatadas” se han ahorrado
en intereses 1.126 millones con los dos Fondos.
A pesar de todos estos préstamos
públicos, las autonomías siguen
sin levantar cabeza: los ingresos (propios y cedidos por el Estado) les
siguen cayendo, por la crisis, y los gastos siguen ahí, sin poder reducirlos
mucho, a pesar de los drásticos
recortes de estos tres años. En 2014
habrá 7 que incumplirán el déficit y en 2015, habrá que darles más
ayudas. Pero antes de hacerlo, el
Gobierno Rajoy quiere aliviarles un poco
de la pesada losa de la deuda, cuya carga
se ha duplicado: si pagaban 4.500 millones en intereses en 2012, en 2014
habrán pagado 9.000 millones. Y eso porque la
deuda de las autonomías casi se ha duplicado
con Rajoy: de 137.049 millones en 2011 a 232.004 millones en 2014
(septiembre). Sólo los préstamos recibidos en estos 3 años suponen el 40% de toda esa deuda.
Para aligerar el peso
de la deuda, Rajoy ya hizo un primer regalo a las autonomías
en 2014, (31 de julio), por
partida doble. Por un lado, les rebajó
los intereses al 1%, lo que supuso un ahorro de 409 millones en intereses para 2014 y otros 1.625 millones en 2015, según Hacienda. Por otro, les retrasó un año la devolución del
principal de los créditos: el FLA de 2012, el primero a devolver, se hará en 2016 en lugar de en 2015. Y lo mismo
los demás, en 4 años. Eso supone a las autonomías otro ahorro de 2.000 millones en intereses en 2015.
Ahora, Rajoy hace el segundo regalo: la deuda
autonómica pagará un 0%
de interés. Un regalo que se ofrece en tres paquetes. Uno, para las 10
autonomías con préstamos del FLA (Fondo de liquidez autonómica): no pagarán intereses durante 2015, 2016 y
2017 por los 62.800 millones recibidos del Gobierno central y por los
nuevos créditos que necesiten (hay
28.100 millones disponibles para los próximos 3 años). Dos, a las 7 autonomías que no pidieron créditos del FLA (Madrid, Galicia, Castilla y León, la Rioja,
Aragón, Navarra y País Vasco), se
les ofrece no
cobrarles tampoco intereses si piden créditos al Gobierno (en vez de a la
banca) en 2015, 2016 y 2017 (tienen 12.880
millones nuevos disponibles). Y
tres, se crea un nuevo Fondo Social
(FLA social), de hasta 1.280 millones,
otra línea de crédito que pueden pedir las autonomías para pagar las deudas que tienen con los Ayuntamientos (es un regalo electoral para los
municipios).
El efecto inmediato de este regalo de Navidad es que las autonomías tendrán un ahorro adicional de casi 2.000 millones
en intereses para 2015. Un ahorro que beneficiará
más a las autonomías más endeudadas, por lo que han protestado las que no pidieron los préstamos del FLA y se
endeudaron con los bancos, sobre todo Madrid, que se queja de que Rajoy favorece a las autonomías
“despilfarradoras”. La mayoría son autonomías del PP. De hecho, las 6 autonomías que han recibido más prestamos del
Gobierno central (entre el Plan de pago a proveedores y FLA) son Cataluña (31.886 millones), Comunidad Valenciana (20.526 millones), Andalucía (16.390 millones), Murcia (4.284 millones) y Baleares (3.617 millones), cuatro de
ellas gobernadas por el Partido Popular. Y de
las 5 autonomías más endeudadas en 2014, Comunidad
Valenciana (35,8% PIB), Cataluña (31,8%), Castilla la Mancha (33,7%), Baleares
(28,3%) y Murcia (24,6%), cuatro son
gestionadas por el PP.
Al final, entre el
regalo de julio y el de diciembre, las autonomías se ahorrarán 5.552 millones en sus gastos financieros de
2015, según
Hacienda. Pero hay más regalos: Montoro
se compromete a que Hacienda pague toda la devolución del céntimo sanitario (que recaudan las autonomías) a transportistas y particulares (exigida por Bruselas),
lo que les evitará pagar unos 2.000 millones de euros. Y además, se ha comprometido a ingresarles lo que recaude
con el nuevo impuesto sobre depósitos
bancarios, que les supondrá un ingreso extra de 375
millones en 2015. En total, entre todos los regalos (menos intereses,menos pagos y más ingresos) , las autonomías tendrán un ahorro de casi 8.000 millones
de euros. Una cifra que es
la cuarta parte de lo que ingresan al año por IRPF (Renta).
Un gran alivio, un balón
de oxígeno que ya tiene destino al ser un año electoral: servirá para bajar impuestos y para gastar más,
aunque Bruselas
querría que destinaran ese ahorro a rebajar su déficit (será del 1,2% en
2014 en vez del 1% y deberían bajarlo al 0,7% en 2015, lo que supondría
recortar 5.000 millones). Pero las autonomías no están por recortar gastos en
vísperas de elecciones, sino de subirlos: van
a aumentar un 2,5% el presupuesto de sanidad y educación, algunos gastos (extra
funcionarios) e inversiones (en
carreteras, obras y servicios, incluidos 15 nuevos hospitales previstos para
antes de mayo). Y hay 12
autonomías que ya han
prometido bajar impuestos,
reducir su parte del IRPF como Montoro: son Madrid,
Castilla la Mancha, Extremadura, Castilla y León, Comunidad Valenciana,
Cantabria, Baleares, Aragón, Murcia, Canarias y Asturias (todas con
elecciones y 9 del PP), más Navarra.
Así que vía libre
para gastar más e ingresar menos, a la espera de que Juncker y la Comisión
Europea (con mayoría
conservadora) miren para otro lado.
Todo sea por intentar ganar las
elecciones de mayo. Y con este parche
electoralista, Rajoy gana tiempo
y pospone afrontar el problema de fondo:
la insuficiente
financiación de las autonomías. La realidad ha dejado claro que sus
ingresos son insuficientes para los
servicios que prestan y que además están mal
repartidos: la Comunidad Valenciana,
Murcia, Canarias y Andalucía reciben menos recursos por habitante que la media,
según un estudio
independiente de Fedea. Rajoy prometió cambiar el sistema de financiación, pero será otra promesa incumplida y solventada con rescates y regalos.
Pero el problema sigue ahí: quien recauda y quien gasta en España. Hace falta dar más medios a
las autonomías (y a los Ayuntamientos) y menos al Estado central. O cambiar las
competencias. Es un tema de reparto del poder. Complicado.
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