El gasto farmacéutico
se ha reducido 3.300 millones en cuatro
años, por las rebajas de precios, la retirada de fármacos financiables y el
copago.
Pero en los últimos 6 meses, el gasto ha
vuelto a aumentar. Para frenarlo, el
Gobierno ha bajado por decreto el precio de 14.500 medicamentos (el 76%),
con fecha 1 de julio. Y obliga a los laboratorios a tener los precios más bajos de Europa en las medicinas que financia
Sanidad. Ahora, los medicamentos serán un
25% más baratos que en Europa, lo que facilita las exportaciones (y el desabastecimiento de fármacos) y dificulta
que los laboratorios investiguen y creen
nuevos medicamentos. Y hunde más a las farmacias,
una de cada cinco en graves apuros. El problema
de fondo es que el Gobierno se ha pasado en el recorte farmacéutico,
porque ya gastamos menos que Europa.
Y si muchas
medicinas valen menos que una cerveza, corremos el riesgo de que no se lancen
nuevos fármacos o se exporten y falten en las farmacias. Al final, lo barato es caro.
enrique ortega |
Ningún país europeo, salvo Grecia, ha hecho un recorte
tan drástico del gasto farmacéutico:
se ha reducido 3.322,4 millones desde
2009 (el año récord de gasto, con 12.505 millones) hasta finales de 2013
(9.183,2 millones). Un ahorro
del 27% en cuatro años, motivado
por dos razones. Una, que se hacen menos
recetas (-8%), por la introducción del copago
a pensionistas y el mayor cobro a los activos (desde el 1 de julio de
2012) y la retirada
de medicamentos financiables (el 1 de septiembre de 2012 salieron 426
fármacos de la financiación pública). Y, sobre todo, porque el gasto por receta es menor (-20%),
debido a la creciente penetración de genéricos
más baratos (un 71,5% de las unidades vendidas) y a las sucesivas bajadas
de precios impuestas a los laboratorios y farmacias desde 2010.
Sin embargo, la rebaja
en el gasto farmacéutico ha
tocado suelo y desde septiembre de 2012, son ya 6
meses consecutivos en los que crece la factura farmacéutica (en los dos
primeros meses de 2014 ha subido
un 2,2%). Ello se debe al envejecimiento
de la población (más mayores que necesitan fármacos) y a que se
ha desinflado el efecto del copago, tras el primer año de aplicación: muchos
pensionistas se han “acostumbrado” a
pagar los 8 euros de tope de la mayoría y otros (en Madrid, por ejemplo)
acumulan recetas para dos meses y pagan su aportación sólo un mes.
El Gobierno quiere
volver
a recortar el gasto y acaba de aprobar un real decreto para rebajar los precios
de referencia de los medicamentos, el
precio máximo de un fármaco que el Estado está dispuesto a financiar. Así,
se garantiza que el paciente siempre tenga un genérico o un medicamento con un
precio igual o menor al de referencia. Los precios de referencia se
establecieron en 1997 y han
bajado en numerosas ocasiones, sobre todo desde 2010, aunque no se actualizaban desde 2011, porque
el Gobierno Rajoy no
ha conseguido hasta ahora (Consejo Ministros 21 marzo 2014) aprobar el real
decreto de 2012, por las múltiples alegaciones y su paso por el Consejo
de Estado. Ahora, se rebajan los precios
de 14.500
medicamentos (76% del total), siendo efectivo desde el 1 de julio probablemente.
Una de las novedades del real decreto de precios de
referencia es que obliga a los laboratorios a informar si un medicamento tiene
un precio menor en cualquier país europeo y si es así, les obliga a bajar el precio hasta que tengamos en España el más bajo de
Europa. Con ello, los medicamentos
financiables en las recetas del SNS serán los más baratos de Europa. Hoy ya
casi lo son: España tenía en 2012 un precio de los medicamentos un
19,4% inferior a la media europea, según Farmaindustria. Y los fármacos sólo eran algo más baratos en Portugal, Eslovaquia
y Estonia. Ahora, serán
los más baratos de los 28.
La nueva bajada de
precios de los fármacos, con la que el Gobierno pretende ahorrar
otros 500 millones este año, tiene un
primer efecto perverso: el desabastecimiento de medicamentos. Si los precios
en España son los más baratos de Europa, los laboratorios se dedicarán a exportar
cada vez más (en 2013 ya batieron un
récord, con 10.060 millones, cuatro veces lo exportado en 2000) y puede
producirse desabastecimiento. Y también han
crecido las exportaciones ilegales, medicamentos
desviados de los almacenes y las
farmacias para su venta en Alemania, Gran Bretaña, Holanda, países nórdicos
y el este de Europa, donde se venden más caros. La Guardia Civil y las
autonomías ya han desmantelado
varias redes, sobre todo en Cataluña, Castilla y León, Galicia y
Andalucía. El resultado es que crece la lista de medicamentos que faltan en las farmacias, 127 ahora,
según esta
Web de Sanidad. Y podría aumentar en los próximos meses,
por la anunciada bajada de los precios de
referencia: laboratorios, almacenes y farmacias no se quieren pillar los
dedos con stocks de medicinas que a partir del 1 de julio bajan de precio.
El otro efecto perverso de la nueva bajada
de los medicamentos es que desincentiva la inversión en nuevos fármacos,
en investigación de los laboratorios (que hacen
el 20% del gasto en I+D de toda la industria española). Actualmente, la mitad
de los medicamentos cuestan
menos de 3,5 euros, un 35% cuestan entre 3,5 y 20 euros y sólo un
15% valen más de 20 euros. Eso se debe a la rápida penetración de los genéricos,
que ya suponen el 71,5% de las presentaciones (y el 43,2% de la facturación).
Con este panorama, los laboratorios
tienen cada vez menos incentivos para crear nuevos fármacos, en perjuicio de nuestra salud: de hecho,
sólo
2 de cada 10 nuevos medicamentos autorizados son innovadores. Y además,
sufren la competencia de laboratorios
kamikazes, que importan licencias y genéricos de terceros países (Hungría,
Corea, India y China), tirando precios.
La rebaja de precios va a deteriorar más un sector clave de
nuestra sanidad: las
farmacias. No sólo les han caído
drásticamente las ventas (-27%) con
los mismos clientes, sino que les han subido
los costes (financieros, luz, impuestos) y les han impuesto dos descuentos de precios desde 2010,
una especie de “impuesto revolucionario” sobre ventas que les obligó a
devolver una media de 20.500 euros por
farmacia en 2013. Con todo ello, 1
de cada cinco farmacias (hay 21.458) están
con apuros económicos, según un informe
de Antares Consulting. De ellas, más
de 1.000 están en riesgo de liquidación, según Cofares.
El problema de fondo
es que el Gobierno Rajoy se ha pasado de frenada a la hora de
recortar el gasto farmacéutico: si hasta 2010 había
mucho despilfarro, hoy España cumple la recomendación de Bruselas de gastar
menos del 1% del PIB en medicamentos: 0,95% en 2012 y 0,90%
en 2013 (algo que no sucedía en España desde 1994). Incluso, el gasto farmacéutico per
cápita ha caído por debajo de
la media europea: gastamos
194,9 euros por habitante (267,5 en 2009), frente a 330 euros de media en la
UE-28.
¿Qué ha pasado? Pues
que Gobierno y autonomías
han utilizado los medicamentos como la principal herramienta para bajar el
gasto sanitario: el
79% del ajuste sanitario se ha hecho en los medicamentos, que no es la
principal partida de gasto. De hecho, el gasto farmacéutico público suponía en
2013 el 14,5%
del gasto sanitario público total, en línea con la media europea (15%
del gasto sanitario). O sea, nos han aplicado el copago, nos han quitado
medicamentos de las recetas, han bajado precios a laboratorios y farmacias y así
han ahorrado las cuatro quintas partes del ahorro sanitario. Y en
todo el resto, desde hospitales a ambulatorios, tecnología, personal y
demás gastos, sólo han ahorrado el 21%
restante.
El problema de centrar
el ajuste en los medicamentos, también en 2014, es que el Gobierno
tira
demasiado de la cuerda y puede poner en peligro nuestras medicinas.
Por un lado, el simple abastecimiento,
que peligra por unos precios tan bajos que fuerzan a vender
fuera. Por otro, la investigación en
nuevos
fármacos. Y sufren dos sectores claves, laboratorios y farmacias (nuestros asesores sanitarios más cercanos).
Racanear con los medicamentos,
forzando que cuesten menos que una
cerveza es peligroso. Y no se puede bajar
el déficit (casi
nada, por cierto) a costa de nuestra
salud. Ojo: lo barato es caro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario