Vuelta a clase, a proseguir el cuarto curso de los recortes, con
menos profesores, menos medios y menos becas y ayudas. Y a la espera de concretar
con las autonomías la nueva Ley
educativa, que entrará en vigor en septiembre
de 2014. Todo ello, teniendo muy reciente el último Informe PISA, que sitúa a España
en un nivel educativo similar al de 2003,
aunque en línea con Europa. Preocupa que haya más desigualdad educativa, sobre todo entre las autonomías. Y no se debe tanto a que los jóvenes estudien en un
centro u otro como a su origen social, al nivel
de vida y educación de su familia y a
la región donde viven: las más pobres dan peores resultados educativos.
Y con la crisis y los recortes, ha
aumentado la brecha económica y educativa entre el norte y sur de España.
Ojo: la desigualdad económica (entre familias y regiones) se
traduce en desigualdad educativa. Educarse empieza en casa.
Del perfil de Facebook de Literatura Infantil y Juvenil SM |
El informe
PISA, que la OCDE realiza cada tres años en 65 países, no es un
examen de los conocimientos de los jóvenes
de 15 años (4º de la ESO) sino
sobre cómo saben usar esos conocimientos, la destreza que demuestran.
Los resultados
de España son polémicos: para unos, son muy
malos, porque estamos por debajo de la OCDE en Matemáticas
(484 puntos frente a 494), Lectura (488 frente a 496) y Ciencias
(496 frente a 501). Para otros, estamos muy
cerca de la media europea (489 en Matemáticas y Lectura y 497 en Ciencias)
y hemos
mejorado respecto al informe 2009, sobre todo en Ciencias. Pero hay un
hecho claro: tenemos casi la misma nota
que en el primer Informe de 2003
(incluso un punto menos en Matemáticas) mientras España ha aumentado su presupuesto
en educación en estos diez años (del 4,4 al 4,8% PIB), sin que mejoren
los resultados PISA.
El otro tema
preocupante que refleja el informe PISA es que España tiene un menor porcentaje de alumnos
excelentes: sólo un 8% de jóvenes españoles están entre los que
destacan frente al 12% en la OCDE. Tenemos los mismos en los niveles de notas bajas (23%) y muchos más
estudiantes “medianillos” (69%). Y nos baja mucho la nota el tener muchos más repetidores (1 de cada 3 estudiantes repiten curso en España): tienen 150
puntos menos de media que el resto de alumnos evaluados.
España, hasta
2009, daba un buen resultado en el
informe PISA sobre equidad: teníamos una educación
bastante igualitaria, al nivel de los países nórdicos. Pero con la crisis y
los recortes, nuestra educación se ha
hecho más
desigual: los hijos de familias
con mayores ingresos superan (PISA 2012) a los de niveles más bajos en 34
puntos (en Matemáticas), ya muy cerca
del nivel de desigualdad de la OCDE (39 puntos de diferencia). Y lo peor, según
el último informe: más del 85% de las diferencias en el rendimiento
en Matemáticas de los alumnos españoles “es atribuible a diferencias socioeconómicas”,
frente al 47% en Italia, el 16% en Canadá o el 26% en Australia. O sea: dime el nivel de ingresos de tu familia y te
diré cómo son tus notas. En general, con excepciones que confirman la
regla.
Esta desigualdad no se debe sólo al nivel de ingresos familiar,
sino a otros
factores que suelen ir unidos, como el
nivel educativo de los padres, donde España tiene un gran retraso: sólo
el 40% de los españoles entre 25 y 64 años tienen educación secundaria
no obligatoria frente a un 62% de media en la OCDE. Y eso tiene muchas consecuencias. Por ejemplo, que
el alumno tenga en casa menos de 10 libros o más de 200 explica una
diferencia de nota de 124 puntos (PISA). Y lo mismo, disponer de mayores
recursos para ir a guarderías
(obtienen después mejores notas), tener clases particulares o más o menos
refuerzo en casa. El informe PISA refleja también que los hijos de inmigrantes
(que se han triplicado en los colegios
españoles, hasta el 9% de los alumnos) han obtenido 150 puntos menos, de media.
Diferencias
educativas según clase social y diferencias
aún mayores entre
autonomías, en perjuicio de las
más pobres, del sur de España. Así, obtienen una nota por debajo de la
media de España en el informe PISA 2012 (como en los anteriores) Extremadura (461 puntos en Matemáticas
frente a 484 España), Murcia (462) y
Andalucía (472), las tres con la menor renta per cápita de
España, más Baleares (475
puntos, quizás por el peso del turismo, que fomenta el abandono escolar). Y
sacan nota por
encima de la media (y de la
OCDE), Navarra (517 puntos en Matemáticas),
País Vasco (505), Madrid (504), La Rioja (503) y Aragón
(496), las cinco regiones con más renta
per cápita junto a Cataluña (que saca peor nota por el tema de la lengua y la elevada inmigración).
También Castilla y León (509 puntos),
como fruto de sus planes de refuerzo, y Asturias (500 puntos).
La crisis económica y
los recortes han agravado la brecha
económica entre las autonomías, con mayores diferencias entre el sur,
que cae más, y el norte: en 2012, las autonomías que más cayeron, según el INE fueron Castilla la
Mancha (-3,1%, que no se incluyó en el informe PISA 2012), Extremadura (-2,8%), Andalucía
y Asturias (-2,1%) y Murcia
(-2%), otra vez las tres autonomías que
sacan peor nota en el informe PISA. Una brecha
escolar entre autonomías que será difícil
de corregir en el futuro, aunque mucho pueden paliar sus políticas educativas (Andalucía ha
mejorado más que la OCDE en el informe PISA 2012).
¿Qué se puede hacer
para mejorar la nota PISA? El ministro
Wert insiste en que los países que tienen mejores resultados son los
que dan más autonomía a los centros
educativos y los que hacen más
evaluaciones externas, dos pilares de la nueva Ley de
Educación (LOMCE). Pero los expertos dicen que esta Ley
Wert y los recortes (que seguirán
en 2014-2015), empeorarán las cosas. Primero,
porque es falso que la Ley Wert dé
más autonomía a los centros: quita poder
a los Consejos escolares y refuerza a
los directores nombrados por la Administración y no por sus compañeros. Además,
refuerza el centralismo, ya que los
temarios de las asignaturas importantes los fija el Ministerio. Y segundo,
porque los recortes
(-7.300
millones entre 2010 y 2014) devalúan
la calidad de la enseñanza. Por
un lado, porque han suprimido 21.800
profesores entre 2010 y 2013, además de reducir un 80% los cursos de
formación del profesorado (los CAP y los CEP). Por otro, porque se ha reducido
drásticamente la educación compensatoria
(Plan PROA), las clases de refuerzo (-68%), claves para mejorar la nota de los
rezagados. Y en tercer lugar, por la pérdida de becas (-600.000 sobre 2010) y
ayudas a las familias (-1,1 millones menos de becas para libros, -30/-50%
ayudas de comedor, becas transporte), claves para compensar el efecto de la desigualdad
económica sobre la enseñanza.
Mejorar la educación
no es sólo cuestión de dinero, de gastar
más, aunque los recortes son claramente
un suicidio. Hay que poner el foco en otros
temas, a la vista del informe PISA. Primero, en los profesores:
los países que triunfan en educación dan prioridad al profesorado, desde la
selección (rigurosa) a la formación (aquí se recorta), los incentivos económicos
por resultados y configurar una carrera
profesional, más un mayor prestigio social. Segundo, dan mucha importancia
a la autonomía
real de los centros, para que configuren una educación innovadora, más
práctica (y menos “de memoria”, como en España). Y tercero, dan mucha
importancia al papel de las familias
y a una mayor responsabilidad de los
alumnos: en
Asia,
que tiene cuatro países con las mejores notas en PISA (China, Singapur, Corea y Japón), los jóvenes estudian hasta 14 horas diarias y sus
padres les exigen mucho y dan prioridad a invertir en su educación
sobre otros gastos. Y en todos los países líderes, la educación es un gran objetivo
nacional, al margen de recortes y
peleas políticas.
Son varios caminos
sobre los que se podría ir avanzando en el terreno
educativo, desde los colegios y sus profesores a las familias y
los alumnos, siempre que haya un pacto político y social en favor de la
educación, la clave de nuestro futuro. Pero sabiendo que si no reducimos la pobreza y la
desigualdad, habrá dos
Españas también en educación. Porque mucha de la nota que saquen
nuestros hijos empieza en casa.
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