Las exportaciones,
junto al turismo, eran de lo poco que se ha salvado de la crisis.
Pero nuestras ventas al extranjero llevan varios meses renqueando, creciendo menos,
por culpa de la recesión en Europa: de nuestros 7 principales clientes, cuatro
están en recesión (Italia, Gran Bretaña, Portugal y Holanda) y dos estancados (Francia y Bélgica). Y
si analizamos los países que más nos compran fuera de Europa, todos crecerán
menos este año, salvo EEUU. Con ello, dos
tercios de nuestras exportaciones se van a resentir en 2012 y España tendrá
una recesión más profunda y más paro de lo que prevé el Gobierno.
Y 2013 será otro año difícil para exportar, por el bajo crecimiento europeo y
mundial. La puntilla son los recortes
en las ayudas a la exportación, que
caen un 20%. Hay que mimar la
exportación, no torpedearla.
enrique ortega |
Las exportaciones
han pinchado en 2012, tras dos años
de fuertes crecimientos (+16,8% en 2010 y +15,4% en 2011): hasta agosto, sólo han crecido un 4,1%, la cuarta parte que el año pasado en esas
fechas (+18%). Ello se debe a una caída
en las compras de nuestros principales clientes europeos, por la recesión: -2,2%
Francia, -8,3% Portugal, -5% Italia, -3,6% Reino Unido y -1,1 % las compras globales de la zona euro. Sólo suben nuestras ventas
a Alemania (+10,5%), Bélgica (+3,6%) y Holanda (+4,5%). Y tampoco ha ayudado la
subida de precios
de la exportación (un 2,8% anual en agosto), que llevan subiendo 33 meses.
El tropezón en las exportaciones se
centra en los productos manufacturados
(hierro, acero, papel y neumáticos) y en los automóviles: España exporta un 86 % de los coches que fabrica y las
exportaciones caen
un 11,9% (un millón menos de
vehículos), por las menores matriculaciones en Europa. Y con ello, han
exportado menos este año Aragón (-12,6%),
Galicia (-6%) y Castilla y León (-4,6%), todas con fábricas de coches, pero también el País Vasco (-3,1%), cuyo
motor son las exportaciones (31,5% de su PIB).
Con la profunda recesión en España, lo que caen son las importaciones, las compras fuera: -0,8% hasta agosto, que sería más si
descontamos las obligadas compras de energía (la cuarta parte). Con ello, se ha reducido el agujero comercial, bajando el déficit un 23,3%, unos 7.150
millones hasta agosto. Y tenemos, por
segundo año, superávit comercial con
Europa: vendemos más de lo que
compramos a 15 de los 27 países UE y de los 12 restantes sólo es
significativo el déficit con Alemania, Holanda e Irlanda. Además, el agujero
comercial se está tapando con los
ingresos por turismo, con lo que 2012 será el primer año en los últimos
catorce en que España consiga superávit con el exterior.
Pero este dato
histórico favorable no puede ocultarnos una realidad: las exportaciones, claves para mantener
muchas empresas y empleos, están flojeando y van a seguir desacelerándose en los próximos meses, sobre todo por la recesión en Europa. De nuestros 7
principales clientes europeos (54% exportaciones totales), cuatro están con
crecimientos negativos en 2012 (Italia, Reino Unido, Portugal y Bélgica), y dos
no crecen nada (Francia, nuestro primer cliente, y Holanda). Y el séptimo,
Alemania, crecerá la tercera parte este año (0,9%). Y si vemos los otros 7 grandes
clientes no comunitarios (USA, Marruecos, Turquía, Suiza, China, México y
Brasil), otro 13% de nuestras exportaciones, todos van a crecer menos que el año
pasado, salvo EEUU. En total, son dos
tercios de nuestras exportaciones. Y el resto se verán afectadas por un menor aumento del comercio mundial.
Con ello, será
difícil que las exportaciones cumplan el objetivo del Gobierno: aportar 2,5%
al PIB, para contrarrestar parte de la caída de la economía interna (-4%) y que
España caiga “sólo” -1,5%. Si las exportaciones van peor y aportan menos (2%,
por ejemplo), eso supondría que caeríamos
más este año (hasta el -2%) y habría
más paro.
Lo mismo se teme para 2013: el Gobierno
espera que las exportaciones aporten un 2,3% al PIB, para que la economía
caiga un -0,5%, pero todo apunta a que será difícil (el FMI
recorta esa aportación exterior al 1,9%), con lo que la recesión sería mayor de lo previsto, porque la economía interna seguirá
muy negativa y las exportaciones ayudarían menos.
Y eso, porque Europa,
donde van el 70,7% de nuestras
exportaciones, seguirá en 2013 con un crecimiento muy bajo: +0,2% en los
países euro, nuestros principales clientes. Y la economía mundial apenas va a
crecer, aunque el FMI espera una ligera
recuperación del comercio mundial
(+4,5% frente a +3,2% en 2012). Dos temas claves serán cómo se comporten los precios del petróleo (sigue inestable, por las
tensiones geopolíticas) y el euro: si mejorara la crisis de la deuda en Europa (algo
difícil, pero obligado), el euro se
fortalecería y sería otro hándicap
para nuestras empresas exportadoras, a las que están ayudando los bajos salarios.
Lo que no ayuda a
nuestros exportadores son los recortes
presupuestarios: los programas para promover la internacionalización de las
empresas han perdido otros 100 millones para 2013 (-20,5%). Y el ICEX, la agencia estatal para promover nuestras exportaciones, reduce un 24,5% su presupuesto 2013: queda en 83 millones, menos de la
tercera parte que en 2008 (264 millones) y la
dotación más baja desde hace 25 años. Además, se recortan otros dos gastos que afectan mucho a la marca
España: baja un 13% el presupuesto del Instituto Cervantes (que cerrará sedes en Brasil, Siria y Bulgaria)
y cae a la mitad la ayuda al desarrollo, vehículo clave
para favorecer ventas en muchos países. Y todo ello cuando la exportación es el único
sector que crece y mantiene empleo.
A la vista de este
panorama, resulta urgente tomar
medidas para compensar el frenazo
en las exportaciones. Empezando por favorecer la diversificación, ganando nuevos mercados, en
Latinoamérica (sólo 6,1% de nuestras exportaciones), Oriente Medio (2,8%), Asia
(5,6%) y África (6,6%). También hay que incorporar
nuevas empresas, sobre todo pymes,
a la marea exportadora, ya que sólo 39.000
empresas (de 3,2 millones) exportan de manera regular. Para ello, deben
funcionar las nuevas ayudas del nuevo Plan ICEX Next (hasta 12.700 € para
ayudar a las empresas a internacionalizarse), aunque difícilmente va a cubrir
el hueco dejado por el Plan Pipe (1.997-2012), suspendido
porque las autonomías y las Cámaras no podían financiarlo. Pero sigue faltando financiación para exportar (no hay crédito para nada) y mayores medios en embajadas
y oficinas comerciales para ayudar a los exportadores. Y se anuncia otra reforma del ICEX para enero.
Hay que mimar a la
exportación, conseguir que las empresas coloquen fuera más de un tercio de sus ventas (ahora exportamos el 20% del
PIB), vender más productos españoles con calidad y precio fuera de Europa. Es
clave para mantener el empleo y
aumentarlo. Ayúdenles.
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