En plena crisis de la deuda, ha pasado desapercibida una noticia que nos afecta a todos (y a la deuda española): este martes negro, la CNMV aprobaba la emisión de deuda de las compañías eléctricas, por un importe de 13.500 millones (ampliables a 25.000 millones), a 15 años. Lo novedoso de esta emisión, bendecida por el Gobierno socialista y el BCE, es que “esa deuda se financia con cargo a la tarifa de acceso eléctrica que pagan todos los consumidores”. En cristiano: que las eléctricas consiguen liquidez, los inversores rentabilidad, los bancos ganan comisiones (por colocarla) y nosotros, los 27 millones de usuarios de la luz pagaremos los intereses y el principal durante los próximos 15 años.
La historia se remonta a 1.999, cuando el Gobierno Aznar está obsesionado en entrar en el euro y mantenerse dentro, para lo que tiene que bajar la inflación como sea. Y una forma de conseguirlo es subiendo poco las tarifas de la luz. Pero a cambio, les reconoce a las eléctricas el derecho a cobrar la diferencia entre el coste real y la tarifa, el llamado “déficit tarifario”. Algo discutible, ya que no se aborda si los costes están justificados (tenemos exceso de capacidad, una producción ineficiente y un sistema de precios fijado sobre el kilovatio más caro de producir).
El caso es que la subida del petróleo y la contención de tarifas van creciendo la bola del “déficit tarifario” y el Gobierno socialista ya toma una primera medida, en 2006: compensar a las eléctricas del déficit tarifario de 2000 a 2005, permitiéndolas que lo convirtieran en títulos y que los consumidores pagáramos los intereses en la factura. Basta mirar el recibo y algunas compañías informan que casi la mitad (48%) no es para pagar los costes de suministro.
Pero la bola del déficit tarifario seguía creciendo y entre 2006 y 2010 ha llegado a 17.624 millones. Las eléctricas lo tienen apuntado en su activo (“ingresos pendientes de cobro”), pero sin valor real. El Gobierno socialista aprobó en abril de 2009 un real decreto para convertir este déficit en ingresos: el déficit tarifario se lleva a un Fondo y ese Fondo emite deuda, “papelitos”, que se colocan entre los inversores. Las eléctricas van a ingresar así 13.500 millones de momento (25.000 hasta 2012), que se repartirá sobre todo entre Endesa(52%), Iberdrola(30%) y Gas Natural (11%), tres compañías que llevan ganados este año 6.613 millones.
Esta deuda eléctrica ha recibido el aval del BCE (máxima calificación) y contará con el aval del Estado, un crédito del ICO de 2.000 millones y una partida de 5.000 millones en el Presupuesto 2011. Pero quién pagará a los inversores que compren esta deuda seremos los usuarios de la luz. En un cálculo grosero, la factura de hacer frente a los intereses y amortización de estos 25.000 millones de deuda será de unos 1.000 millones de euros al año durante 15 años. O sea, 37 euros por usuario, 3 euros más en el recibo de cada mes. El primer susto lo tendremos en enero, con una subida de la luz de más del 6%. Y eso cuando tenemos una electricidad que es la novena más cara de Europa para consumidores y la cuarta más cara para la industria.
Y esto es hasta 2012 (aunque estemos pagando la hipoteca eléctrica hasta 2025). A partir de 2013, Europa dice que se fijen tarifas según el mercado. Y para no tener que hacer más cambalaches, el Gobierno y CiU han propuesto un Pacto energético, que no apoya el PP. Vuelve a repetirse el tema de las autopistas: ayudas públicas que pagamos todos y el PP en desacuerdo (el mundo al revés). Seguro que habrá nuevas ayudas encubiertas al sector y seguro que lo acabamos pagando en el recibo. Quizás no haya más remedio y sea el precio a pagar para tener luz. Pero que no lo hagan de tapadillo y nos lo expliquen clarito.
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