lunes, 14 de septiembre de 2020

COVID 19: los rebrotes frenan la recuperación


Los nuevos contagios por coronavirus siguen creciendo, aunque todavía no han aflorado los derivados de la vuelta al cole y al trabajo. Sanidad dice que la pandemia “se ralentiza”, pero los datos revelan un alto nivel de contagios, el mayor de Europa, sobre todo en Madrid, País Vasco, Navarra.la Rioja y Aragón. Los centros de salud siguen colapsados y crecen las hospitalizaciones e ingresos en UCI en 10 autonomías. Y las pruebas PCR dan un 11,8% de contagios, lo que indica que la epidemia no está controlada (según la OMS), mientras faltan rastreadores y la aplicación Radar Covid no funciona. Esta 2ª ola de contagios ya impidió la recuperación del turismo en agosto y está frenando el consumo de las familias, preocupadas por la pandemia. Y más cuando la OMS dice que hasta mediados de 2021 no se podrá empezar a vacunar a grupos de riesgo. Así que habrá que convivir con el coronavirus otros 9 meses más. Y eso retrasará la necesaria recuperación económica. 

enrique ortega

El coronavirus sigue avanzando por el mundo, a una media de unos 300.000 contagios diarios, casi como en agosto. Hoy son ya 28.996.407de contagiados en 188 paises, según los datos de la Universidad Jhons Hopkins. El epicentro de la pandemia sigue en América, con 14.699.174 contagios, destacando EEUU (6.519.979 contagiados), Brasil (4.282.164), Perú (716.170), Colombia (702.088), México (658.299), Argentina (535.705) y Chile (432.666). Le sigue Asia (este y sur), con 5.377.062 contagios, destacando los 4.754.356 de India. Y Europa, con 4.706.426 contagiados: 1.062.811 en Rusia, 566.326 en España (el 9º país con más contagios del mundo), 365.168 en Reino Unido, 353.986 en Francia, 286.297 en Italia y 259.428 en Alemania. Luego Oriente Medio (2.101.676 contagiados), África (1.116.321 contagiados, 648.214 en Sudáfrica) y Asia Pacífico (546.552 contagiados), según la OMS.

Las muertes por coronavirus alcanzarán este mes un millón, siendo ya hoy 923.883 fallecidos, según la Universidad Jhons Hopkins. Más de la mitad de las muertes se han producido en América (508.705 fallecidos), sobre todo en EEUU (194.079 muertos), Brasil (130.396), México (70.183) y Perú (30.470 muertos), seguidos de la India (78.586 muertos, 1.115 al día ahora), Reino Unido (41.623), Italia (35.603), Francia (30.749) y España (29.747 fallecidos), el 9º país del mundo con más muertos por COVID 19, según la OMS. Y eso, aunque la tasa de letalidad (muertos/contagiados) de España es la tercera más baja de Europa (5,3%), tras Alemania (3,6%) y Portugal (3%), muy por debajo de la mortalidad de Italia (12,6 %) , Reino Unido (11,6%) o Francia (8,7%), según Sanidad.

Centrándonos en España, los contagios siguen creciendo en septiembre (+67.437 del viernes 4 al viernes 11, el último día con datos de Sanidad), aunque el doctor Simón comentó el jueves que “se estaban ralentizando”, dado que bajaban o se estabilizaban en 10 provincias. Pero los datos oficiales de la pandemia son preocupantes. Empezando por los nuevos contagios diarios: tras subir +4.503 el viernes 4 de septiembre, bajaron a +2.440 el lunes y subieron +3.168 el martes, +4.440 el miércoles, 4.137 el jueves y +4.708 el viernes 11, la mitad de nuevos contagios que el peor día de la pandemia (+9.222 contagios el 31 de marzo) pero 33 veces más que al final del estado de alarma (+141 contagios nuevos el 21 de junio). Y, sobre todo, han seguido subiendo los nuevos contagios en las últimas 2 semanas, una cifra donde España supera al resto de Europa: de 216 nuevos contagios/100.000 habitantes el viernes 4 a 238 este viernes 11 (eran 8 el 21 de junio). Y hay autonomías con un mayor nivel de contagios recientes: Madrid (550 nuevos/100.000), Navarra (412), País Vasco (370), La Rioja (367), Melilla (316) y Aragón (305 casos/100.000 habitantes).

Pero lo más preocupante es que han aumentado las hospitalizaciones de enfermos COVID en 10 autonomías, según los datos de Sanidad, duplicándose los ingresos en hospitales en las últimas 3 semanas en Madrid (del 8 al 18% ayer de camas ocupadas por enfermos COVID), Baleares (del 5 al 12%), La Rioja (del 2 al 9%) y Castilla la Mancha (del 3 al 10%). El viernes había 8.658 hospitalizados (el doble que hace 3 semanas) ocupando el 7,5% de las camas en hospitales. Y 1.181 pacientes en UCI (522 el 20 de agosto), ocupando ya un 15% de las camas disponibles en Ucis. Pero en algunas autonomías ya están ocupadas por el coronavirus el 20% de las UCIs (y en algunos hospitales de Madrid, el 30%).

También está aumentando el número de muertos, 329 en la última semana (de 29.418 el viernes 4 a 29.705 este viernes), cuando la semana anterior (28 agosto-4 septiembre) murieron 407 por COVID y  la anterior (20-28 agosto) sólo 198 muertes. Con todo, son muchos menos muertos que en marzo y abril (950 muertos el 1 de abril), porque ahora ha bajado mucho la edad de los contagiados: si ya tenían entre 20 y 39 años en julio y agosto (frente a 69 años de media antes), en las últimas dos semanas (finales de agosto y septiembre), la edad media de los nuevos contagiados es de 10 a 19 años. “Son los adolescentes que se contagiaron por las fiestas de este verano”, señaló el doctor Simón.

Como antes, el epicentro de la 2ª oleada de contagios está en Madrid, que lidera todas las estadísticas: nuevos contagios diarios (1.427 este viernes, un tercio del total nacional, frente a 1.462 y 1.135 contagios diarios los dos viernes anteriores), tasa de contagios en las últimas dos semanas (550/100.000, el doble que los 238 de media en España), hospitalizados (12% frente al 7,4% de media), enfermos en UCI (322 de 1.181) y muertos en la última semana (90 de los 329). Una situación que se agrava porque los centros de salud y los hospitales madrileños están más saturados que en otras autonomías, mientras hay menos rastreadores.

La novedad  de esta 2ª ola de contagios es que el 90% de los nuevos contagios se están detectando en los centros de salud y no en las urgencias de los hospitales (como en marzo y abril), lo cual por un lado es bueno pero por otro ha colapsado los centros de atención primaria en toda España y sobre todo en las grandes ciudades, donde los médicos de familia atienden casi en exclusiva a enfermos COVID, sin poder realizar las consultas habituales. Y en los hospitales, ante el aumento de enfermos COVID, se están retrasando y derivando pruebas y operaciones. Y todo ello, con problemas para hacer PCRs y sin rastreadores. Y la App de rastreo Radar Covid no está todavía operativa en Madrid y varias regiones, porque las autonomías no han cargado los datos de los positivos.

Un dato que revela la importancia de los actuales contagios son los resultados de los test PCRs, que casi se han duplicado en los últimos 2 meses, con 641.000 pruebas PCR hechas la última semana. Y estos test PCR diagnostican un 11,8% de positivos, una tasa de transmisión muy importante, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para tener una epidemia controlada deben estar por debajo del 5%. Otro problema es el retraso en los resultados de las PCRs, por atascos en los centros de salud, falta de reactivos y exceso de trabajo en los laboratorios (donde falta personal). El resultado es que hay un retraso en los diagnósticos: si antes del verano se informaba del resultado de una PCR en 1 o 2 días, ahora se tarda de 3 a 4 días y en Madrid hasta 10 días, lo que hace que muchos positivos asintomáticos no se aíslen a tiempo y sigan contagiando. Para evitarlo, varias autonomías han pedido a Sanidad que se homologuen los nuevos test de antígenos (detectan la infección), que son más rápidos (15 minutos) y más baratos, aunque menos precisos que las PCRs. Pero pueden ayudar a un primer cribado masivo rápido de posibles contagiados.

Mientras los contagios crecen, las autonomías tratan de frenarlos, cada una a su aire, reduciendo los contactos en la hostelería y los grupos y ordenando cuarentas parciales en barrios o pueblos, medidas que son claramente insuficientes. La clave ahora es ver cómo afecta a la curva de contagios la vuelta al trabajo y al colegio, que de momento sólo ha provocado casos en 53 centros de los 28.600 colegios e Institutos que hay. Pero lo normal es que los contagios aumenten, en trabajos y colegios. Y eso conllevará que muchas más personas tengan que hacer cuarentena, sin poder trabajar. Por ello, la tentación de muchos gobiernos europeos y en España es reducir el periodo de las cuarentenas, para que hagan menos daño a la economía: Alemania está pensando bajarla a 5 días, Francia a 7 y España a 10 días, aunque la OMS sigue manteniendo los 14 días de cuarentena actuales.

Con más o menos días de cuarentena (que muchos no cumplen), la economía está sufriendo con dureza estos rebrotes de contagios. Los que más, el turismo y la hostelería, que no pudieron recuperarse en agosto y que sufren las restricciones impuestas por casi todas las autonomías en septiembre. De hecho, el último informe del Banco de España señala que se aprecia “un cierto agotamiento de la recuperación económica en la segunda mitad de agosto”. Y los datos de ventas de coches (-10,1% las matriculaciones en agosto), ventas en tiendas, compras online y gasto con tarjeta indican un nuevo frenazo del consumo, en agosto y en septiembre, no la recuperación esperada. Y los expertos temen que esa desaceleración del consumo continúe, porque las familias temen lo que pase este otoño (más contagios y posible confinamiento, menos empleo), con lo que no gastan y ahorran si pueden.

El resultado de esta caída del consumo y la actividad puede ser que más empresas tengan problemas este otoño y tengan que entrar en un ERTE, del que salieron 2,6 millones de trabajadores de los 3,4 millones que hubo en marzo y abril. Por eso, esta semana, Gobierno, patronal y sindicatos tienen que acordar qué hacer con los ERTEs a partir del 30 de septiembre. Habrá que prorrogar los actuales (812.438 trabajadores estaban en ERTE a finales de agosto) y aprobar la entrada de más trabajadores, ampliando las ayudas hasta fin de año o marzo de 2021 (como quiere la patronal). Y además, permitir que los trabajadores afectados que llevan más de 6 meses en ERTE cobren el 70% y no el 50% y mantener las exenciones de Seguridad Social a las empresas (que también se reducen a los 6 meses de entrar en un ERTE).

También se debate qué sectores y empresas pueden disfrutar de los ERTEs, porque la patronal, el Banco de España y algunos expertos (lea este interesante artículo de Guy Standing) han advertido que ayudar indiscriminadamente con los ERTEs puede crear “empresas zombis, empresas que no tienen salida y sólo sobreviven con dinero público (los ERTEs han costado 42.000 millones entre marzo y septiembre). Y que sería más sensato destinar ese dinero sólo a las empresas que tienen futuro, no mantener la agonía de otras. Esto se dice fácil, pero a ver quien cierra esas empresas y manda a sus empleados al paro… Otro tema a debate es si se amplían las ayudas a empresas (sobre todo al turismo y la hostelería), desde rebajarles el IVA a reducirles las cuotas de la SS. Se puede hacer (y quizás sea necesario), pero hay que saber qué eso tiene un coste y dispararía más el déficit público, ya desbocado: 6,12% del PIB a finales de junio (-67.684 millones), frente al 2,8% en todo 2019 (-34.869 millones). 

Mientras los rebrotes hacen temer un “otoño caliente”, con poco consumo y actividad, más empresas en apuros y más paro, el Gobierno ultima los Presupuestos 2021, que deberían servir para reanimar la economía, con más gasto e inversiones públicas, que necesariamente deben salir de conseguir más ingresos: unos, los Fondos europeos (no más de 70.000 millones en 2021) y el resto, de la recaudación fiscal, que debe aumentar. La OCDE recomienda a los paises “mantener los apoyos a empresas y familias”, no caer en la trampa de la austeridad como en 2010. Y para ello, propone subir los impuestos verdes y los impuestos a la propiedad (patrimonio) y a las ganancias de capital (ahorro y Bolsa). Y en España, los expertos de Fedea proponen aprobar un recargo en el IRPF, como hizo Rajoy en 2012. Sea como sea, habrá que recaudar más si se quiere pagar la factura extra que cuesta la emergencia del COVID 19.

Entre tanto, ha habido una mala noticia estos días: la vacuna de Oxford (que iba a comprar España y toda Europa) se retrasa, por los habituales problemas en los ensayos. Y la jefa de científicos de la OMS cree que “hasta mediados de 2021 no se podrá empezar a vacunar a los grupos de riesgo” (sanitarios, personas mayores y enfermos) y que “la vacuna contra el COVID 19  no estará disponible masivamente antes de 2022”. Eso significa que nos quedan otros 9 meses de convivir con el virus antes de las primeras vacunas y más de 1 año para vacunar a la mayoría de ciudadanos. Esto sí va a complicar la recuperación económica, retrasando más la salida de la crisis, hasta 2022. Y trastoca más nuestras vidas. Es lo que hay. Así que no queda otra que seguir con nuestra vida anormal y tratar de no contagiarnos. Hibernar y sobrevivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario