jueves, 14 de noviembre de 2019

La "fiebre" por la TV de pago


Más de 1 de cada 3 hogares españoles están “enganchados” a la TV de pago, la mayoría a través de los contratos de teléfono e Internet que tienen con las telecos. Y con ello, las empresas de TV de pago, españolas y extranjeras, facturan más que las empresas de TV en abierto, estancadas en sus ingresos publicitarios y que buscan también montar plataformas de pago para cobrar por parte de sus programas. La fiebre por ver series y películas pagando está cambiando el negocio de la TV y todo apunta a que cada vez habrá más oferta de pago y que la TV en abierto gratis quedará para concursos, “realities” e informativos. De momento, la estrategia de la TV de pago es ponerla barata, desde  7,99 euros al mes, para que nos “enganchemos” a ella y luego ir subiendo las cuotas, como han hecho con móviles e Internet. Nos están creando una necesidad, la TV a la carta, que será cada vez más cara.

enrique ortega

Hace unos días, el 28 de octubre, la televisión cumplía 63 años de vida en España (TVE, 1956), 15 años más tarde que en EEUU. En estas décadas, la TV ha pasado por muchos cambios, reflejados en 3 hitos. El primero, la llegada de la TV en color, en 1972 en España, con la retransmisión de los Juegos Olímpicos de Múnich (aunque el color no se impuso en toda la programación de TVE-1 hasta 1977). El segundo, la llegada de las TV privadas, con Antena 3 (enero 1990), Tele5 (marzo 1990) y Canal+ (junio 1.990). Y el tercer hito ha sido la irrupción de las TV de pago (2013), que en 2016 consiguieron,  por primera vez, facturar más que las TV en abierto en España, algo que ha seguido pasando hasta hoy.


Las TV de pago lideran el negocio de la TV tras pocos años de vida. Movistar inició una prueba piloto en Alicante en enero de 2001, que extendió en 2005 a todas las provincias, pero el lanzamiento de Movistar TV se hizo en 2013, año en que las empresas de telefonía (telecos) se lanzaron a vender “paquetes múltiples”, donde ofrecían a sus clientes de teléfono un paquete con telefonía fija, móvil, Internet fijo y móvil más TV de pago. El primer gran empujón lo dieron ofreciendo fútbol (la Liga y la Champions), pero en los últimos años el “gancho” de la TV de pago son las series y en menor medida el cine. A ello han contribuido también las grandes plataformas internacionales de TV de pago, que se han instalado en España en los últimos años: Netflix (la primera en llegar, en octubre de 2015), HBO (desde noviembre 2016), Amazon Prime (diciembre 2016), Sky TV (septiembre 2017), Dazn (canal de deportes, febrero 2019) y Apple TV+, la última en llegar (noviembre 2019). Para la próxima primavera se espera el desembarco de Disney+, con su múltiples contenidos.


Esta estrategia de las telecos, apostar por la TV de pago en sus paquetes, ha tenido pronto  éxito. Así, en 2016, las TV de pago ya superaron a las TV en abierto en facturación: 1.874 millones de euros frente a 1.813 millones, según los datos de la Comisión de la Competencia (CNMC). Y la tendencia ha seguido los años siguientes, con 2.161 millones facturados por las TV de pago frente a 1.795 millones las TV en abierto en 2018 (un 20% más). Y este año, la distancia aumenta: 563 millones facturados por las TV de pago frente a 422 millones, en el primer trimestre (+33%), según el último dato de la CNMC. Y de este monto total, el 71% lo factura la TV de pago por Internet (402,7 millones), seguida de la TV por satélite (104,9 millones), la TV por cable (43,6) y la TV online (12,4 millones).


En España, los abonados a la TV de pago eran ya 6.838.872 personas en el primer trimestre de 2019 (últimos datos oficiales de la CNMC), 2,8 millones más que en 2013 (+68%). Y de ellos, 4,58 millones están abonados a la TV por Internet, multiplicándose por 6,3 veces los abonados que había en 2013 (724.953). Del resto, 1,3 millones están abonados a la TV por cable, 638.334 a la TV por satélite y 302.902 a la TV online. Este mercado de la TV de pago se reparte, según la CNMC, entre las tres grandes telecos (Movistar tiene 4,1 millones de clientes), Vodafone 1,3 millones y Orange 679.000) y entre las grandes plataformas internacionales de TV de pago, que en su mayoría han captado sus clientes a través de las telecos, que ofrecen estas plataformas en sus paquetes (o sea, están incluidos en estas estadísticas de abonados). Así, se estima que Netflix tiene más de 2 millones de clientes en España, Amazon 656.000 y HBO otros 475.000.


Al final, el resultado de la fiebre por la TV de pago es que más de un tercio de los internautas españoles (el 37,1%) ven contenidos audiovisuales online, a través de las plataformas que ofrecen las telecos españolas y las multinacionales del ocio online, según el último Panel de Hogares de la CNMC (junio 2019). Eso supone casi cuatro veces los usuarios de la TV de pago hace 3 años, ya que en junio de 2016 veían contenidos de pago online sólo el 10,7% de los hogares. Los mayores usuarios de este ocio online de pago son los jóvenes “millenials” (nacidos entre 1980 y 1955), que consumen sobre todo series, deportes, películas y documentales, según un estudio de Deloitte, mientras en la TV en abierto ganan los concursos, programas del corazón, noticias y magazines.


Este tirón de la TV de pago se traduce también en que han copado una cuarta parte de la audiencia total de TV, que sigue dominada por la TV en abierto. Así, de los 219 minutos (3 horas y 39 minutos) que se ve cada día la TV en España, según Kantar Media, las TV de pago se llevan el 25,6% de la audiencia (el 22% es para las TV de pago que emiten por Internet) y las TV en abierto el 74,4% (octubre 2019), según el último balance de Barlovento Comunicación. Pero hay que recordar que hace sólo 3 años, a finales de 2013, la TV de pago sólo se llevaba el 17% de la audiencia total de TV en España.


Esta audiencia que paga cuotas, a las telecos o a las plataformas extranjeras, es la que sostiene el negocio de la TV de pago, mientras las TV en abierto viven de una publicidad que se les ha estancado, mientras ha aumentado para las TV de pago. Así, en 2018, las TV en abierto se llevaron el 94,75% de la publicidad en TV y las TV de pago el 5,25% restante (96,29 millones), pero era el doble que en 2013 (44,3 millones). Y el problema es que mientras las TV de pago duplican su publicidad (aún pequeña), las TV en abierto han estancado sus ingresos publicitarios en los tres últimos años, según los datos de la CNMC. Así, Mediaset (Tele5) ingresó 922 millones por publicidad en 2018 y Atresmedia (Antena 3, la Sexta) otros 862 millones, menos que en 2017, aunque ambas controlan el mercado publicitario: son un duopolio que se lleva entre el 83% y el 85% de toda la publicidad de las TV en abierto, lo que ha provocado varias multas de la CNMC por “posibles prácticas restrictivas de la competencia” (la última ayer: 77 millones).


Más audiencia, más publicidad y mucha más facturación son los motores de la TV de pago en España. Esto ha provocado que todas las telecos apuesten por ofrecer este servicio a sus clientes, con el gancho del fútbol y las series. Y en lugar de enfrentarse a la competencia de las todopoderosas plataformas multinacionales de ocio por Internet, se han aliado con ellas, incluyéndolas en sus "paquetes". Así, Movistar integra desde diciembre de 2018 todos los estrenos de Netflix en sus ofertas de Fusión, en la mitad de sus "paquetes convergentes". Orange también permite contratar Netflix, desde marzo de 2019, en sus paquetes Love intenso Max y Love experto. Vodafone ofrece HBO con su pack de series en los paquetes One y Jazztel también permite contratar Netflix en sus paquetes.       



Además, Movistar ve tan claro el negocio de la TV de pago que en junio ha lanzado su propia plataforma, Movistar+Lite, en la que ofrece contenidos de TV de pago (canales propios y de terceros más series y películas) al margen de sus paquetes múltiples de telefonía e Internet, para captar a no clientes y competir en el mundo con Netflix, HBO o Amazon y Apple. Además, la teleco española es la única operadora que apuesta por el negocio de contenidos, dedicando muchos recursos (más de 80 millones en 2018) a producir series y películas, para convertirse en el mayor proveedor de ocio en español. Y ya “recoge”: sólo en el primer semestre de 2019, ha ingresado 1.501 millones de euros (el 6,22% de su negocio) por la TV de pago, su negocio que más crece (+5,2%).


El éxito de la TV de pago está influyendo también en las TV en abierto, que ven que la publicidad se ha estancado y los espectadores rechazan los anuncios. Su estrategia está siendo “copiar al competidor”: crear también ellos plataformas de contenidos online y tratar de cobrar por lo que ofrecen en ellas, como han hecho en otros paises la CBS (EEUU), la ITV (Reino Unido) o la RTL (Alemania). Así, en julio de 2019, Atresmedia creó la plataforma “Atresmedia Media Player, que emite contenidos específicos (preestrenos, series exclusivas) y programas en abierto sin publicidad, por una cuota mensual de 2,99 euros (y el primer mes gratuito). Y ya tiene 75.000 clientes. En julio de 2019 arrancó también la plataforma de Mediaset, Mitele Plus, que ofrece una versión básica de contenidos a demanda sin publicidad  y canal 24 horas de Gran Hermano por 2,50 euros al mes o una versión de 30 euros al mes en la que incluye fútbol (Liga Santander y la Champions), vídeos y estrenos de cine. Y tienen 90.000 clientes.


Además, Mediaset, Atresmedia y RTVE presentaron en marzo de 2018 LovesTV, una plataforma online de contenidos (abierta a todos los operadores de TV en abierto) en la que ofrecen contenidos a la carta de los tres operadores, permitiendo buscar emisiones anteriores, parar y retroceder. Eso sí, exige que el TV del usuario incluya la tecnología HbbTV, que muchos aparatos no incluyen, por lo que la plataforma avanza muy despacio y sin ofertas exclusivas. Además, otra iniciativa, de Atresmedia, ha sido crear, en septiembre de 2019, una productora audiovisual al 50% con Movistar (aliarse con la competencia otra vez más).


La clave del éxito de la TV de pago es su bajo precio y una oferta creciente de series y películas, además del fútbol, que fue su “gancho inicial”. En el caso de las telecos, se oferta la TV de pago “por un poco más”, lo que ha hecho que los paquetes con TV se hayan impuesto en los últimos años, según las estadísticas de la CNMC: si se contrataron 217.912 en marzo de 2013, al año siguiente eran casi cinco veces más (1.044.692 en marzo de 2014), se duplicaron en 2015 (2,5 millones) y 2016 (4 millones), llegaron a 5,6 millones en marzo de 2018 y ahora, en marzo de 2019, había casi 6 millones de paquetes de telefonía con TV de pago, además de teléfono e Internet, con un precio medio de 95 euros al mes, según la CNMC. El 92% de los que ven TV de pago lo hacen a través de estos contratos con las telecos.


Pero el empujón de los 2 últimos años a la TV de pago lo han dado las plataformas multinacionales, con una oferta a bajo precio y múltiples series (populares y de culto) más películas. Netflix, la líder, ofrece 2.300 películas y 1.000 series por una cuota que va de 7,99 euros (paquete básico) a 11,99 (Estándar) y Premium. HBO ofrece 630 películas y casi 300 series, con una cuota de 7,99 euros al mes. Amazon Prime Vídeo cuesta 36,99 euros al año. Sky TV ofrece 300 películas, menos de 100 series, canales privados extranjeros y fútbol de 2ª división por 7 euros al mes. Movistar+ Lite  ofrece de momento 410 películas, 256 series y acceso a canales temáticos y contenidos propios por 8 euros al mes. La plataforma británica Dazn ofrece motos, la Premier británica, la Euroliga de baloncesto, boxeo y dos canales de Eurosport por 9,99 euros al mes. Y AppleTV+, la última en llegar empieza con pocas series y películas por una oferta inicial de 4,99 euros al mes. La mayoría ofrecen un primer mes gratis (Netflix sólo 7 días) y poder utilizar de 1 a 4 mecanismos diferentes donde verlo, según lo contratado.


Los expertos creen que la TV de pago vía paquete quíntuple con una teleco es muy cara, más que en Europa: la media de un paquete básico (telefonía + Internet) con TV es de 77,5 euros al mes en España, casi un 20% más caro que en la media europea (64,6 euros). Sin embargo, las grandes plataformas multinacionales tienen precios similares en toda Europa. Por ejemplo, Netflix cobra 7,99 euros al mes en España, Francia, Alemania o Italia y 7,99 libras en Reino Unido, aunque la cuota de Amazon Prime es más baja en España e Italia (36,99 euros mensuales) que en Francia (49), Alemania (69) o Reino Unido (91). Con todo, el consejo que dan algunos a los forofos de la TV de pago es que se contrate con una plataforma y no con una teleco dentro de un paquete quíntuple: si se contrata un paquete básico de telefonía e Internet, (Llamaya lo ofrece por 36,90 euros/mes), se puede luego contratar Netflix, HBO y Amazon Prime a la vez y ahorrarnos 300 euros al año frente a contratar sólo un paquete quíntuple con TV de una teleco, según un estudio de Kelisto.es.


El auge de la TV de pago afecta a nuestro bolsillo (otro gasto más) pero tiene una ventaja incontestable: ha reducido la piratería, porque muchos internautas han dejado de piratear películas y series y ahora las ven en su TV pagando una cuota al mes. El dato es claro: la piratería digital se ha reducido un 12% desde 2015, según el Observatorio de la Piratería 2018, aunque todavía se piratean series (por valor de 895 millones de euros) y películas (701 millones perdidos en 2018). Y según el sector del cine, no les quita espectadores, aunque se hayan perdido 10 millones desde 2008 y 622 salas hayan cerrado. Y eso porque los que más ven TV de pago, los jóvenes (un 80% utilizan las plataformas), son también los que más van al cine (7,4 de cada 10, 1 vez al mes). Los que “fallan” son los mayores.


Cara al futuro, todo apunta a que la fiebre por la TV de pago va a seguir, porque España está retrasada respecto al resto de Europa: aquí, 1 de cada 4 espectadores consume TV de pago (25% de la audiencia) cuando en otros paises del continente son 3 de cada 4 (76,5% de audiencia la tiene la TV de pago), según Kantar media. Así que el negocio tiene recorrido. Primero se trata de “engancharnos”, de que nos apuntemos a la TV de pago con ofertas y bajos precios. Y luego, cuando ya no podamos vivir sin series y películas, cuando no concibamos ver “la TV que nos ponen” (con anuncios) sino que prefiramos “elegirla cada noche” o en cualquier momento, nos subirán la cuota, como han hecho con el móvil e Internet. Y lo pagaremos, porque no podremos vivir sin TV a la carta. Ojo al mando.

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