jueves, 29 de diciembre de 2016

La Cultura no se recupera


Estos días de Navidad hay más tiempo para el ocio, pero los españoles tienen bastante descuidada la Cultura: el 36% no lee nunca, el 67% no va a un museo, el 77% no va al teatro, el 75% no asiste a un concierto y el 46% no va  al cine. Sólo gastamos en cultura 71 céntimos al día, un 30% menos que antes de la crisis. Y el Estado, las autonomías y Ayuntamientos también gastan hoy en Cultura un 31,4 % menos que en 2008, cuando España era el país europeo que más había aumentado su gasto cultural, de la mano del ladrillo. Esto ha hecho que se pierdan empleos y facturación en la industria cultural, que pide medidas urgentes para despegar, desde la bajada del IVA a una Ley de Mecenazgo y luchar contra la piratería. También urge un Pacto político para invertir más, porque un país más culto es un país más próspero, como demuestra el norte de Europa. Apostemos por la Cultura.
 
enrique ortega

La “burbuja del ladrillo” y sus enormes ingresos para Ayuntamientos y autonomías alimentó también una enorme “burbuja cultural” en España, a finales de los 90 y primera década del siglo XXI: no había ciudad importante que no financiara exposiciones, conciertos, bibliotecas y teatros, aunque también con abusos ligados al ladrillo (auditorios, museos y grandes monstruos pseudoculturales proliferaron como hongos por toda España). De hecho, entre el año 2.000 y 2010, España fue el país europeo donde más creció el gasto cultural, nada menos que un 91%, rozando los 7.000 millones de gasto en 2010 (casi 4.000 de los Ayuntamientos).

Pero en esto llegó la crisis y el gasto en Cultura fue el primero que sufrió la tijera de los recortes, desde el Estado central al más pequeño Ayuntamiento. Y así, si en 2008 se dedicaron al gasto público en Cultura 7.111 millones (3.907 de los Ayuntamientos, 2.129 de las autonomías y 1.075 millones del estado central), en 2011 el gasto cultural público ya había caído a 5.837 millones (-17,9%) y en 2015, tras los duros recortes de Rajoy y sus dirigentes autonómicos y locales, el gasto público cultural había caído ya a 4.877 millones (672 millones del Estado central, 1.050 de las autonomías y 3.155 millones de los Ayuntamientos), según datos oficiales del Anuario de Estadísticas Culturales 2016. Eso significa que la Cultura ha perdido con la crisis 2.234 millones de dinero público, un 31,4%, la mayor caída entre todos los países europeos, cuyo presupuesto cultural sólo cayó un 3,5% (UE-28).

En paralelo, las empresas y los particulares también han recortado drásticamente su gasto en Cultura con la crisis. Primero, las grandes empresas españolas y los bancos, que apoyaban muchos eventos culturales como parte de su política de imagen y promoción pública. Pero sobre todo, el recorte se ha notado con la crisis de las Cajas de Ahorro, cuya Obra Social ha pasado a ser testimonial, tras haber desaparecido o ser absorbidas la mayoría de las 45 Cajas de Ahorro existentes en 2008. Y también ha caído drásticamente el gasto cultural de las familias españolas: si en 2008 gastaban en Cultura 16.963 millones (el 3,1% de su presupuesto), en 2015 han gastado 11.969 millones, 5.000 millones menos, un 19,4% menos, según datos oficiales. Y el gasto medio por español en Cultura ha pasado de 372 euros al año en 2008 a 260 euros en 2015 (71 céntimos diarios), un 30% menos.

Con este drástico recorte del gasto en Cultura de los organismos públicos, empresas y bancos más las familias, la industria cultural se desplomó con la crisis: si en 2008 aportaba a la economía 31.253 millones de euros (el 2,8% del PIB), en 2015 ha aportado 27.030 millones (el 2,5% del PIB), 4.223 millones menos. Y eso se ha traducido en una pérdida de 56.828 empleos desde 2008 en el sector cultural, donde trabajan ahora 515.000 personas (el 2,9% de los ocupados en España), en 112.037 empresas (el 3,5% de todas las empresas españolas), según el reciente Anuario de estadísticas Culturales 2016.

Si antes de la crisis los españoles no destacábamos por nuestros “hábitos culturales”, ahora menos. Los datos que acaba de publicar el Ministerio de Educación y Cultura, en el Anuario de Estadísticas Culturales 2016, son impactantes: el 37,8% de los españoles no ha leído un libro en el último año, el 67% no ha ido a un museo, el 74,4% no ha pisado una biblioteca (ni “virtualmente”), el 76,8% no ha ido al teatro, el 93% no ha ido al ballet, el 91,4% no ha ido a un concierto de música clásica, el 75,5% no ha ido a un concierto de música actual y el 46% no ha ido al cine. En realidad, lo único que hacen masivamente los españoles es escuchar música: lo hizo el 87,2% de la población en 2015. Le sigue la lectura (62,2% de los españoles), aunque el último Barómetro del CIS (septiembre 2016) es demoledor: un 36,1% de los españoles reconoce que no lee nunca o casi nunca y casi la mitad dicen  que no leen “porque no les interesa”… Y la mitad de los que leen no pasan de 4 libros al año (en Finlandia, a la cabeza del informe PISA de educación, la media son 147 libros leídos por persona al año). La tercera actividad cultural favorita de los españoles es ir al cine (54% de la población), que ha recuperado en 2014 y 2015 espectadores (96,1 millones)  y recaudación (575,2 millones de euros), aunque todavía está un 10,8% lejos de la asistencia y recaudación de 2008.

Mientras los españoles no apuestan por las actividades culturales tradicionales, se vuelcan en el “ocio online”, enganchados como estamos a Internet: 31.204.000 españoles mayores de 14 años se conectaron a Internet este pasado noviembre (un 78,6% de la población de esa edad), según el último Estudio general de medios (EGM). La mayoría de los internautas se conectan a la Red para comunicarse con otros, vía WhatsApp (94,5%) o correo electrónico (72,6%), o para informarse de lo que pasa (54,2%) y a la hora de optar por contenidos “culturales”, la mayoría se queda en oír música por Internet (28,7%) o visionar películas y series (22,7%), según el último EGM de octubre-noviembre 2016.

Los internautas, además, se han acostumbrado al ocio y a la cultura gratis por Internet, según el estudio “Navegantes en la Red 2015, elaborado por AIMC a partir de una exhaustiva encuesta a 17.928 internautas. Así, apuestan por el “gratis total” al leer noticias (87,6% de internautas, sólo el 9,9% paga), jugar online (76,2% gratis, sólo 11,3% pagan), descargarse música (87,9% gratis, sólo 5,7% de pago), películas (89,5% gratis, 3,1% de pago) o libros electrónicos (72,1 % gratis, 13,7% de pago). Un dato revelador es que el 60% de los accesos a Webs de música, películas, videojuegos, series, libros y fútbol fueron ilegales, “piratas”, en 2015, según datos del Observatorio de la Piratería, que cifra el valor de lo pirateado en 23.265 millones de euros anuales. Eso sí, está creciendo la TV de pago, por el fútbol y las series, que ya abonan el 45% de internautas.

Pero la gran apuesta de ocio de los españoles es la televisión: este año 2016 veremos una media de 229 minutos DIARIOS de televisión (3 horas y 49 minutos), según la consultora Barlovento. Aunque son 17 minutos menos que en el año récord de 2012 (la audiencia lleva 4 años seguidos cayendo, unos 5 minutos al año), España sigue siendo el 2º país de Europa que ve más horas de televisión, tras Italia (4 horas y 40 minutos), por delante de Francia (3 horas y 44 minutos) y Reino Unido (3 horas y 7 minutos), según el informe IHS Markit 2015. Con todo, lo más llamativo es que el 73,4% de los españoles mayores de 4 años ve la televisión cada día y eso son 32.677.000 españoles de audiencia media diaria. Y si sumamos todo el tiempo que pasamos al año delante de la tele, resulta que son 59 días, casi 2 meses al año, la 3ª actividad a la que dedicamos más tiempo tras dormir, trabajar o estudiar…

Somos “teleadictos” e internautas enganchados al ocio gratuito, pero no apostamos por la Cultura, salvo la que sea gratuita o “espectáculo” (conciertos y grandes exposiciones). Cara al futuro, los expertos creen que el ocio y la cultura serán cada vez “más digitales” y su motor serán los jóvenes (menores de 35 años), según el informe “Global Entertainment and Media Outlook 2016-2020”, elaborado por la consultora PwC. Las industrias culturales, desde el cine o la música al libro, tendrán que apostar por modelos de negocio “híbridos”, digitales y físicos, con auge de los servicios de “streaming” (visualización sin descarga) y suscripción digital (pago por servicios a la carta, desde música a series). Y de aquí a 2020, el informe augura los mayores crecimientos a la industria de la televisión de pago (+4,9%), la radio (+3,7%), los videojuegos (+3,2%), las películas de entretenimiento (+2%) y la música (+1,8%), mientras caerá la facturación de la prensa (-2,1%) y el mundo editorial (-0,3%).

¿Qué se puede hacer para reanimar la Cultura en España? Lo primero, gastar más desde las instituciones públicas, desde el Estado a las autonomías y Ayuntamientos. Porque también aquí, España gasta menos en Cultura que la mayoría de Europa: 91,74 euros por habitante (2014), frente a 113,54 euros en la UE-28 y 123,74 euros por habitante en la UE-15, según el estudio “El estado de la Cultura en 2016”, de la Fundación Alternativas. España sólo gasta más en Cultura que otros paises de la Europa del sur, como Italia (74,15 euros por habitante), Portugal (39,28 euros) y Grecia (16,67 euros por habitante), pero está muy alejada del gasto en Cultura de la Europa del norte, desde Dinamarca (gasta 256 euros por habitante) a Suecia (200 euros) o Finlandia (162 euros), los paises con mejor educación (Informe PISA) y mayor nivel de prosperidad e igualdad en Europa. No debe ser casualidad.

El sector cultural ha hecho de la bajada del IVA su principal reivindicación: la Cultura paga en España el 21 % desde que el Gobierno Rajoy (septiembre de 2012) subió el IVA anterior del 8%, salvo para la prensa y los libros en papel (en 2017, también los libros digitales y la prensa online pagarán el IVA reducido del 4%). Y eso contrasta con otros paises europeos, donde el IVA cultural es mucho más bajo: 5,5% en Francia, 6% en Holanda, 7% en Alemania, 9% en Irlanda, Grecia y Finlandia, 10% en Austria, 12% en Italia, 13% en Portugal o 20% en Reino Unido. Está claro que bajar el IVA del 21 al 10%, por ejemplo, ayudaría a reanimar el gasto cultural, pero hay que dejar claro que si ha caído tanto no ha sido por el IVA, sino por la crisis, que ha recortado el gasto público y el de las familias. El cine, por ejemplo, perdió 13,6 millones de espectadores entre 2008 y 2012, antes de subir el IVA. Y las artes escénicas (teatro, danza y género lírico) perdieron otros 6,1 millones de espectadores esos años.

Junto a la bajada del IVA, el sector cultural ha presentado una serie de propuestas para reanimar la Cultura, incluidas en el Libro Blanco de la Cultura presentado en mayo de 2016. Entre ellas piden una Ley de Mecenazgo (prometida para 2013 por el PP) para facilitar las inversiones culturales de empresas y particulares (como hace muy bien Francia), medidas más rigurosas contra la piratería (el 87,48 % de todos los contenidos consumidos en 2015 eran ilegales, según los datos del último Observatorio de la Piratería), la aprobación del Estatuto del artista y creador (el 30% de los que trabajan en el sector no tienen un sueldo fijo: son autónomos o viven de ingresos irregulares muy bajos), el que los creadores jubilados puedan trabajar y a la vez cobrar pensión (el nuevo Gobierno Rajoy dice que se lo va a permitir) y una mayor coordinación entre administraciones a la hora de promover la Cultura. Además, habrá que resolver el pago del canon digital, una compensación a los creadores por copias privadas, que se pagaba en los Presupuestos, algo que han declarado ilegal los Tribunales. Y el Gobierno Rajoy está pensando que esta compensación (entre 80 y 100 millones de euros) salga de un recargo al comprar los móviles (lo más fácil) y dispositivos de grabación (incluidos discos duros).
Al final, se trata de alcanzar otro amplio acuerdo político y social, un Pacto por la Cultura, para facilitar que los españoles lean más, vayan más al cine, al teatro, a los conciertos y a los museos, no se limiten a estar enganchados a Internet y apalancados ante el televisor. Eso pasa por más medios y también por educar a los jóvenes en la Cultura, desde el colegio a la Universidad. Y apostar por un país más culto, porque los paises que lo son resultan ser también más productivos y con mejor nivel de vida. Mejorar la Cultura es mejorar la Economía.

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