jueves, 27 de octubre de 2016

EPA: empleo precario y 53% parados no cobran


En vísperas del nuevo Gobierno, la economía sigue con su inercia y el empleo sigue creciendoeste verano se crearon 44.000 empleos más que el anterior, por el récord del turismo extranjero, según la EPA conocida hoy. Eso sí, el empleo creado sigue siendo temporal y por horas: sólo 1 de cada 20 nuevos empleos son de calidad, fijos y a tiempo completo. Mientras, el paro baja del 20%, también porque hay menos gente buscando trabajo. Y la mayoría de los parados llevan mucho tiempo sin trabajar: la cuarta parte, más de 4 años. Ademásmás de la mitad de los parados EPA (el 53%) no cobran ninguna ayuda y son pobres. Entre tanto, sólo la cuarta parte de los parados de larga duración previstos han recibido ayudas a la formación y sólo 1 de cada 10 jóvenes se han beneficiado del Plan europeo contra el paro juvenil. Urge que el futuro Gobierno pacte un Plan de choque contra el paro, con formación y ayudas, sobre todo para los parados mayores de 45 años, mujeres y jóvenes. Más empleo ya.
 
enrique ortega

En verano suele crearse más empleo, por la temporada turística, la construcción y las faenas agrícolas. Y gracias al récord de turistas extranjeros, en el tercer trimestre de 2016 se han creado más empleos que el verano pasado, a pesar de la falta de Gobierno en España y el estancamiento de la economía mundial y europea (más tras el Brexit). Así, entre junio y septiembre se crearon en España 226.000 nuevos empleos, 44.000 más de los 182.200 creados en el tercer trimestre de 2015 (y más que los 151.000 creados en 2014), según la Encuesta de Población Activa (EPA) conocida hoy.

La mayoría del empleo creado en el tercer trimestre ha sido en los servicios (+178.700), sobre todo en el turismo, la hostelería y el comercio, creciendo menos en la industria (+34.400) y la construcción (+29.900), mientras bajó en el campo (-16.300). Y ha cambiado la tendencia de los últimos dos años y medio con el empleo joven: si antes los jóvenes no disfrutaban apenas de los nuevos empleos, este verano, dos tercios del empleo creado ha sido para menores de 30 años (150.200). Donde se ha creado más empleo ha sido en Cataluña (+42.700), Castilla y León (32.100) y Baleares (+25.400), mientras sólo bajaba el empleo en Murcia  (-5.600). Eso sí, el empleo que se crea sigue siendo muy precario: el 92% de los contratos hechos este verano fueron temporales y el 42% a tiempo parcial: un 24,5% han sido contratos por 1 semana o menos y el 40% de todos los contratos hechos este verano han durado menos de 1 mes. Si miramos todo el año, de enero a septiembre 2016, sólo un 5% de los contratos han sido fijos y a tiempo completo, según Empleo: sólo 1 de cada 20 nuevos contratos son “de calidad”, no precarios.

El paro ha bajado más (-253.900 parados estimados) que el empleo creado porque ha bajado el número de españoles que buscan trabajo, los activos (-27.300), porque sigue habiendo gente que ya ni busca empleo y se va a su casa o al extranjero ("desanimados"). Gracias a ello y al empleo creado, el paro estimado baja a 4.320.800 parados, según la EPA, un 18,91 % de los españoles en edad de trabajar, la tasa más baja desde 2010. Eso sí, la tasa de paro sigue siendo más del doble entre los jóvenes: el paro juvenil (menores de 25 años) está en el 42%. Casi la mitad de los jóvenes están sin trabajo.

Frente al habitual triunfalismo del Gobierno Rajoy, las cifras de la EPA esconden algunos datos muy preocupantes. El primero, que hay 1.438.000 hogares donde no trabaja nadie, 55.000 menos que en junio. El segundo, que sigue habiendo 5 autonomías con una “tasa de paro insoportable, entre el 25 y el 30%: Melilla (31,22%), Andalucía (28,52%), Extremadura (25,61%), Canarias (26,01%) y Ceuta (24,64%), que contrastan con el paro “casi europeo” del País Vasco (12,8%), Navarra (12,4%) y La Rioja (13,5%). Pero el peor dato es que más de la mitad de los parados no cobran ninguna ayuda. Por un lado, de los 4.320.800 españoles que se consideran parados (EPA), 2.283.919 no cobran ningún subsidio, un 53% de todos los parados (el llegar Rajoy a la Moncloa, no cobraban el 44,5% de los parados EPA). Y de los 2.036.881 parados EPA que sí cobraban algo en agosto (según el Ministerio de Empleo), sólo el 41% (848.265 parados) cobraba un subsidio contributivo de 780 euros al mes y los dos tercios restantes solo cobraban un subsidio asistencial, de 426 euros mensuales.

Este enorme contingente de parados que no cobran nada (condenados a la pobreza) se explica porque el paro es cada vez “más viejo” y a los desempleados se les han acabado las ayudas. Así, el número de parados de larga duración (más de 1 año en paro) eran todavía, a finales de septiembre, 2.446.400 parados, el 56,6% del total. Y lo peor es que, de ellos, casi 2 millones llevan parados más de 2 años y una cuarta parte, nada menos que 1.127.879 parados, llevan 4 años o más sin trabajar. Son una enorme bolsa de “parados sin salida”, porque las empresas no los quieren por llevar tanto tiempo desempleados y porque además, tienen poca formación: el 63% de estos “parados muy antiguos” sólo tiene la ESO o menos. Así que una cuarta parte de todos los parados (1,12 millones), con 4 o más años en el paro (sobre todo mayores de 50 años y mujeres), están condenados “al paro eterno” o esperar a los 55 años (si tienen “cargas familiares”) para cobrar un subsidio de 426 euros hasta la edad de jubilación. 

A pesar de estos datos oficiales, que hablan de empleos precarios y parados “sin salida”, el Gobierno Rajoy lleva más de dos años presumiendo que “España es el país que crea más empleo en Europa”. Es falso (hay 13 países que crean más empleo en 2016, según Eurostat), pero lo que sí es totalmente cierto es que España fue el país donde más empleo se destruyó durante la crisis (3,8 millones). Y lo que no dice Rajoy es que España es el país europeo al que le falta más empleo por recuperar: todavía hay 2.047.500 españoles menos trabajando que en el verano de 2008. Mientras, en Grecia hay 911.800 menos trabajando, en Portugal  todavía falta recuperar 431.100 empleos, en Italia 431.000 y en Irlanda 152.000, según los datos de Eurostat. O sea, que nos falta todavía recuperar más empleos que a Grecia, Portugal, Italia e Irlanda juntos. Y mientras, además, en Alemania trabajan ya 2.377.800 personas más que en 2008 y en Francia 482.900 más. Así que creamos más empleos, pero nos faltan aún muchos más que a otros.

Y no sólo eso. Las últimas estadísticas de Eurostat, de septiembre, “han sacado los colores”  a España, aunque el Gobierno Rajoy haya mirado para otro lado. Veamos tres sobre el paro: tenemos el doble de paro que Europa (19% frente a 10,1% en la eurozona) y el triple de parados que el segundo país con más desempleados (4,32 millones de desempleados frente a 1,5 millones en Francia), el doble de paro juvenil (43% frente al 20% en la eurozona) y son españoles un 22% de todos los jóvenes parados en Europa, y la tercera parte de todos los parados europeos de larga duración (2,44 millones frente a 1,76 millones en Italia, 1,27 millones en Francia y 740.000 en Alemania). Y hay otras tres nefastas estadísticas sobre empleo: tenemos casi el doble de empleo temporal que Europa (20,9% frente a 12,8% en la eurozona), mucho más subempleo (8,1% de todos los trabajadores quieren trabajar más tiempo frente al 5% en la eurozona) y muchos más trabajadores sin cualificar (33% sin la ESO frente al 19,3% en la eurozona). Unos datos como para presumir

Cara al futuro, las perspectivas no mejoran. La economía española crecerá algo menos este año (3% frente a 3,2% en 2015) y, sobre todo el próximo (2,3%), con lo que hasta el Gobierno Rajoy en funciones prevé que se crearán menos empleos: unos 480.000 este año (frente a 525.000 en 2015) y unos 408.000 en 2017, según las previsiones enviadas a Bruselas. Y mucho será rotación de empleos, numerosos contratos precarios para un mismo puesto de trabajo. Porque el problema de fondo es que las empresas no tienen vacantes: el 93,8% de las empresas asegura que no necesitan contratar ningún trabajador, según la Encuesta trimestral de coste laboral (INE) de septiembre. De hecho, España es el tercer país europeo con menos empleos vacantes, sólo por detrás de Portugal y Grecia, según Eurostat.

Así que el problema de fondo es que hace falta reanimar más la economía, el consumo y la inversión, para que las empresas necesiten más trabajadores. Eso pasa por reanimar la inversión pública (con inversiones necesarias, desde tecnología a carreteras) y la privada, apoyando una mejora del consumo con mayores subidas de salarios (a cambio de mejoras de productividad). Y para ello, urge hacer otra política, en España y en Europa, que relance la actividad, la inversión y el consumo, que se olvide de los recortes. El riesgo es que Bruselas fuerce al futuro Gobierno español a más recortes, como ha anunciado, lo que se traduciría en un menor gasto público y más impuestos, recortando la actividad y el crecimiento y con ello, el empleo. Entre cumplir con el déficit y cumplir con los 4,32 millones de parados que esperan una oportunidad, la opción parece clara. Y más cuando el paro se mantiene como la primera preocupación de los españoles (del 71,6%, según el Barómetro del CIS de septiembre), los más preocupados del mundo por el desempleo, según el estudio IPSOS: preocupa al 70% de españoles, frente al 38% de media en 25 paises y al 48% de franceses o el 66% de italianos.

Además de reanimar la economía, fomentar la inversión y el consumo y no hacer más recortes, el próximo Gobierno debería aprobar un Plan de choque contra el paro, con al menos 4.000 millones de euros (Francia, con la mitad de paro, aprobó un Plan de emergencia con 2.000 millones). Un Plan que debería centrarse en mejorar la formación de los parados, sobre todo de los de larga duración, y en dar subsidios a los parados que no cobran nada. El Plan Prepara, aprobado en 2015, pretendía ayudar a 400.000 parados de larga duración a cambio de formación, pero fracasó: sólo ayudó a 100.000 parados y gastó el 15% de los recursos. Ahora hay que poner los medios para que se cumpla. Y en paralelo, cumplir también con el Plan de Garantía Juvenil, el Plan de empleo para jóvenes que aprobó la Comisión Europea en 2013 y del que se han beneficiado sólo 1 de cada 10 jóvenes españoles sin trabajo ni formación (“ni-nis”), mientras en Alemania ha beneficiado al 60% de jóvenes ni-nis y en Francia al 80%. La otra prioridad del Plan de choque contra el paro debería ser reformar las oficinas del SEPE (antiguo INEM), que no tienen personal ni medios para ayudar a los parados a recolocarse (sólo colocan al 1,7% de parados). Y además, el Plan debería estudiar y poner en marcha todas las ayudas posibles para que las empresas contraten más.

En definitiva, aunque los datos de empleo y paro son algo mejores, siguen siendo preocupantes, por mucho que el Gobierno y sus medios afines hagan triunfalismo. Tenemos un problema que es grave y mucho más preocupante que en el resto de Europa: aquí trabaja menos gente, con mucha precariedad, y tenemos el doble de parados. Y los españoles reiteran que es lo que más les preocupa, con mucho. Hay que hacerles caso y tomar medidas urgentes, suficientes y realistas, pactadas y apoyadas por la mayoría de políticos, empresarios y sindicatos. Es una emergencia nacional. De verdad.

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