lunes, 11 de enero de 2016

Sube el seguro del coche


Este año 2016 vuelve a subir el seguro del coche, más que el año pasado. La causa principal es que el 1 de enero se han actualizado las indemnizaciones por muerte y lesiones graves en accidentes de tráfico, con lo que los costes para las aseguradoras suben un 16%. Además, han aumentado los accidentes, porque hay más coches y se usan más. Y desde el 1 de enero, a las aseguradoras  se les exige también más capital (Solvencia II), con lo que necesitan más ingresos y rentabilidad. Al final, las cuentas de los seguros de coches están muy ajustadas y, tras varios años de “guerra de precios”, la mayoría de compañías van a aplicarnos una fuerte subida este año, del 3 al 5% (incluso del 10%). Pero va a depender mucho del cliente y del tipo de seguro (subirán más los seguros a terceros que los todo riesgo). Es una buena ocasión para revisar nuestro seguro del coche y pagar sólo lo que necesitamos.
 

enrique ortega


Las indemnizaciones por accidente de tráfico, en caso de lesiones o muerte, no se revisaban en España desde 1995. Ahora, el 1 de enero de 2016, han subido los baremos, gracias a un doble acuerdo ejemplar. Por un lado, las aseguradoras y la asociación de víctimas de accidentes de tráfico (DIA) han estado negociando 4 años y han pactado unos baremos más altos, en línea con las indemnizaciones europeas (aunque más bajas que en Reino Unido o Alemania). Y por otro, el Parlamento ha recogido este acuerdo en una nueva Ley, aprobada en 2013 por un acuerdo unánime de todos los grupos políticos, algo poco habitual en España.

Los nuevos baremos suben las indemnizaciones que pagan las aseguradoras a los accidentados, una media del 50% en caso de muerte (y en algunos casos del 150 al 200%) y un 35% en caso de lesiones, salvo las indemnizaciones por bajas laborales, que bajan un 2%. Además, se incluyen nuevos colectivos a la hora de cobrar: las amas de casa, los niños atropellados en pasos de cebra, los hermanos mayores de edad, las parejas estables (incluso del mismo sexo), hijos de otros matrimonios, los menores que conviven en grupos familiares aunque no sean sus padres… Y las aseguradoras se hacen cargo de todos los gastos sanitarios de los accidentes, no sólo los actuales sino también los futuros (prótesis y recambios, rehabilitación, operaciones, consultas y tratamientos futuros). Ya se pueden consultar las nuevas indemnizaciones por accidentes de tráfico en esta calculadora.

A cambio de estas mayores indemnizaciones, se acuerda un mayor control del fraude, que es muy elevado: en 2014, se detectaron 240.000 casos de engaños en indemnizaciones por accidentes, por un importe  de 755 millones de euros (que pagamos los que no hacemos fraude, con un “pago extra” en nuestro seguro). Ahora, se exigirán más pruebas en las lesiones leves, para evitar que alguien cobre por fingir un esguince cervical, por ejemplo (un daño que, como el 70 % de las lesiones de tráfico leves, es difícil de probar). La nueva legislación obliga a los accidentados a acudir a un peritaje privado si están en desacuerdo con el peritaje de las aseguradoras, aunque se puede solicitar gratis en los Institutos de Medicina Legal, organismos públicos forenses de las autonomías (en Madrid no hay, aunque se espera crear en 2016).

Las nuevas indemnizaciones supondrán a las aseguradoras un coste extra de 400 millones al año, según sus cálculos, un 16% más de costes que tendrán que compensar con más ingresos. Sin embargo, la asociación de víctimas de accidentes de tráfico (AVT) señala que “no tienen motivos para dramatizar”. Primero, porque las indemnizaciones por daños personales representan sólo el 30% de la siniestralidad del seguro de coches: la mayor parte de los costes son la reparación de los coches y los otros gastos que comportan los accidentes. Además, las muertes en la carretera se han reducido casi a la cuarta parte: de 4.000 muertes en 1995 a 1.126 muertos  con que acabó el año 2.015. Y lo mismo las lesiones graves.

Pero no se trata sólo de las muertes y lesiones graves. El caso es que los accidentes en carretera con víctimas han vuelto a aumentar en 2015, tras caer desde 2007. Y eso porque hay más coches en circulación (en 2015 se han vendido otra vez más de un millón de coches, gracias a las ayudas del Plan PIVE) y también porque se usan más, al recuperarse algo la economía: de hecho, el consumo de gasóleo creció un 3,9% en 2015 y el de gasolina un 0,5%, por primera vez desde 2007, según datos de AOP. Y se estima que por cada litro más de carburante que se consuma por vehículo se producen 30.000 accidentes leves más en España.

Más accidentes suponen más costes para las aseguradoras, no sólo en indemnizaciones sino también en talleres, litigios y otros costes. Y además, desde el 1 de enero, las compañías de seguros están obligadas a tener más capital, al entrar en vigor la nueva normativa europea Solvencia II, que las obliga, en el caso de las aseguradoras españolas, a tener 7.000 millones más de capital. Eso les sube más los costes, no sólo porque han de buscar ese mayor capital sino porque han de retribuirlo anualmente (accionistas o inversores). Y por último, los bajos tipos de interés, en Europa y en el mundo, no ayudan tampoco a las cuentas de las aseguradoras, porque le sacan menos rentabilidad a sus inversiones.

En suma, que entre el pago de mayores indemnizaciones, el aumento de los accidentes, la exigencia de más capital y los bajos tipos de interés, las aseguradoras tienen unas cuentas más complicadas en 2016. De hecho, ya tenían unas cuentas con pérdidas en el seguro de automóviles, según los datos del sector: los costes de siniestros más gastos superaban ligeramente a los ingresos por primas (100,2%) en el verano de 2015. O sea, que no ganan con los seguros de coches, que tienen para captar clientes para otros seguros. Eso se debe al aumento de costes por siniestros y a la guerra de tarifas que mantuvieron las compañías entre 2008 y 2013, con una bajada media de las primas del 22%, para ganar clientes.

Ahora, las aseguradoras reconocen que no les queda más remedio que subirnos el seguro del coche en 2016 y mucho. ”Habrá incrementos bruscos en las primas”, advirtió en julio el presidente de Mapfre, líder de un sector controlado en un 52% por esta aseguradora, Allianz, Mutua Madrileña y Axa. Los expertos hablan de una subida media en las primas del 3 al 5%, que puede llegar incluso al 10%. Pero sería una subida adicional, porque muchas compañías ya se han adelantado  a las nuevas indemnizaciones con subidas del seguro de coches en 2015: subieron un 5,3% de media entre enero y octubre, desde los 353 a 371,5 euros de prima media en el seguro a terceros y terceros ampliado (el 70% de las contrataciones), según estimaciones del portal Kelisto.com. Y mucho más, hasta un 24,9%, subieron los seguros a todo riesgo, que sólo representan el 5% del mercado de seguros de coches.

Subida habrá también este año 2016 en el seguro del coche, sin duda, pero la cuantía va a depender de dos factores: la compañía y el tipo de cliente. Las compañías que subirán menos serán las más grandes y las que estén financieramente más saneadas y sobre todo las que tengan una cartera de clientes de más edad y con más pólizas a todo riesgo. Y por clientes, les subirá más el seguro a los más jóvenes, los que tienen más siniestros y los que contraten pólizas a terceros (obligatorias y con menos márgenes para las aseguradoras). De hecho, la mitad de las víctimas de accidentes son jóvenes (entre 18 y 35 años), varones, andaluces (20%) y catalanes (18%), según los estudios de las aseguradoras.

Las compañías deberían avisarnos con tiempo de estas subidas, dos meses antes de vencernos el seguro, para poder cambiarnos de aseguradora si no nos convence. Pero muchas no lo hacen y normalmente nos enteramos de la subida cuando nos llega a casa el aviso de renovación del seguro, donde pone el precio futuro pero no el antiguo, que tenemos que rebuscar para calcular la subida. Y este aviso suele recibirse sin fecha concreta (sólo el mes), cuando quedan menos de 2 meses para el fin del seguro, con lo que ya no podíamos cambiarnos, salvo que se hiciera una reclamación, que tarda en resolverse. La novedad es que, desde el 1 de enero de 2016, el plazo para cambiarse de seguro se reduce  a un mes, con la entrada en vigor de la nueva Ley del Seguro.

Por eso, el primer consejo es que mire cuando le cumple la póliza de su coche y dos meses antes llame a su compañía para solicitarle la futura tarifa (recuerde: ahora tiene un mes antes del vencimiento para darse de baja). Y de paso, haga dos cosas más. Una, revise las coberturas que tiene contratadas y mire si las necesita. Se puede ahorrar dinero ajustando a la baja las coberturas de su seguro. No aconsejan pagar un todo riesgo para un coche de más de 5 años ni mantener más que tres coberturas voluntarias además de la de responsabilidad civil (obligatoria): asistencia en viaje (barata y útil), seguro del conductor (cuesta menos asegurarle que al coche y la indemnización es elevada en caso de accidente grave) y la defensa jurídica (barata y muy importante). Los expertos aconsejan no hacer seguro de lunas (muy caro) ni defensa de multas o retirada de carnet (sólo para profesionales). Y advierten del “seguro a terceros ampliado”, el que más ha crecido con la crisis, porque no incluye lo que parece que cubre.

La otra sugerencia es que compare entre compañías, con la ayuda de los comparadores (siempre use más de uno, para “comparar a los que comparan”). El sector de los seguros de coches es uno de los más competitivos, con 55 empresas ofreciendo servicios, frente a tres grandes compañías que monopolizan la luz o la telefonía. Y eso permite intentar “negociar” un precio, sobre todo si uno es un cliente maduro, con bajo historial de siniestros y además se ofrece a contratar algún otro seguro. Las mejores ofertas están en Internet (las ventas online de seguros de coches han crecido un 60%), en las aseguradoras “directas” (muchas creadas como oferta paralela de las grandes compañías: Mapfre ha creado Verti, Axa tiene Direct Seguros, Allianz creó Fénix Directo, Liberty Seguros tiene Génesis y Línea Directa ha creado Nuez). Pero ojo: desconfíe de lo demasiado barato, y de compañías poco conocidas, porque muchas pólizas tienen un exceso de “letra pequeña”, peligrosa. Lo ideal sería buscar el asesoramiento de un corredor de seguros independiente (no un agente), que si cobra una moderada comisión (a veces, ninguna: cobra de la compañía) puede ser una gran ayuda.

El coche es una necesidad y asegurarlo es una obligación y una inversión que nos da tranquilidad y puede ser muy rentable, porque nos ayuda a hacer frente a gastos imprevistos en caso de accidente. Por eso, conviene dedicarle un poco de tiempo  al seguro y ahora, con la subida esperada para 2016, puede ser un buen momento para revisarlo y ajustarlo, buscando alternativas. Y no sólo debemos mirar el precio sino las coberturas, la atención, el servicio y la letra pequeña. Porque a veces, lo barato sale caro. Con el coche no se juega.

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