lunes, 6 de enero de 2014

Más alquileres y más baratos (algunos)


España es un país de propietarios, pero la crisis ha obligado a muchos jóvenes y familias a pasarse al alquiler, que ha crecido  a niveles de hace 20 años (13,5%), aunque estemos muy lejos de Europa (38% viven en alquiler). Se alquila más también porque hay más pisos en alquiler, porque no se venden, y, al haber más oferta, han bajado los alquileres un 31,5 % desde 2007. Pero ojo, sólo bajan un 6,5% de todos los alquileres, los más caros y los de la periferia de las ciudades. Con todo, mucha gente no puede pagar un alquiler (665 euros de media), más después de que el Gobierno Rajoy haya reducido o quitado (jóvenes) ayudas al alquiler. Por eso crecen los desahucios y la demanda de alquileres sociales (150 euros), para jóvenes y parados, pero apenas hay. Harían falta un millón para equipararnos con Europa. Sobran viviendas vacías y faltan alquileres asequibles. El drama de la vivienda en España.
 
enrique ortega

Con esta larga crisis, muchos españoles han dejado de soñar en comprar un piso (como sus padres) y se conforman con poder vivir de alquiler. Y así, en la última década hay 824.000 viviendas en alquiler más: de los 18 millones de viviendas censadas, 2.438.574 están en alquiler (13,5% en 2011 frente a 11,4% en 2001), según el último Censo del INE. Volvemos así a los niveles de alquiler de antes del boom inmobiliario (13,9% alquiler en 1991), aunque todavía lejos del 18,8% de españoles que vivían en alquiler en 1981. Donde más ha crecido el alquiler ha sido en Castilla la Mancha y Navarra, aunque las autonomías con más alquileres son Melilla (24,1%), Baleares (21,6%), Cataluña (30% en Barcelona y 27,6% en Girona), Ceuta (19,3%), Madrid (17,4%) y Canarias (16,2%). Y todavía están por debajo del 10% de alquileres las más pobres (Extremadura, Andalucía, Castilla y León o Cantabria) y el País Vasco.

Hay más alquiler porque hay más pisos que se alquilan (con la crisis no se venden) y porque esta mayor oferta ha bajado los alquileres: un 5,7% en 2013 y una caída del  31,5% desde mayo de 2007, según Fotocasa (caída menor al 41,3% que han bajado los precios de venta de las viviendas). Con ello, el  precio medio del alquiler está en 6,93 euros por metro cuadrado y el alquiler medio se sitúa en 665 euros al mes.

Pero no todos los alquileres han bajado: en 2013 sólo habían bajado un 6,45% de los alquileres, según un análisis de 200.000 alquileres realizado por enalquiler.com. Y de 255 municipios analizados por Fotocasa en 2013, los alquileres subían en 59, entre ellos en San Sebastián, Bilbao, Barcelona, Palma, Guadalajara, Las Palmas, Logroño, Cáceres y Ciudad Real. Bajan más los alquileres más caros y de la periferia de las ciudades, mientras se resisten a caer los alquileres de casas pequeñas en el centro de las capitales.

En cualquier caso, se multiplican los inquilinos y caseros que están renegociando el alquiler, forzados por la crisis y por el exceso de oferta. Ahora es más fácil, ya que no están obligados a revisar el alquiler con el IPC y porque los propietarios (que no consiguen vender su piso) ven cada vez más rentable alquilarlo, una vez que la última Ley de Fomento del alquiler (que entró en vigor en junio de 2013) les da más seguridad jurídica, al agilizar los procedimientos para desahuciar a un inquilino si no paga (en 10 días). Todo apunta a que en 2014 volverán a caer los precios (entre un 5 y un 10% prevén las inmobiliarias), dado que habrá más pisos en alquiler, porque seguirá siendo difícil venderlos (no hay demanda ni hipotecas asequibles). De hecho, la Asociación de Fomento del Alquiler prevé que en estos dos próximos años se incorporen al mercado de alquiler 500.000 viviendas ahora vacías.

Con todo ello, el mercado del alquiler tiene un gran potencial en España, porque estamos aún muy lejos de Europa: tenemos un 13,5% de viviendas en alquiler, frente al 38% en la UE y al 46,6% de Alemania. Pero también porque la crisis está cambiando la mentalidad de los españoles: un 52% de jóvenes ya no quieren comprar y ven el alquiler como “su forma de vida”, según una reciente Encuesta de enalquiler.com. Pero no nos engañemos: la mayoría de los que alquilan son extranjeros, emigrantes (73%) y de los hogares españoles, sólo el 8,4% viven en alquiler, según el INE. Y la mitad de los que alquilan son jóvenes, sobre todo menores de 30 años, que hoy viven ya casi tanto en alquiler (39%) como en propiedad (42,5%).

El problema es que la crisis ha atacado duramente a estos dos colectivos, emigrantes y jóvenes, que optan por volverse a sus países o con sus padres. De hecho, más de un tercio de los jóvenes entre 25 y 34 años viven con sus padres (36,4%), según el INE. Sin ingresos o sin  un trabajo estable para alquilar. Lo mismo que la mayoría de los casi 6 millones de parados. Eso está creando una bolsa de personas (emigrantes, jóvenes, parados y subempleados) que ni siquiera pueden vivir de alquiler, que no pueden pagar un alquiler de 650 a 900 euros. Y por eso han aumentado los desahucios por impagos.

El problema de estos colectivos para alquilar se agrava porque el Gobierno Rajoy ha recortado las ayudas al alquiler. Por un lado, en junio de 2013 suprimió las ayudas a los jóvenes para que alquilaran (ayudas de 266 euros que recortaron a 200 euros en diciembre de 2011 y a 147 en julio de 2012) y de las que se beneficiaron más de 300.000 desde 2008. Por otro, endureció las nuevas ayudas al alquiler, bajando el tope (de 288 a 200 euros), ayudando sólo a alquileres inferiores a 600 euros (en Madrid y Barcelona apenas hay) y restringiendo los ingresos para recibirlas (532 € los solteros, 1.118 € una familia con dos hijos). Además, el Gobierno liquidó la Sociedad Pública de Alquiler y redujo las ayudas fiscales a inquilinos (10,05%) y propietarios (60%), al limitar su base imponible (menos 24.107 €). Y como remate, el Plan de Vivienda 2013-16 solo destina 65 millones al año para ayudas (30%) a instituciones y empresas que promuevan viviendas en alquiler, lo que da para 2.000 viviendas al año. Una miseria para un país que sólo tiene un 2% de vivienda pública en alquiler, frente al 15% de Francia o Reino Unido.

En España sigue habiendo un problema serio de vivienda, lo que obliga a ayudar a muchas familias para facilitarles que alquilen. Pero hay otras muchas que no pueden alquilar un piso “normal”, de 650 a 900 euros, porque tienen que vivir con menos. Para ellos (parados, emigrantes, jubilados y muchos jóvenes) sólo queda la opción del alquiler social, hasta 150 euros mensuales. El problema es que apenas hay: España sólo tiene un 1% de alquileres públicos sociales, frente al 20% o más en Francia, Reino Unido, Holanda, Austria, Finlandia o Dinamarca. Y Alemania paga el alquiler a los parados de larga duración. Mientras, autonomías y Ayuntamientos están desbordadas de peticiones de alquileres sociales.

Para ponernos a nivel europeo, España debería promover un millón de alquileres sociales. Se puede. Por un lado, incorporando al parque público de alquiler las 15.000 viviendas de protección oficial (VPO) vacías, que no se venden. Por otro, sumando las 76.000 viviendas vacías del banco malo (SAREB), que se quieren vender a fondos extranjeros para que especulen. Y dando suelo gratis y financiación barata a Ayuntamientos, ONGs y Fundaciones para promover pisos de alquiler social. Con 1.000 millones (la octava parte de lo perdido con NovaGalicia Caixa), se podrían hacer 20.000 viviendas sociales de alquiler al año. En total, se podría tener en cinco años un parque público de 200.000 viviendas de alquiler social, para cubrir las necesidades más urgentes.

El alquiler crece sí, pero para el que pueda pagarlo. Y para el resto, cada vez más familias y jóvenes, sólo queda buscar la caridad, vivir con los padres, el desahucio o la patada en la puerta. La vivienda es un derecho constitucional y habría que asegurarlo, a unos con ayudas para que paguen los alquileres de mercado y a otros, facilitándoles alquileres sociales  baratos, que hoy no existen. Mientras, hay 3,5 millones de pisos vacíos. Una locura.

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