miércoles, 30 de enero de 2013

Pincha el turismo, aún con récord de extranjeros


El Gobierno ha echado las campanas al vuelo con el récord de turistas extranjeros en 2012. Pero han hablado menos de la caída en los viajes de los españoles, por la recesión. Y eso ha provocado que el turismo, nuestra primera industria y uno de los dos motores de la economía (con las exportaciones) se haya gripado en 2012. Y se espera que vuelva a caer en 2013, acumulando unas pérdidas de 3.000 millones de euros y 100.000 empleos. La puntilla han sido la subida del IVA y las tasas aeroportuarias, junto a los recortes en promoción del Estado y autonomías, que gastan en apoyar al  turismo la mitad que en 2010. Hay que invertir más en esta “gallina de los huevos de oro”, que aporta las divisas que nos cuesta el petróleo y da trabajo a uno de cada ocho españoles.
enrique ortega

El turismo vuelve a estar en crisis, tras dos años de despegue, ayudado por la crisis del norte de África (Egipto y Túnez), que nos desvió 2 millones de turistas en 2011, año en que el sector (PIB turístico) creció un 2,4%, cinco veces más que la economía (+0,4%). En 2012, el turismo ha pinchado, cayendo un -1,6% (PIB turístico), más que la economía (-1,4%).El año iba mal, pero en el último trimestre le han dado la puntilla dos medidas aprobadas por el Gobierno Rajoy: la subida del IVA en septiembre, del 8 al 10% y la subida de las tasas aeroportuarias en julio, una media del 18% pero mucho más en los 7 grandes aeropuertos por donde entran  a España 3 de cada 5 turistas (+50,3% en Madrid, +53,6% en Barcelona y +12,5% en Palma, Málaga, Gran Canaria, Alicante y Tenerife sur), con 6 millones menos de pasajeros en 2012.

De las dos patas del turismo, el extranjero ha ido de récord: 57,7 millones de turistas, justo un millón más que en 2011 y el tercer mejor año de la historia (tras 2007 y 2006), gracias al mantenimiento del turismo británico (+0,3%), el aumento del turismo francés(+7,1%), alemán(+4%), nórdico (+6,9%) y ruso(+39,8%) y la afluencia de turistas de países emergentes (Brasil, China e India). Vinieron más y gastaron también más, 968,80 euros por persona (+2,7%). En total, los extranjeros se dejaron en España 55.594 millones de euros (+5,7%), unas divisas que sirven para pagar todo el petróleo que compró España en 2012. Y como los españoles salieron y gastaron menos fuera, los ingresos netos del turismo serán de 43.307 millones en 2012, un récord histórico.

Hasta aquí, de cine. Pero el turismo de los españoles, la otra mitad del negocio turístico, ha pinchado en 2012, por la crisis, la caída de ingresos y el aumento del paro, que han  provocado que los turistas nacionales gasten y viajen poco, un 80% al margen de los hoteles (campings, apartamentos y, sobre todo, casas de amigos o familiares), agudizándose la caída tras la subida del IVA en septiembre.

Contando las dos partes del negocio, el sector turístico ha tenido una caída de ventas en 2012 (un 77% de empresas han ingresado menos, según Exceltur), sobre todo los hoteles, agencias de viajes y compañías aéreas. Y como les han subido los costes y se han visto obligados a mantener o bajar precios (dos de cada tres empresas), el 68% de las empresas ha reducido sus beneficios (la mitad. un 10% sobre 2011). Y con ello, tres de cada cuatro han reducido su plantilla, con una caída de 80.000 ocupados en 2012 (47.300 en hostelería), tras haber creado empleo en 2011 (+12.000 ocupados).

Por zonas, el récord de turistas extranjeros ha beneficiado a Cataluña (destino líder, atrae un 25% de los extranjeros) y Baleares (ha desplazado a Canarias como segundo destino turístico), junto a Bilbao, Granada y algunas zonas del litoral de Andalucía, Levante y Cataluña. Y la crisis del turismo nacional se ha cebado en la cornisa cantábrica (salvo País Vasco), Galicia y el turismo de interior.

Para 2013, el sector turístico espera otra nueva caída, del -1% (PIB turístico), con un nuevo récord de turistas extranjeros que no va a compensar la nueva caída del turismo nacional. Con ello, serían dos años de crisis y una pérdida  de 3.000 millones para el sector (y otros 28.700 empleos), que espera un año de transición para mejorar en 2014. Los temores este año están centrados en Europa, en el escaso crecimiento de Francia (+0,1%) y Alemania (+0,7%) y la caída de Italia (-0,9%), aunque se confía en la recuperación de Gran Bretaña (+1,1%), nuestro principal mercado (23,7% turistas), y en los mercados emergentes (Rusia, Asia y Latinoamérica). Otro temor es la subida de tasas aeroportuarias en 2013 (+6,3%) y la crisis del sector aéreo, ya que 3 de cada 4 turistas llega por avión. Y las esperadas subidas de carburantes, junto a un euro fuerte (ronda los 1,34 dólares). Al final, un hecho clave será si continúa la crisis del Magreb (Argelia y Mali más Egipto) y eso nos trae más turistas.

Lo que no ayuda son los recortes del Gobierno Rajoy al turismo: el gasto del Estado en turismo ha pasado de 776 millones en 2010 a menos de la mitad, 330,62 millones en 2013. Y de este dinero, si quitamos gastos de personal y  créditos (que han pasado de 500 a 226 millones), las ayudas públicas directas al turismo se quedan en 57,8 millones para 2013: 21,3 millones para promoción turística (la cuarta parte que en 2010) y 36,5 millones para mejora de la oferta y reconversión del sector. Y Turespaña, la empresa pública que se privatiza a medias en 2013, contará con 83 millones, la tercera parte que en 2009. Además, se ha recortado un 34% el programa de vacaciones del IMSERSO (-271.182 beneficiarios en 2012-2013) y se ha suprimido el programa Turismo Senior Europa (que traía a 80.000 europeos), dos programas que mantenían hoteles y empleos en muchos lugares de España. A estos recortes hay que sumar los de las autonomías, Diputaciones y Ayuntamientos, que han suprimido patronatos de turismo (Zamora, Ávila, Soria, Orense) y recortado servicios y promoción.

España es una potencia turística (la cuarta del mundo, tras Francia, EEUU y China), con un sector muy competitivo, que debe prepararse para dar un salto con la ansiada recuperación. Para ello, hay que invertir en esta gallina de los huevos de oro, el primer sector exportador, una fuente clave de divisas y que da empleo a 2 millones de españoles. Hace falta, primero, dedicarle más recursos, porque el Plan Nacional de Turismo aprobado en junio 2012 es muy rácano: destina al turismo 438 millones anuales durante cuatro años, sólo un euro por cada 100 euros netos que ingresa el turismo. Pero no basta con gastar más: hay que ajustar la oferta (con fusiones y reconversiones de empresas, para que sean más grandes y negocien mejor con los poderosos tour operadores extranjeros), renovar instalaciones, mejorar la formación y la tecnología, renovar la oferta (no sólo turismo de sol y playa), diversificar fechas (desestacionalizar) y mercados (91% turistas vienen de Europa y el 55% son británicos, franceses y alemanes).

España tiene difícil competir en el mundo con su industria y sus productos, pero no en turismo, donde tenemos una marca muy consolidada. Pero hay que ayudar al sector a dar un salto cualitativo, con apoyos y promoción, no con recortes. Vender España dentro y fuera. Mimar a la gallina, para que siga poniendo huevos.  

domingo, 27 de enero de 2013

6 millones de parados, la mitad sin futuro


Llegó el lobo de los 6 millones de parados (a falta de 34.600, que habrán caido este mes). La dramática factura de cinco años de crisis, donde más de 4 millones de españoles han perdido su empleo. De ellos, 1,4 millones son “la cosecha de los recortes”, sembrados desde mayo de 2010. Y el paro todavía crecerá este año, en medio millón más. Lo más grave es que la mitad de los parados no cobra nada y que más de la mitad llevan más de un año en paro, con lo que tienen más difícil recolocarse. Por eso, habría que aumentar las ayudas al desempleo  y dedicar más recursos a formar y reciclar parados, porque más de la mitad tienen escasa formación. Pero el Gobierno Rajoy hace lo contrario: recortó en 2012 las ayudas a los parados (aunque prorrogue los 400 euros)  y desmantela las políticas activas de empleo, con un Servicio Público de Empleo que no funciona. Así, condenan a la mitad de los parados a no volver a trabajar nunca.
enrique ortega

La cifra de los 6 millones, como casi todo lo malo, vino primero de Bruselas: Eurostat informó, dos días después de Reyes, que España había superado los 6 millones de parados en octubre, alcanzando en noviembre los 6.157.000 parados, el 26,6% de españoles en edad de trabajar. Uno de cada cuatro parados europeos (26 millones) es español. Y tenemos la mayor tasa de paro de los 27, más del doble de la media (11,8%) y cinco veces la de Alemania (5,4%).

Esta semana, la Encuesta de Población Activa (EPA) confirmó a la baja la estimación europea, por el aumento de “desanimados, personas que ya ni buscan trabajo (sobre todo, jóvenes que vuelven a estudiar o se van fuera): 5.965.400 parados a finales de 2012, una tasa de paro del 26,02%. El paro se ha triplicado con la crisis (1.927.600 parados a finales de 2007), que se ha llevado por delante el empleo de 3,5 millones de españoles. De ellos, 1.400.000 se han perdido con los recortes, iniciados por Zapatero en mayo de 2010 y acrecentados por Rajoy desde diciembre de 2011. Y queda ver un aumento del paro en 2013, otro año de recesión en el que la Comisión Europea estima que España perderá 457.000 empleos más, llevando el paro a los 6,5 millones.

En la maraña de datos dramáticos del paro, destaco dos especialmente preocupantes: la mitad de los parados no cobra nada (49,70%) y más de la mitad (55,14%) llevan sin trabajo un año o más.

A finales de 2012, sólo 3.001.078 parados registrados (SEPE) cobraban algún subsidio: casi la mitad (1.411.729), el seguro de paro que les corresponde por haber cotizado (862,20 euros al mes de media) y el resto subsidios por tener más de 45 años o cargas familiares (426 euros mensuales). Y estos que cobran, cobrarán menos en 2013, porque en julio el Gobierno les recortó las prestaciones (del 60 al 50% de la base imponible a partir del sexto mes), que además se les acaban este año a muchos, con lo que, en unos meses, serán ya más de la mitad los parados que no cobran. Ya hoy, hay siete autonomías donde hay más parados que no cobran de los que cobran: Murcia (60,09 % parados EPA no cobran), Ceuta (56,04%), Canarias (55,53%), Comunidad Valenciana (55,36%), Madrid (53,89%),Castilla la Mancha (51,83%) y Cataluña (50,10%).

El otro dato dramático es que más de la mitad de los parados (55,14%) llevan sin encontrar trabajo un año o más: son 3.289.400 parados, la mayoría con más de dos años en paro (1.924.100) y los demás (1.365.300) entre uno y dos años. Este paro de larga duración se ha multiplicado por 7,5 veces con la crisis (eran 437.300, un 22,6% de los parados a finales de 2007). Y España es el país europeo con más porcentaje de paro de larga duración (53%), tras Eslovaquia, muy por delante de la media europea (43%). El problema es que cuanto más tiempo se lleva en paro, menos posibilidades hay de encontrar empleo: del 54,5% de probabilidades a los 3 meses se pasa al 19,5% al año y a sólo el 11,7% pasados dos años. O sea, que los parados largo tiempo tienen casi imposible encontrar trabajo. Sobre todo los mayores de 45 años, las mujeres y los jóvenes sin experiencia (hay un 55% de paro juvenil).

¿Qué se puede hacer? Primero, acabar con los recortes, reanimar la economía y  poner a España a trabajar, lo contrario de lo que defienden Bruselas y Rajoy y que nos ha llevado a los 6 millones de parados. Y entre tanto, tomar dos medidas urgentes: aumentar la ayuda a los parados (para que no caigan en la pobreza y la desesperación) y ayudarles más activamente a formarse y reciclarse, para que encuentren trabajo cuando empiece a haberlo (a partir de 2014). Pues bien, el Gobierno Rajoy hace justamente lo contrario: recortó en julio de 2012 las ayudas a los parados (aunque ahora prorrogue los 400 euros del Plan Prepara) y lleva dos años con fuertes recortes a las políticas activas de empleo (formación, reciclaje e incentivos a la contratación). Así nos va.

Para 2013, España se gastará 32.566 millones en los parados, 7.500 millones menos que en 2011 (con 1,3 millones de parados más). De ellos, 8 de cada 10 euros se gastarán en pagar subsidios y sólo 2 en formar y ayudar a los parados a encontrar trabajo. El Gobierno Rajoy ha recortado 3.000 millones en el seguro de desempleo entre 2012 y 2013, pero ha recortado más, 4.000 millones, en políticas activas de empleo: sólo va a gastar este año 3.771 millones (-34,6%) y otros 1.802 millones en formación (un gasto cuatro años estancado). Cuando el paro destroza a 6 millones de españoles, el Gobierno sólo dedica 5.573 millones a reciclarles, formarles e incentivar su contratación (la quinta parte del dinero público para salvar a Bankia). Un suicidio económico y social.

Y hay más. Los recortes llegan también al Servicio Público de Empleo, el SEPE (antiguo INEM): en diciembre se ha despedido a 1.500 de los 3.000 promotores contratados para tutelar a los parados a encontrar empleo. Y eso que tenemos la tercera parte de personal en las oficinas públicas de empleo que en Europa (1 funcionario por cada 190 parados frente a 1 por 59 en la UE). Con menos Presupuesto y menos personal, resulta difícil conseguir que el SEPE funcione: sólo encuentra trabajo a un 3% de parados. Y más si tiene un catálogo de cursos demasiado largos (un tercio duran más de 200 horas) y obsoleto. Y si las pocas empresas que contratan, utilizan sus contactos y las ETTs privadas, no el SEPE.

Hay que cambiar drásticamente los servicios públicos de empleo, con ayuda de las empresas y ETTs privadas, que ya colaboran con el SEPE. Pero hacen falta más recursos y más medios, del Estado y de las autonomías, que prestan este servicio en medio de drásticos  recortes. Y lo primero es apostar por la formación: casi 3 de cada 4 nuevos parados desde 2008 tienen sólo estudios primarios o secundaria incompleta. Más de la mitad de los parados no tienen formación y así es doblemente difícil que encuentren trabajo cuando llegue la recuperación. Hay que reciclarles y formarles en lo que las empresas van a necesitar. A los jóvenes, ayudarles a coger experiencia con contratos de aprendizaje. Y a los que tienen formación, hay que tutelarles como un head hunter privado desde el SEPE. Además, hay que bajar cotizaciones e impuestos a las empresas que contraten, fomentando el autoempleo.

Con 6 millones de parados, hay que gastar lo que haga falta en formarles y ayudarles activamente a encontrar empleo, mejor que en pagarles sólo un subsidio para que subsistan (y que hace falta mantener). Es el dinero mejor gastado. Aquí no puede haber recortes, si no queremos condenar a 3 millones de españoles a no volver a trabajar nunca más. Recapaciten.

miércoles, 23 de enero de 2013

Bancos: suben comisiones y bajan los depósitos


El Gobierno y el Banco de España han hecho un regalo de Reyes a la banca: les han pedido  que bajen los intereses que pagan por el ahorro, desde el 4% al 1,75% o el 2,75% como máximo. Una medida con la que se embolsarán 10.000 millones, a costa de las familias que tienen ahorros (hay 760.000  millones  en  depósitos). Además, los bancos llevan años subiendo las comisiones que cobran a los clientes, que ya suponen un 30% de sus ingresos. España es el segundo país europeo donde más comisiones bancarias se pagan, 300 euros al año por cliente. A pesar de cobrar más comisiones, pagar menos por el ahorro y recibir cuantiosas ayudas públicas, no se consigue que la banca dé créditos asequibles a empresas y particulares. Porque para que haya crédito, el consumo y la inversión tienen que reanimarse. Y aquí sólo hay recortes.
enrique ortega

El negocio bancario, en esencia, es simple: coger el dinero con una mano (lo más barato posible) y prestarlo con la otra (lo más caro posible), cobrando en el camino comisiones por la mayoría de servicios. Con la crisis, a los bancos les ha caído el negocio (crédito), se les ha encarecido el dinero  y les han aumentado los morosos, lo que ha deteriorado sus márgenes (beneficios). Y para compensarlo, han aumentado las comisiones que cobran a sus 20 millones de clientes: han crecido un 46,88% entre 2007 y 2012, según ADICAE.

Los ingresos bancarios por comisiones han pasado de 13.594 millones en 2007 a 14.075 sólo en los nueve primeros meses de 2012, con lo que suponen ya un 30% de sus ingresos (cuando en 2007 eran el 20,9%). En 2012, las comisiones bancarias subieron de media un 40%, según el Banco de España. Y en diciembre, los bancos han vuelto a informar a sus clientes que les suben las comisiones, más las Cajas en reconversión (un 50% Bankia). Con ello, el cliente pagaba en 2012 una media de  300,98 euros al año en comisiones (243 en bancos saneados y 328 en bancos rescatados), según ADICAE. Ya en 2010, la Comisión Europea estimaba que España era el segundo país que más comisiones bancarias pagaba: 178 euros, tras Italia (253€) y por encima de la media UE (111€), de Alemania (90 €) o Bélgica (60€).

Los bancos no sólo han subido sus comisiones con la crisis, sino que las cobran cada vez por más servicios. Las más frecuentes son las comisiones por mantenimiento de cuenta (42,72€ de media y máximo de 60€) y por apuntes (21,60€), por mantenimiento de libreta (42,72€ de media y máximo de 60€), por tarjeta de débito (21,90 € de media y máximo de 30 €), por disposición en cajeros de otras redes, por tarjeta de crédito (38,45 € de media y un máximo de 52 €), por transferencias bancarias (desde 1 €), por cobro de cheques y distintas comisiones por estudio y concesión de hipotecas y préstamos personales, así como por cancelación anticipada. Y destacan las tres comisiones que cobran por un descubierto, en cuenta o en tarjeta: comisión por reclamación de posiciones deudoras (35 €), comisión por descubierto (13,25€ y 30 € por exceder límite en tarjetas) y pago de intereses de demora (29% TAE en cuentas y 20,4% TAE en tarjetas). Al final, por un descubierto en cuenta de 200 euros pagamos 64,14 euros (y 76,17€ en una tarjeta).

El Gobierno Zapatero aprobó en octubre de 2011 una norma (Orden EHA 2899/2011), en vigor desde abril de 2012, con la que se liberalizaban aún más las comisiones bancarias: los bancos ya no tienen que publicar su Libro de tarifas y comunican los cambios en las comisiones a sus clientes, individualmente. Con ello, las entidades siguen imponiendo sus tarifas y ahora es más difícil hacerlas un seguimiento, aunque la norma obliga a que desde enero de 2014, los bancos nos envíen un extracto con las comisiones cobradas cada año. Pero poco puede hacerse, más que reclamar y protestar para ver si nos quitan alguna, aunque para ello tengamos que ser “buenos clientes” y darles a cambio la nómina, los recibos y contratar otros servicios (Fondos, Planes, Bolsa. Seguros), por los que sacan jugosas comisiones.

Como a los bancos no les llega con la subida de comisiones (por la caída del negocio y la necesidad de recapitalizarse), el Gobierno y el Banco de España les acaban de pedir que bajen el interés que paguen por el ahorro, que dejen la guerra del pasivo ahora que parece que los mercados empiezan a abrirse para financiarse. No es una orden por escrito (¡por Dios, eso sería “intervencionismo”¡), sino una recomendación verbal (con penalización discrecional para exigirles más capital si no la cumplen) : que dejen de pagar el 4% (y hasta el 4,5%) por las supercuentas y abonen un 1,75% para cuentas hasta 2 años y el 2,75% a más plazo. Y todos se han lanzado a bajar sus cuentas, porque con cada punto de rebaja se ahorran 7.600 millones en pagar intereses a sus clientes.

En total, serán unos 10.000 millones más de ingresos, a costa de las familias que tienen sus ahorros en cuentas y depósitos (hay 760.000 millones de euros). Sólo los mejores clientes, los que tengan más dinero para negociar, podrán conseguir algo más de rentabilidad, porque se permiten tipos más altos en un 15% de las renovaciones. El resto, los pocos que pueden ahorrar (el ahorro de las familias está al nivel más bajo desde el año 2.000), tendrán que conformarse con recibir un interés del 1,75%, que se come con creces la inflación (2,9%). O buscar inversiones de más riesgo, comprando acciones, Fondos, Planes o deuda pública (y pagando comisiones crecientes).

Con este regalo de Reyes, más la subida de comisiones y las cuantiosas ayudas públicas a la banca (120.000 millones, la mayoría de difícil recuperación), la banca española va a dar la vuelta a sus cuentas y pasará de perder 6.000 millones en 2012 (por Bankia, Popular, Banesto y las Cajas en reconversión) a ganar 13.000 millones en 2013, según algunas estimaciones. Y todo gracias a un intervencionismo sesgado del Gobierno y el Banco de España: intervienen para bajar los intereses del ahorro, para liberalizar las comisiones, pero no para que los bancos den más crédito y más barato. El crédito ha caído otro 5,2% en 2012, el mayor descenso en 50 años, y están encareciéndose los créditos a empresas y familias  (hipotecas y préstamos personales).

Se mima a la banca para que haya crédito, pero el crédito no aparece. Primero, porque un tercio del sistema financiero está en reconversión y el resto digiriendo fusiones, recortes y mayores exigencias normativas y de capital. Pero, sobre todo, porque para que haya crédito tiene que haber demanda solvente, empresas y familias que lo pidan y lo puedan pagar. Y como la economía está en recesión, las empresas no venden ni invierten y las familias no tienen ingresos y apenas consumen. Y todos piensan en desendeudarse, no en pedir créditos.

No habrá crédito mientras la economía no se recupere, quizás para 2014, muy lentamente. Pero hasta entonces, los bancos recuperarán sus beneficios a costa de crujirnos a comisiones y de pagar muy poco por nuestro ahorro. La única opción es volver a ponerlo bajo el colchón.

domingo, 20 de enero de 2013

Tasas judiciales: la Justicia tiene un precio (alto)


Desde el 17 de diciembre, la Justicia es sólo gratuita para los pobres y el resto tiene que pagar por pleitear, entre 100 y 350 euros para empezar, subiendo luego (según los recursos) hasta pagar 2.300 euros, más un porcentaje sobre lo reclamado. Este “tasazo” ha provocado duras críticas del mundo judicial, desde jueces y fiscales a abogados, mientras el Gobierno argumenta que servirá para reducir el exceso de litigios (y recaudar 306 millones de euros). También ultima privatizar una parte de la Justicia, el Registro Civil, matrimonios y divorcios, que en 2014 llevarán los registradores y notarios (cobrando). Y estudia reducir los partidos judiciales a la mitad, concentrando juzgados. O sea, una justicia más cara y más lejos. Pero no más ágil: los juzgados siguen atascados, con poco personal y un 17,4 % menos de Presupuesto  que en 2010. Un colapso que perjudica a la economía y los ciudadanos.
enrique ortega

Ahora, al pensar en poner un pleito laboral, civil o contra la Administración, antes hay que echar cuentas de lo que va a costarnos: a la minuta del abogado y procurador (más perito, documentos y aranceles), hay que sumar el pago de las tasas judiciales, que antes sólo pagaban bancos y grandes empresas (desde 2002). Las tasas se pagan por cualquier demanda civil (pleitos entre particulares y contra empresas), contra la Administración (contencioso) y demandas laborales (cuando se recurre), no en pleitos penales. La tasa tiene una parte fija, cuyo importe se ha duplicado: oscila entre 100 y 1.200 euros según el pleito y las veces que se recurra: 200 euros una multa de tráfico, 300 un divorcio, 100-1.200 por una deuda, 500-700 por recurrir un despido…  Y luego hay una tasa variable añadida, por la que se paga  un 0,5% del valor de los bienes que se reclaman.

Al final, una demanda civil (300€), con recurso de apelación (800 €) y casación (1.200 €) sale ahora por 2.300 euros de tasas, más la parte variable y los gastos de letrado y procurador. Y hay que pagar antes para seguir pleiteando. Unas tasas que todo el mundo judicial, incluido el Fiscal general del Estado y el CGPJ, consideran excesivas, ya que a la víctima de una presunta negligencia médica, por ejemplo, puede acabar costándole el pleito 11.300 euros. De hecho, las asociaciones de consumidores denuncian que los más beneficiados son los bancos, aseguradoras y grandes empresas (eléctricas, telecos…), que van a tener ahora menos demandas de clientes, por su alto coste. Y también habrá menos demandas laborales (sobre todo reclamaciones de cantidad), se quejan los sindicatos.

El Gobierno justifica el tasazo en que servirá para reducir el exceso de litigios: más de 9 millones en España, frente a 4 millones en Francia o 7,5 millones en Italia. Y cree que se evitará el abuso de los que pleitean sólo para ganar tiempo: el 75% de los recursos los pierde el recurrente y el 80% de los casos que llegan al Supremo. También sugieren que si en España hay más pleitos es porque tenemos el doble de abogados que en Europa (125.208 abogados: 272 por 10.000 habitantes, frente a 127 en la UE). Además de “frenar el abuso” de los tribunales, argumentan, las tasas recaudarán 306 millones de euros (un 20% del Presupuesto del Ministerio) para financiar la justicia gratuita de los más pobres, las familias con ingresos brutos inferiores a 15.000 euros (los mileuristas).

A estas nuevas tasas en toda España hay que sumar las tasas judiciales que se cobran en Cataluña desde mayo de 2011 y que el Tribunal Constitucional ha suspendido esta semana, tras el recurso presentado por el Gobierno en diciembre: se pagaban entre 60 y 120 euros por pleitos civiles y entre 90 y 120 € en lo contencioso, tasas por las que la Generalitat recaudaba 25 millones anuales.

Pero la Justicia no se ha encarecido ahora. El octubre de 2011 entró en vigor la Ley de Medidas de Agilidad Procesal, pactada entre PSOE y PP, con dos cambios importantes. Uno, limitar las apelaciones: no se pueden recurrir las sentencias de menos de 6.000 euros ni ir al Contencioso  o al Supremo para cuantías inferiores a 800.000 euros. Lo que algunos abogados critican como “dejar la justicia para los ricos”. Otro cambio: ahora paga las costas del juicio quien lo pierde (antes lo decidía el juez) y se amplía el pago de costas al contencioso administrativo. Esto ya está retrayendo a los particulares a presentar menos recursos, sobre todo contra la Administración, que gana tres de cada cuatro pleitos. O sea, estamos más indefensos, salvo que nos arriesguemos a pagar si perdemos.

Cara al futuro, se anuncia una privatización de parte de la Justicia, los servicios que prestan  las 8.700 oficinas del Registro Civil: nacimientos, defunciones, matrimonios, divorcios, cambio de apellidos, nacionalidades (1,4 millones  de trámites al año). Gallardón se lo ha ofrecido a los 1.000 Registradores de la Propiedad, que prestarían este servicio en 2014: gratis sólo el registro de nacimientos y defunciones y cobrando el resto, con tarifas de 20 a 40 euros. En paralelo, también “pillarán” los  3.000 notarios, a los que el Gobierno permitirá realizar matrimonios civiles (hay 100.000 al año), separaciones de mutuo acuerdo (70.000) y otras tareas que ahora hacen los jueces (declaraciones de herederos, adopciones, conflictos de lindes, convocatoria de Juntas…). Cobrándonos ,claro, por estos servicios.  

Además de más cara, a muchos la Justicia les va a quedar más lejos, porque en 2013 debe aprobarse la nueva reordenación judicial, que reducirá a la mitad los partidos judiciales (de 431 a 199), lo que supondrá cerrar y concentrar juzgados: si antes había 50.000 habitantes por demarcación (y 15 kilómetros) ahora habrá 100.000 (y una hora de viaje). Como antes pasó con escuelas, ambulatorios o trenes, ahora habrá pueblos que se quedarán sin Juzgado.

Al final, una justicia más cara y más lejana, pero no mejor: siguen los atascos, con 3 millones de litigios sin resolver al final de cada año y una larga lista de espera para las sentencias: 8,6 meses en pleitos civiles, de 8-10 meses en penal, 9,6 meses en lo social, 12,9 meses en lo contencioso y 25,9 meses en Tribunales superiores. Un caos (3.177 casos al año por Juzgado en Madrid), agravado por la crisis económica, según el CGPJ: desde 2007 hay un  millón de pleitos más al año, sobre todo pleitos civiles (+54%, por dispararse concursos de acreedores, monitorios y ejecuciones hipotecarias) y pleitos laborales (+50%, sobre todo por despidos, que se han duplicado).

Más trabajo y pocos recursos: faltan jueces (hay 5.171, 10,2 por 10.000 habitantes, frente a 21,3 en Europa), falta personal (un 20% interino, ahora en peligro), faltan medios y Juzgados (sólo en Madrid, el TSJM pide 39 juzgados y 32 jueces) y falta tecnología (hay 10 aplicaciones informáticas diferentes e incompatibles), imposibilitando la justicia electrónica sin papeles (e-expediente). Y sobre todo, faltan recursos: el Presupuesto de Justicia (Estado central más 12 autonomías con competencias) ha caído 500 millones, un 17,4% desde 2010.

En conclusión, la Justicia  sigue siendo un servicio público caótico, suspendido por los usuarios y ahora más caro. Hace falta dedicar más recursos a la Justicia (como a  Sanidad y Educación), poner orden y gastarlos mejor, agilizando procesos no poniendo un filtro con tasas a las clases medias. Es urgente poner en marcha un Pacto de Estado por la Justicia, tantas veces reclamado, quitando privilegios y ganando eficacia y agilidad, para que poner un pleito no sea un drama costoso y eterno sino un derecho accesible y eficaz. Justicia para todos.

miércoles, 16 de enero de 2013

La cuesta de enero durará todo el año


Antes de la crisis, hablábamos de la cuesta de enero: los gastos extra de la Navidad hacían difícil llegar a fin de mes. El problema ahora es que todo 2013 será una gran cuesta de enero, porque los precios no dejan de subir (luz, agua, carburantes, transportes o servicios), como los impuestos, tasas y cotizaciones, mientras los salarios y pensiones se congelan o bajan y hay más españoles sin ingresos por quedarse en paro. Con ello, en 2013 volveremos a perder poder adquisitivo, después de haberse comido la inflación en 2012 un euro diario de nuestro sueldo, pensión o desempleo. Y España es el tercer país europeo que ha perdido más poder adquisitivo con la crisis. Urge un Plan de choque contra las subidas de precios, para rebajar la inflación, que sube por los márgenes empresariales y costes, no por los salarios.
enrique ortega

En 2012 se ha repetido el peor de los escenarios: una economía en recesión con precios altos. El IPC cerró en el 2,9%, medio punto más que un año antes (2,4% en 2011), por la subida del IVA en septiembre, junto al alza de carburantes, alimentos, medicamentos y tasas universitarias. Con ello, la mayoría de españoles han vuelto a perder poder adquisitivo en 2012. Los 8 millones de pensionistas, a los que su pensión subió el 1% en 2012, han perdido unos 15,80 euros al mes (1,9% sobre la pensión media, 831,64 euros mensuales), 221,20 euros en el año. Los 3 millones de parados que cobran algo (la otra mitad no cobra nada) han perdido entre 8,10 euros (los que cobran un subsidio asistencial de 426 euros) y 25 euros al mes (subsidio contributivo, 862,20 euros), unos 300 euros al año. Y de los 14,2 millones de trabajadores asalariados, los 3 millones de funcionarios con el sueldo congelado han perdido toda la subida del IPC (2,9% de su salario), más la extra de Navidad. El resto, cuya subida salarial media (convenios) hasta noviembre era del 1,29%, habrán perdido un 1,61% de su sueldo: si el salario medio neto es 1.345,44 euros (INE 2011), eso supone una pérdida para 11,2 millones de trabajadores de 21,65 euros mes, 303 euros en el año.

En resumen, que la inflación se ha comido casi un euro al día de nuestros ingresos en 2012, unos 43.000 millones de euros, según algunas estimaciones. Y desde 2010, España es el tercer país europeo donde los salarios han perdido más poder adquisitivo: un -6% (2010-2012), tras Portugal (-10%) y Grecia (-20%), mientras crecía el poder  adquisitivo en países del norte, como Alemania (+1,5%).

El año 2013 ha empezado con nuevas subidas de precios: luz (sube en enero por triplicado, del 3 al 8% según usuarios, y volverá a subir varias veces más este año), carburantes (han subido entre 3,5 y 4,5 céntimos por litro al caducar la exención fiscal a los biocombustibles), el agua (+18% en Barcelona y el 4,2% en Madrid), peajes de las autopistas (+2,4% las estatales y +3,5% las de la Generalitat, tras encarecerse +13,5% en las tres subidas de 2012), tasas aeroportuarias (+6,3%, 0,85 euros por billete), trenes de cercanías y regionales (+3%), metro y autobús, cuota de abono del teléfono fijo (+2,9%, que repercutirá en la tarifa del ADSL) y tarifas de Correos (+2,95%), sólo en enero. Y hay que añadir las subidas de tasas que han hecho Ayuntamientos y autonomías: basuras, aparcamientos, grúa, multas, servicios funerarios, talleres y escuelas municipales, polideportivos…

Además, en 2013 pagaremos más impuestos. Se mantiene la subida del IRPF, que supone una reducción de ingresos de 250 euros para un sueldo bruto de 30.000 euros (1.850 euros netos en 14 pagas), a sumar a los 250 euros perdidos en 2012. Además, seguiremos pagando  la subida del IVA y el impuesto de Patrimonio, salvo en Madrid. Las autonomías han bajado las deducciones autonómicas del IRPF y han subido para este año el impuesto de sucesiones (que recupera Castilla y León) y los impuestos de transmisiones y actos jurídicos documentados, estableciendo nuevos impuestos Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana. Y los Ayuntamientos, suben este año el IBI, entre el 7% (Madrid) y el 10% (Valencia), además de actualizarse el catastro en 200 ciudades, a 2.5 millones de propietarios. Y también suben el impuesto de plusvalías (+50% en Madrid), el de actividades económicas (IAE, un 2%) y múltiples tasas y servicios.

Y recordemos que en 2013 volverán a subir las tasas universitarias y se aplicarán las nuevas tasas judiciales, que se suman al copago farmacéutico (y al re-copago en Madrid y Cataluña) y a varios copagos sanitarios. Además, la Seguridad Social ha subido sus cotizaciones en 2013: un 5% las bases máximas de cotización  y un 0,6% las mínimas.

Subidas de precios y más impuestos, cotizaciones, tasas y copagos para unas familias con los mismos ingresos o menos. Por un lado, en 2013 habrá otros 467.648 españoles que perderán su empleo (según las previsiones de la Comisión Europea), sobre todo en el sector público. Y los 3 millones de parados que cobran desempleo volverán a perder ingresos, tanto por la inflación como por la reforma que ha reducido su subsidio (cobran menos a partir del 6º mes y sólo el 50% de la base reguladora). Y se temen nuevos recortes a los parados este año. Los 8 millones de pensionistas también perderán poder adquisitivo, sobre todo los que ganan más de 1.000 euros (el 30%), cuya pensión subirá el 1% (el resto, el 2%). Los funcionarios, con el sueldo congelado por tercer año, volverán a perder todo lo que suba el IPC en 2013: un 2,1 % según la estimación de la Comisión Europea. Y los 11,2 millones de asalariados restantes podrían tener una subida máxima del 0,6% (II Acuerdo patronal-sindicatos), aunque la mayoría de empresas congelarán salarios o incluso los bajarán.

Con ello, la mayoría de las familias tendrán todavía más difícil llegar a fin de mes en 2013, ya que la inflación y los impuestos se comerán parte de sus menguantes ingresos. Eso, además de hacernos más pobres, tiene un efecto nefasto sobre la economía: caerá más el consumo y no se reanimarán las ventas y la inversión. Empeora la recesión y se agrava el paro. Por eso, inflación con recesión (estanflación)  es el peor  de los mundos.

Hace falta estimular el consumo y la economía y para ello es urgente contener la inflación y bajar impuestos y tasas a los que menos tienen (subiéndoselos al resto). Poner en marcha un Plan de choque contra la inflación. La culpa de los precios altos no la tienen los salarios (están subiendo un 0,7% en los últimos convenios pactados), sino los márgenes empresariales (crecen un 3,5% frente al 0,6% los salarios, según el INE) y los costes, tanto energéticos como financieros, de transporte y comercialización. Y falta competencia y transparencia en la fijación de precios, con demasiados monopolios de hecho (luz, gas, carburantes, agua, telefonía…).

Salarios chinos e inflación alemana no nos hace más competitivos sino más pobres. Y así no hay consumo ni ventas ni economía que se recupere. Pero ni Bruselas ni Rajoy quieren verlo. Y con ello, la cuesta de enero nos va a durar hasta finales de año. Por lo menos.