domingo, 24 de febrero de 2013

Entre parches (Rajoy) y más recortes (Bruselas)


Rajoy dijo en el Congreso que ha evitado que el barco se hunda y que estamos “en la antesala” de la recuperación (algún día acertará). No dijo que su política de recortes ha llevado a la economía a caer más del triple que en 2011 y perder 850.000 empleos. Ahora, Rajoy nos vende  “reanimar la economía”, con 900 millones anuales para crear empleo juvenil (con más contratos basura), una pequeña dosis de crédito e incentivos para que los jóvenes pasen de ser parados a emprendedores. Medidas que están bien, pero que sin consumo y sin ventas, no servirán de mucho: es como dar aspirinas a un enfermo en coma.Hace falta reanimar la economía con estímulos potentes, como han hecho EEUU, Japón, China o Brasil, todos menos Europa. Pero Bruselas no quiere y va a exigir  a España más ajustes: subir impuestos y más recortes, este año y sobre todo para 2014. Una receta que ya conocemos y que nos traerá más recesión y más paro. Así no salimos a flote.  
enrique ortega

Tras 14 meses de Gobierno, Rajoy comenzó su discurso sobre el Estado de la Nación con el mejor balance de su gestión: 5.965.400 parados. Lo que no dijo es que 691.800 son “suyos”, fruto de una política de recortes que ha llevado a España a la recesión, con una caída de la economía (-1,5%) que es casi cuatro veces la que heredó en 2011(-0,4%).

Para Rajoy, “España ya tiene la cabeza fuera del agua” (mejor hubiera dicho: “seguimos con el agua al cuello”). Y presumió de cuatro logros discutibles. Uno, que España no se ha hundido, que no ha habido rescate y ha vuelto la confianza en España. Un dato: la prima de riesgo estaba en 310 cuando tomó posesión en diciembre 2011 y en 354 el día del debate. Y si los mercados nos han dado una tregua, no ha sido tanto por la política de ajustes de Rajoy como por la amenaza del BCE en julio de intervenir. Pero en cualquier momento puede volver el baile, incluso este lunes a tenor del resultado de las elecciones en Italia. El segundo, la reforma financiera, costosa y que aún durará un par de años, a costa de no tener crédito. El tercero, el superávit exterior, aunque no dijo que se debe más al desplome de las importaciones que a las exportaciones, que apenas crecen (+3,8%, la tercera parte que en 2010 y 2011), por la recesión en Europa. Y cuarto, que ha bajado el déficit público al 6,9%: un fracaso, ya que el objetivo era bajarlo al 6,3% del PIB y a pesar de los duros recortes, no se ha conseguido.

Ahora, vigilados por Bruselas, Rajoy seguirá con los recortes previstos para 2013 (“no hay que retroceder ni un milímetro”, dijo de cara a Bruselas y los mercados), pero vendiendo, de cara adentro, que va a “estimular” la economía. Y lanzó un “Plan” de 10 folios que se resume en tres medidas: incentivos a la contratación de jóvenes, algo más de crédito y estímulos para que haya más emprendedores (autónomos). Un Plan con más palabras que dinero.

Para facilitar la contratación de los jóvenes (55% en paro), el Gobierno dedicará 3.500 millones en cuatro años, 900 anuales, una cifra ridícula si la comparamos con los 40.000 millones de ayudas públicas recién entregadas a la banca. Se permite a las empresas contratar temporalmente (6 meses) a parados menores de 30 años y se abre la puerta a los contratos a media jornada (minijobs con mini sueldos), incentivando la contratación de jóvenes parados con rebaja de cotizaciones y que cobren el paro y monten un negocio. La segunda medida pretende conseguir 45.000 millones más de financiación, aunque la mitad es pública (ICO) y los bancos sólo pondrán 10.000 millones (ayudándoles con el riesgo), una cifra ridícula si se piensa que los tres grandes (Santander, BBVA y la Caixa) redujeron sus créditos en 35.000 millones el año 2012. Y la tercera, facilidades para que haya más emprendedores.

Son medidas que están bien, pero tienen un problema: no van a funcionar mientras la economía esté en recesión. Porque mientras no se reanime el consumo y las ventas, las empresas no pensarán en contratar (ni jóvenes ni parados mayores de 30 años, de los que el Gobierno se ha olvidado), ni regalando cotizaciones o contratos basura. Y tampoco se pedirá crédito, suponiendo que la pyme o el autónomo consigan dar garantías al banco. Y para hacerse empresario, hay que ver una economía viva, que consuma e invierta, no un país sumido en la recesión. Y saber qué empresa montar: En España sobran pymes y autónomos, faltan grandes empresas, sobran empresas en los servicios y faltan industrias y tecnología. No vale crear 30.000 nuevas empresas de un empleado (autónomos) en actividades sin futuro que al primer problema cierran.

El “Plan de estímulo” de Rajoy es mejor que los recortes de antes, pero no deja de ser un parche de cara a la galería, una aspirina para una economía en coma. Así no salimos del agujero. Y menos, con la última previsión de Bruselas : en 2013 la actividad volverá a caer (-1,4%, frente al –0,5% que dice el Gobierno) y el paro seguirá creciendo hasta el 27%, tras perderse otros 500.000 empleos. No valen paños calientes: hay que cambiar de política y poner a España a trabajar, recaudando 50.000 millones más (ya he explicado en este blog que se puede, sin subir impuestos a la mayoría de la población) y destinando una parte a reanimar de verdad la economía, con un enérgico Plan con cinco patas: un ambicioso programa de formación y reciclaje de los 6 millones de parados, un Plan de empleo con medidas valientes no sólo para jóvenes sino para mujeres y mayores de 45 años, un Plan para reducir el endeudamiento de familias y empresas , una potente inyección de crédito y liquidez en la economía y un programa de ayudas a la inversión y la exportación de los sectores con más futuro (industria, turismo, automóvil, agroalimentación, TIC y nuevas tecnologías, energías renovables, educación, industria sanitaria, dependencia y algunas infraestructuras…).

Es algo que ya está inventado, son los Planes de estímulo de verdad que han puesto en marcha Estados Unidos, Japón, China, Brasil y la mayoría del mundo, salvo Europa, donde la receta de salir de la crisis con recortes nos ha llevado a la recesión. Hay otro camino y se ha visto aquí en España con el Plan PIVE del automóvil: gastando 75 millones públicos en ayudar a las ventas, se ha recaudado el doble en impuestos, evitando pagar más paro. Lo contrario, los recortes, llevan a más recesión, menos ingresos, menos consumo, más paro, menos crecimiento, alto déficit, más recortes, menos crecimiento, más paro… Un círculo vicioso.

Pero ni Rajoy ni Merkel ni los fundamentalistas de Bruselas quieren verlo. Y ahora, la Comisión Europea se descuelga con que hay que seguir con los ajustes: les preocupa 2014, donde tras dos años de recesión, las cuentas públicas volverían a tener un agujero del 7,23%, en vez del 3% impuesto por Bruselas. Saben que cumplir este objetivo es imposible y están dispuestos a darnos árnica” a cambio de más ajustes, de más recortes, ya este año 2013 y más para 2014. No lo quieren decir en público todavía, pero exigirán a  España dos cosas: subir impuestos para 2014 (otra vez IRPF, IVA y todo lo que se pueda) y seguir con los recortes en pensiones, desempleo, Administración (funcionarios, autonomías y Ayuntamientos) y servicios públicos (educación, sanidad, servicios sociales y Dependencia). Más de lo mismo.

Más impuestos y nuevos recortes que van a profundizar la recesión y destruir más empleo. Ya sin ellos, la previsión de Bruselas es hoy que España seguirá en la UVI en 2013, sin consumo, sin ventas, con la economía cayendo otro año más (-1,4%) y con más paro (27%). Así, Rajoy tendrá que empezar el próximo debate del Estado de la Nación, en febrero de 2014, diciendo que la recuperación ya está aquí… con 6.500.000 parados. Un drama insoportable para una de cada dos familias. Puede evitarse. Cambien, por favor.

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