miércoles, 11 de julio de 2012

Aeropuertos: más caros y con menos horario


Volar este mes de julio es más caro, por la subida de las tasas aeroportuarias: un 50% en Madrid y Barcelona y por encima del 20% en otros 5 grandes aeropuertos. Además, en octubre se reduce el horario en 19 pequeños aeropuertos, con despidos de personal, para reducir costes. Dos medidas que tratan de paliar el agujero de los aeropuertos, que pierden 220 millones porque sólo 10 de los 47 ganan dinero. La falta de pasajeros no justifica mantener abiertos 19 aeropuertos pequeños, muchos de ellos nacidos por presiones políticas y subvenciones autonómicas y locales a las compañías. El Gobierno dice que no va a cerrarlos, pero las compañías ya han empezado a suspender vuelos regulares. Mientras, se busca sanear los aeropuertos subiendo tasas hasta 2016, aumentando los ingresos en sus tiendas y recortando servicios. Para al final, privatizar los rentables.
enrique ortega

España es el cuarto país del mundo con más tráfico aéreo, por detrás de EEUU, China y Reino Unido: 204 millones de personas utilizaron nuestros aeropuertos en 2011, el segundo año récord (+6%) tras 2007. Pero aun así, “la situación de nuestros aeropuertos no puede ser peor”, según la ministra de Fomento: perdieron 220 millones en 2011, porque sólo 10 de los 47 aeropuertos públicos (y dos helipuertos, Ceuta y Algeciras) ganaron dinero : Palma (44,6 millones), Gran Canaria (22,33), Tenerife Sur (24,98), Alicante (10,02), Lanzarote (8,67), Sevilla (6,05), Valencia (5,63), Ibiza (3,45), Bilbao (1,71) y Fuerteventura (1,21). Los dos más grandes pierden (-95 millones  Barajas y -22 millones el Prat), como Málaga (-20,5 millones), porque tienen que amortizar sus inversiones, las nuevas terminales, algo que no hace Renfe con las vías ni las autovías, obras que se cargaron a los Presupuestos. Por eso, los aeropuertos, además de perder dinero (como la mitad de los 460 aeropuertos europeos) arrastran la losa de la deuda: 14.000 millones, cuyos intereses pagan cada año.

El problema en España es el exceso de capacidad: sobran aeropuertos. Somos un país líder en trenes de alta velocidad y autovías y tenemos 47 aeropuertos, cuando Francia tiene 43 y Alemania 39. En la pasada década se invirtieron 17.211 millones (la mitad en Barajas y el Prat), bajo la presión de gobiernos autonómicos y locales, que alimentaron la burbuja aeroportuaria con subvenciones a las compañías, sobre todo low cost, para que vuelen a sus ciudades: 250 millones entre 2007 y 2011, sobre todo Castilla y León (84,3 millones), Aragón (34 millones), Cantabria (20,7), Cataluña (17,3) y Comunidad Valenciana (16,4). Ayudas que han ido sobre todo a Air Nostrum (filial de Iberia) y Ryanair (casi 100 millones), que ha presionado a la Generalitat para volar a Girona y Reus a cambio de 8 millones y prebendas.

Al final, demasiados aeropuertos públicos, la mayoría con pocos pasajeros: 19 tienen menos de 500.000 pasajeros al año. Y los grandes (Barajas y el Prat) tienen una capacidad imposible de llenar. EL Gobierno ha puesto en marcha un Plan estratégico con el objetivo de pasar de 12 a 30 aeropuertos con beneficios de explotación en 2016. Para ello, pone en marcha tres medidas: subir las tasas aeroportuarias, mejorar los ingresos comerciales (aumentando 22% la superficie comercial en los 7 aeropuertos con más tráfico) y recortar costes, reduciendo los horarios  (un  tercio) en los 17 aeropuertos y 2 helipuertos con menos de 500.000 pasajeros, para ahorrar 35 millones. Ya desde octubre, algunos abrirán sólo medio día, lo que supondrá despidos entre sus 688 empleados. Antes, los sindicatos de AENA ya han denunciado recortes de horas, Plan pensiones, interinos y no cubrir  jubilaciones.

La medida fundamental es la subida de las tasas aeroportuarias, el 71% de los ingresos de AENA. Ya subieron en 2011 un 5% y ahora suben desde julio otro 10,2 % de media, aunque en los 7 grandes aeropuertos (72,8% del tráfico) suben mucho más: 50,3% en Barajas, 53,6% en El Prat y por encima del 20% en Palma, Málaga, Gran Canaria, Alicante y Tenerife Sur. Y la previsión es subirlas hasta un 5% por encima del IPC (el 7%) hasta 2016. AENA dice que las tasas (hasta 7 diferentes) son un 34% más bajas en España que en el resto de Europa, pero las compañías y el sector turístico se quejan de que nuestros aeropuertos no compiten con los europeos sino con los de Grecia, Turquía o el norte de África, que tienen tasas más bajas y eso puede disuadir a los tour operadores. De hecho, en 2012 ha caído el tráfico aéreo (un 5.4% hasta mayo), incluso los vuelos low cost (-1,8%).

Con todo, la subida de tasas, que pagaremos en nuestros billetes y que va a ser investigada por Bruselas, tiene un límite y los expertos apuestan por subir más los ingresos comerciales, que suponen el 26% del presupuesto de AENA y deberían subir al 40% (en Gran Bretaña, aportan el 60% de ingresos). Además, España tiene que mejorar la calidad de sus aeropuertos, reduciendo retrasos: en 2010, entre los 20 aeropuertos europeos con más retrasos, 7 eran españoles. Y AENA es responsable de la mitad de los vuelos europeos con retraso, según Eurocontrol.

Al final, el problema es qué se hace con los 19 aeropuertos con menos de 500.000 pasajeros, que no son viables, ni subiendo tasas ni llenándoles de tiendas: Madrid-Cuatro Vientos, Huesca, Albacete, Córdoba, Logroño, Algeciras(helipuerto), Madrid-Torrejón, Vitoria, La Gomera, Burgos, Salamanca, Ceuta (helipuerto), Badajoz, León, el Hierro, Pamplona, San Sebastián, Melilla y Valladolid. El Gobierno dice que no piensa en cerrarlos “por ahora”. Pero no tienen salida (pierden 96,5 millones), aunque se han invertido más de 500 millones, que se tirarían a la basura si se cierran. De momento, las compañías ya les están cerrando: han dejado de operar vuelos regulares en Badajoz, Huesca, Albacete, Córdoba y Vitoria. Y podrían seguirles Burgos, León, Logroño, Salamanca, Pamplona y San Sebastián.  

A medio plazo, el objetivo del Gobierno Rajoy es privatizar los aeropuertos (los rentables, claro), algo que el Gobierno ZP tenía previsto hacer al 49%. Es un riesgo dejar en manos privadas la vía de entrada de 4 de cada 5 turistas, la primera industria del país. Y un instrumento clave de dinamización regional. La experiencia de algunas privatizaciones (Gran Bretaña) revela que los operadores descuidaron inversiones y servicios, para asegurar beneficios, en perjuicio de usuarios y compañías aéreas. Por eso, no podemos arreglar la burbuja de los aeropuertos sólo privatizando los rentables. Hay que poner orden con cabeza y gestión pública, por el turismo y los usuarios, que somos los que vamos a pagar el saneamiento de los aeropuertos, con los billetes y nuestras compras. No lo olviden.

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