domingo, 29 de mayo de 2011

Espaldarazo legal al "boom" del juego online

El Gobierno y todos los grupos políticos se han dado prisa en aprobar, en menos de tres meses, la Ley que va a regular el juego online, que puede mover 1.000 millones de euros en España en 2012. Un negocio que lleva funcionando varios años de forma alegal, controlado por empresas multinacionales, y que ahora pagará impuestos, que irán a financiar a las autonomías y también al fútbol. La nueva Ley, más permisiva que en la mayoría de Europa, dará un empujón al juego online pero será difícil controlar un negocio dominado por multinacionales europeas que operan desde paraísos fiscales, como Gibraltar. Jugar por Internet será ahora una tentación con más opciones y con muchos riesgos.
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España es un país donde nos gusta mucho el juego, un sector que mueve cada año 30.000 millones de euros (un 3% del PIB) y genera 100.000 puestos de trabajo en bingos, casinos, tragaperras y casas de apuestas presenciales. Casi la mitad de los españoles (el 49,9%) participa en juegos de azar de manera habitual y el 92,4 por 100 de los mayores de 18 años ha jugado en alguna ocasión, según un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid. La mitad de los jugadores habituales (mayoritariamente hombres y de estatus social medio-alto) se gasta entre 6 y 35 euros al mes y los datos confirman que se juega más con la crisis.
En los últimos años, una parte creciente de este juego se hace por Internet, dado que en España hay ya 27 millones de internautas. A nivel mundial, el juego online, que lleva menos de diez años, movió 12.700 millones de euros en 2008, según H2 Gambling Capital. Un 41 % del juego online se mueve en Europa y dos tercios son apuestas deportivas (70% fútbol, 14% tenis y 10% baloncesto) y el resto póker (mueve 3.500 millones de euros)  y casinos online, aunque se apuesta por todo, hasta por los resultados electorales. Un nuevo negocio concentrado en diez empresas y dominado por tres multinacionales : la austriaca Bwin (patrocina al Real Madrid), la mayor del mundo, y las británicas William Hill y Landbroker.
España es ya el quinto mercado europeo de juego online (tras Francia, Alemania, Grecia e Italia) y se estima un negocio de 575 millones de euros en 2009, con 280.000 jugadores. Y eso siendo un negocio alegal (sin ley), donde las multinacionales llevan varios años captando clientes sin pagar un euro de impuestos en España y haciendo competencia desleal a las empresas españolas de juego, que tenían prohibido ofrecer juego online y hacer publicidad. Tal es así que Bwin paga 18 millones al Real Madrid por patrocinar sus camisetas, que es justo la cantidad que paga en impuestos por el Bingo Canoe de Madrid la española Codere, que ha llevado al Madrid y a Bwin a los tribunales.
Ahora, con la Ley del Juego online aprobada el 12 de mayo, las empresas que ofrezcan juego online tendrán que pagar impuestos en España. Por eso las prisas del Gobierno en aprobar la Ley, para recaudar más y para encontrar mejor un novio a Loterías del Estado, empresa que se va a privatizar un 30% en octubre (7.000 millones) y que será más fácil colocar ahora que puede ofrecer juegos online además de lotería (en exclusiva). La ley obliga a los operadores de juego a regularizar su situación con Hacienda en los últimos cinco años (con lo que ingresará dinero), pero los impuestos del juego online irán íntegros a las autonomías, que cobrarán trimestralmente por lo que jueguen por Internet sus residentes. La tasa es de un 25% de media sobre los ingresos netos (sin premios), más alta que en otros países (desde el 8,5% de Francia o el 15% de Gran Bretaña al 20% de Italia). Si se espera que el juego online mueva unos 1.000 millones de euros ya en 2012 y crezca exponencialmente, los ingresos para las autonomías podrían ser de 250 millones al principio y de 1.600 millones en unos años.
Pero con las apuestas online no sólo gana Hacienda y las autonomías. Los Clubs de fútbol ingresan ya 100 millones al año por patrocinio de empresas de juego online: Real Madrid (Bwin), Barcelona (Betfair), Valencia (Unibet), Málaga (William Hill), Español (Interapuestas), Sevilla (888.com)… Y sólo los partidos del Barça mueven en Betfair más de 120 millones €/año en apuestas. Ahora se va a fijar un porcentaje de retorno de las apuestas deportivas para los clubs y el deporte, que podrían reportarles 400 millones de euros al año. Y la publicidad del juego online, siendo alegal, reporta ya 50 millones de euros a los medios de comunicación.
Por todo ello, el juego online parece la nueva gallina de los huevos de oro, que ha llevado al Gobierno ZP a hacer una legislación de las más permisivas de Europa, donde es legal en 20 países (en 6, con monopolio del Estado) y se prohíbe en otros 7 (como en EEUU). El problema es cómo controlarlo, para evitar fraudes, evasión de impuestos y blanqueo de capitales, máxime cuando la mayoría de las multinacionales tienen su sede y sus unidades operativas en paraísos fiscales (Bwin y Betfair, en Gibraltar). Y como vigilar que no juegan los menores y los ludópatas (en España hay 40.000 personas que tienen prohibido el juego).
No se pueden poner puertas al campo y por eso había que legalizar el juego online. Además, servirá para ayudar a las maltrechas arcas del Estado y de las autonomías. Pero ojo: una cosa es el ocio sano y controlado y otra la adicción al juego, ahora más atractiva y fácil por Internet. Una gran tentación y más con la crisis. Hay que vigilarlo.

miércoles, 25 de mayo de 2011

IVA facturas impagadas:otro palo a los autónomos

Son más de tres millones de españoles que se buscan la vida por sí mismos, con todos los inconvenientes de ser trabajadores y empresarios a la vez. El drama de los autónomos es que no venden, los bancos y Cajas les niegan la financiación y  sufren los impagos de empresas y la Administración. Y encima, tienen que pagar a Hacienda el 18% de IVA de las facturas que les deben, algo que no ha querido arreglar el Congreso, que acaba de votar en contra de una propuesta del PP para que no paguen el IVA de las facturas impagadas. Otro palo más para un colectivo con graves problemas, donde hay un 20% de pobres  y en el que se han dado de baja 375.000 autónomos en los últimos tres años.
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España es el país con más morosidad de Europa en el pago de las facturas y eso lo sufren especialmente los autónomos. Dos de cada tres autónomos denuncian que la morosidad les ha trastocado su negocio, según una encuesta del Observatorio del Trabajo Autónomo (ATA). Y cuatro de cada diez tardan al menos 6 meses en cobrar las facturas, mientras otros tres tardan entre 6 meses y un año y los tres restantes más de 365 días. Los que peor pagan son las administraciones públicas (sobre todo, autonomías y Ayuntamientos), a 158 días de media, incumpliendo en un 95% la Ley de Morosidad aprobada en 2010 (les fijaba un máximo de 50 días para pagar en 2011). En cuanto a las empresas privadas, pagan en España a un plazo medio de 101 días, frente a 57 días en la Unión Europea.
Por si no tuvieran bastante con no cobrar, los autónomos tienen que pagar a Hacienda cada trimestre el IVA de las facturas que emiten, las cobren o no. Así, el autónomo, obligado a ser recaudador, está adelantando al fisco unos 1.500 millones de euros por el IVA de las facturas impagadas. Por eso, llevan años pidiendo que sólo paguen el IVA de las facturas cobradas, una petición que el PP trasladó al Congreso y que fue rechazada por el Gobierno y la mayoría de los grupos, para no bajar la recaudación. Otra petición, también rechazada por el Parlamento, era no pagar tributos y cotizaciones a las entidades públicas para compensar las facturas impagadas a autónomos y pymes (unos 34.000 millones de euros en total).
Al final, los impagos son responsables de la caída de dos de cada tres autónomos, según ATA. Otro grave problema es la falta de financiación: el 54,2% de los autónomos señala que bancos y Cajas le denegaron un crédito en el primer trimestre de 2011 y a otro 23% le dieron menos de lo que pidió. El resultado, según la encuesta, es que dos de cada tres autónomos desisten ya de pedir financiación. Y lo peor de todo es que, además, no venden: un 74 % de los autónomos han disminuido su actividad en 2011, casi la mitad de ellos con caída de ventas de más del 20%, que se suman a la caída del negocio en los dos años anteriores.
Morosidad, falta de crédito y caída de ventas, tres problemas que llevan a los autónomos a no crear empleo (el 81% no ha contratado a nadie en 2010 y el 88,7% no piensa hacerlo en 2011) y a cerrar. El primer trimestre de 2011 ya han dejado su actividad 56.500 autónomos y en los últimos tres años de crisis ya han caído 375.000 autónomos, según ATA. Y sólo una mínima parte cobrará el desempleo, ya que de los 3.162.336 autónomos registrados, sólo 640.000 se han decidido a cotizar por desempleo, para cobrar dos meses por año cotizado.
Otro problema es su envejecimiento: 7 de cada 10 autónomos tienen más de 40 años y los jóvenes no se animan a trabajar por su cuenta. Lo peor es que el 95% de los autónomos cotizan por bases mínimas, con lo que sus pensiones son un 41 % inferior a las de un trabajador asalariado, según UPTA. Para corregirlo, las asociaciones de autónomos han iniciado una campaña para convencer a los autónomos de que coticen por bases más altas. Y el Gobierno les ha cambiado la norma, con lo que ahora sólo tienen hasta los 42 años (antes, hasta los 50) para elegir la base de cotización de los últimos 25 años que computan para la pensión. Con ello, muchos autónomos que ahora cotizaban lo mínimo (223 euros al mes) van a tener que cotizar 730 euros más al mes (hasta 953 €) para poder tener una pensión decente.
En resumen, un panorama desolador en un año, 2011, donde la mayoría de autónomos espera que su negocio irá igual (32%) o peor (50%). Ello agravará los ceses de autónomos y su nivel de vida, ya muy deteriorado por la crisis. Tal es así que un 20% de los autónomos españoles son pobres, según la EFILWC (una agencia de la UE), porque perciben rentas por debajo del 60% de la media de los trabajadores. En este grupo están sobre todo los autónomos jóvenes con hijos que trabajan en el campo, la pesca, la limpieza o la hostelería.
Al final, los autónomos son una pieza clave para crear empleo y riqueza, una buena fórmula de autoempleo para jóvenes, mujeres y desempleados. Pero necesitan ayudas para lanzarse a emprender un negocio, no un palo al mes como se les da. Hay que mimarles.  

domingo, 22 de mayo de 2011

El turismo despega, pero sin euforia

Este verano, las costas españolas, y sobre todo las islas, van a estar repletas de turistas extranjeros, a tenor de las reservas. Los problemas políticos en el Norte de África nos pueden desviar medio millón de turistas extras. Con ello y la mejoría en el primer trimestre y la Semana Santa, se espera un buen crecimiento del turismo en 2011, aunque menor al de antes de la crisis. Pero no hay que echar las campanas al vuelo, ya que sobre el turismo acechan varias incertidumbres: el turismo de los españoles no remonta, el gasto medio del turista ha bajado, los precios han empezado a subir, la revalorización del euro encarece nuestro país y la recuperación en Europa, de donde proceden nueve de cada diez turistas, es todavía débil. Así que hay que seguir mejorando la oferta y no confiarse.
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El turismo, la primera industria del país, creció un 2,4% en el primer trimestre, frente al 1% en 2010 (y al 0,3% que creció la economía española). El despegue vino de la mano de los turistas extranjeros (+2,9%), ya que el turismo español sigue estancado (+0,3%). El turismo británico (uno de cada cinco turistas) y el alemán bajaron, pero han aumentado los turistas de Holanda, Bélgica, Suiza, Italia y países nórdicos, sobre todo a Canarias. Eso sí, el gasto medio (94€ día) ha bajado casi un 4%, porque aumentan los turistas que no vienen a hoteles ni con paquetes.
En Semana Santa, la ocupación hotelera ha sido del 85% (a pesar del mal tiempo) y de más del 90% en zonas de costa y ciudades de interior con turismo religioso, con un 10% más de  facturación. De cara al verano, las reservas han  crecido ya un 10%, sobre todo en el mercado alemán y nórdico, con destino a las costas, Baleares y especialmente Canarias, que espera batir este año el récord del siglo en pasajeros (35 millones), aprovechando la crisis política en Túnez, Marruecos y Egipto, que podría desviar hacia España medio millón de turistas extras este año. La previsión del sector (Exceltur) es que el turismo crezca este año un 2,2 %, más del doble de lo que preveían en enero (+1%), aunque todavía menos que antes de la crisis (el turismo creció por encima del 3% entre 2000 y 2007).
Para consolidar el despegue, planean sobre el turismo español varias incertidumbres. La primera, la dura competencia de países como Turquía, Croacia, Bulgaria o las islas del Mediterráneo, junto a Portugal y Grecia, que van a tirar los precios por su grave crisis interna. Y sin olvidar los nuevos destinos, que crecen con fuerza, como África, Latinoamérica y China, que es ya el tercer destino turístico del mundo (tras Francia y EEUU y después de haber superado a España). La segunda, nuestros precios, que han empezado a subir (IPC de abril), tras dos años de estancamiento. Y más con la subida del euro, que a pesar del freno por la crisis de Grecia, se ha revalorizado este año un 9,5 %, lo que encarece España a los británicos, americanos, japoneses y turistas de países no euro. También los vuelos se han encarecido, con una subida del 15% del combustible. 
Con todo, la clave está en la lenta recuperación de una parte de la economía europea e internacional: crecen más Alemania (+1,5%) y Francia (+1%), pero poco Reino Unido (+ 0,5%), Italia (+0,1%) y la UE (+0,8%), así como EEUU o Japón (en recesión). Si crecen poco, vienen menos turistas o se gastan menos. Es lo que pasa con el turismo español: con tanto paro y una caída de rentas del 1,5%, no se espera una recuperación este año. Y además, este verano, con el aumento de reservas de extranjeros, será más difícil que los españoles (que, en su mayoría, reservan a última hora) encuentren ofertas en la costa o las islas, donde van a subir precios de hoteles y apartamentos.
El turismo es una de las pocas alegrías de la economía, pero apenas está creando empleo: sólo Canarias, País Vasco y Navarra han creado este año empleo en el turismo, un sector que supone el 11% del empleo del país. Y hay tres zonas turísticas entre las cinco autonomías con más paro: Andalucía (29,68% de paro), Canarias (28,52%) y Baleares (25,36%). El sector estima que haría falta crecer un 3%, como en la década pasada, para crear 50.000 empleos al año, algo que no va a pasar hasta 2012. Y mucho será empleo temporal y precario.
España tiene que aprovechar el tirón de este verano, ayudado por la crisis del Norte de África, para consolidarse como potencia turística mundial a medio plazo. Y eso pasa por diversificar. Por abrir el abanico de los turistas que vienen: hoy un 91% europeos (y la mitad, británicos, alemanes y franceses). Por traerles más fuera de temporada, no sólo en verano. Por que vengan no sólo a las costas y las islas, sino al resto del país. Y porque se gasten más, con un turismo de más calidad. Son las claves del Plan Horizonte 2020, al que se acaba de sumar el  Plan Turismo Litoral siglo XXI, para renovar el turismo de sol y playa tradicional.

Más que echar las campanas al vuelo sobre el despegue del turismo, hay que hacer un gran Pacto entre el sector, el Gobierno central y las autonomías para consolidar la recuperación. Y para que cree empleo, que falta nos hace. Todos a vender España por el mundo.

miércoles, 18 de mayo de 2011

22-M : nos jugamos más que en las generales

Nunca los españoles nos hemos jugado tanto en unas elecciones autonómicas y municipales. El 22-M es tan importante para nuestras vidas como las próximas generales de 2012. O más. No exagero. Porque votamos a los responsables de gastar 3 de cada 4 euros públicos y de gestionar la sanidad, la educación, las ayudas a la dependencia y a la vivienda, la cultura y gran parte de la justicia, el medio ambiente, el deporte o las ayudas sociales. A ellos les pagamos también una buena parte de nuestros impuestos. Y tienen mucho que decir en la marcha de la economía, de las empresas, del empleo y del paro. Y del nivel de renta. Por eso, nos jugamos mucho el 22-M. Vote pensando en local y en su bolsillo.
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España es el país más descentralizado de Europa, tras Dinamarca: el Estado central sólo gestiona el 52% del gasto público (ver Informe, página 230), frente al 71% de media en la UE y un mayor peso del Estado central en Alemania (63% del gasto), Reino Unido e Italia (72%), Francia (82%), Portugal (88%) o Grecia (96%). Y lo mismo en los ingresos: en España, los ingresos del Estado central pesan el 67% del total (lo mismo que en Alemania), frente a un 81% en la UE, el 87% en Francia, un 89% en Reino Unido o un 91% en Portugal.
Con datos más actuales, la Administración central gasta en España el 51% del total (21% el Estado y 30% la Seguridad Social), las autonomías el 36% del gasto público y los Ayuntamientos el 13% restante. Pero como mucho gasto del Estado central son transferencias, al final, el 77% de los gastos públicos de funcionamiento los gestionan autonomías (55%) y Ayuntamientos (22%). Y de la inversión pública, el 70 % la ejecutan las regiones (43%) y los municipios (27%), según un estudio del IEF. En definitiva, que el gasto y la inversión pública está en manos de los gobiernos autonómicos y locales que votamos el 22-M. Y por el lado de los ingresos, deciden ya las tarifas de la mitad del IRPF, con un porcentaje creciente de impuestos propios y la gestión del 60% de las subvenciones europeas.
Por si fuera poco, autonomías y Ayuntamientos gestionan la mayor parte de los servicios públicos y del Estado del bienestar. Son responsables del 90% de la sanidad y la educación, de la mitad de la gestión de la Justicia, de la gestión y dos tercios del gasto de la Ley de dependencia, del 80% de la cultura, el deporte y el medio ambiente, de la gestión de las ayudas a la vivienda, del urbanismo y el patrimonio, del consumo, de buena parte de la gestión del desempleo y la formación profesional, de la gestión del turismo, de una parte importante de seguridad ciudadana y protección civil, de la gestión de la emigración, los transportes (autobús, metro, trenes, algunos aeropuertos), muchas infraestructuras, subvenciones y ayudas económicas y  múltiples políticas sociales (más ahora, con la crisis). Casi nada, como para que el debate electoral del 22-M gire en torno al terrorismo o al paro.
Pero es que, además, autonomías y Ayuntamientos tienen mucho que decir sobre la economía, el empleo y el nivel de vida. Porque está claro que hay dos o tres Españas, con distinto crecimiento, debido al clima económico, a la estructura productiva, a la tecnología, al peso de la exportación. Regiones que crecen más (País Vasco, Navarra o Castilla y León) y regiones que caen más (Andalucía, Canarias, Castilla la Mancha, Murcia y la Comunidad Valenciana). Regiones que han perdido mucho empleo en el último año (-77.400 Andalucía o -59.900 la Comunidad Valenciana) y regiones que lo han creado (+10.800 País Vasco o +900 Navarra). Y regiones con altísimo paro (Andalucía 29,68%, Canarias 28,52%, Ceuta 26,43% o Murcia 26,16%) y regiones con paro “europeo” (11,61 % País Vasco, 13,40% Navarra, 15,44% la Rioja o 16,37% Cantabria). Y lo mismo las ciudades: ¿Por qué Huelva tiene un 32,9% de paro y Guipúzcoa un 8,9%? Algo tendrán que ver sus gobernantes.
Al final, vivir en una u otra región o ciudad tiene mucho que ver con la renta y el nivel de vida que tenemos, independientemente de quien gobierne desde la Moncloa. No en vano, desde hace casi treinta años, las cinco regiones más ricas son País Vasco, Navarra, Madrid, Cataluña y La Rioja. Y las cinco más pobres Extremadura (con la mitad de renta por habitante que los vascos), Andalucía, Castilla la Mancha, Murcia y Canarias. Y los que lideran la recuperación económica en 2011, según el BBVA son los mismos, las tres autonomías más ricas: Madrid, País Vasco y Navarra.
Aquí está el meollo del 22-M: la gestión del Estado del bienestar, los incentivos económicos de unas y otras regiones o municipios al crecimiento, el empleo y la renta. Y un factor añadido: los recortes obligados al gasto autonómico y municipal, sobre todo en sanidad, educación y empleo público. No se trata de elegir entre ZP o Rajoy, sino saber qué harán nuestros políticos más próximos con su deuda y sus déficits, con la sanidad, con la  educación, con el empleo, con las empresas, con las ayudas, con las infraestructuras, con el medio ambiente, con la vivienda,  con los jóvenes. Un debate inexistente en esta campaña. El 22-M tiene mucho que ver con nuestra vida y con nuestro bolsillo, quizás más que las generales. Que no nos despisten. Votemos pensando en local, en nuestra vida diaria y en nuestro bolsillo.

domingo, 15 de mayo de 2011

Ayuntamientos: el ajuste que no votaremos

Estas elecciones municipales se distinguen de otras en que hay pocas inauguraciones. Los Ayuntamientos están endeudados hasta la bandera y deben millones a empresas y proveedores. Y el Gobierno central no les ha dejado endeudarse más, con lo que han tenido que recortar de casi todo, tras tener problemas hasta para pagar las nóminas. Pasado el 22-M, los nuevos alcaldes van a tener que entrar a saco, cortando aún más gastos y sobre todo subiendo impuestos y tasas a sus vecinos. El ajuste municipal sería menos duro si PSOE y PP pactaran una nueva Ley de Financiación Local, con más recursos para los Ayuntamientos, que dedican uno de cada cuatro euros a gastos sociales que debían hacer el Estado o las autonomías. Y hace falta agrupar Ayuntamientos, la mayoría muy pequeños.  
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Los gobiernos locales (Ayuntamientos y Diputaciones) tienen una deuda financiera de 36.226 millones de euros (un 3,4% del PIB), de los que 28.769 corresponden a los más de 8.000 Ayuntamientos. La deuda no ha crecido mucho (en junio de 2008, antes de la crisis, era de 30.000 millones, un 2,8% del PIB), pero el problema es que ahora no pueden financiarla, porque el Gobierno central, para cumplir con Bruselas, les ha prohibido endeudarse a largo en 2011 y 2012. Y tienen que cancelar su deuda a corto a finales de cada año.
 En consecuencia, los Ayuntamientos han optado por no pagar a empresas y proveedores, a los que adeudan unos 30.000 millones de euros (sólo 3.300 millones  a las empresas de basuras).El PP ha propuesto que el ICO destinara una línea de crédito de 30.000 millones para pagar estas deudas, que ponen en peligro la supervivencia de muchas pymes y autónomos. El Gobierno se ha negado, para no disparar el déficit público. Con ello, la morosidad sigue ahí, con un retraso en los pagos de 157 días, frente a los 50 que marca la Ley de Morosidad. Y la pelota crece para los Ayuntamientos, que acabarán pagándoles con intereses del 12%.
Los Ayuntamientos más endeudados son los de Madrid (6.453 millones €) y Barcelona (1.202 millones), seguidos de Valencia (890 millones), Zaragoza (748 millones), Málaga (743) y Sevilla (454), aunque las que tienen más deuda por habitante son Madrid (2.081 €), Málaga (1.266 €), Zaragoza (1.115 €) y Valencia (1.024 €). En conjunto, 5.137 municipios de los 8.114 están endeudados (vea aquí la deuda de su Ayuntamiento), aunque más de la mitad de la deuda se concentra en las 50 ciudades que deben más de 75 millones cada una.
La deuda municipal viene de que les han caído drásticamente los ingresos (por la crisis del ladrillo, del que muchos sacaban la mitad de los ingresos) y no han controlado los gastos (obras faraónicas en Madrid, eventos deportivos varios en Valencia, Expo en Zaragoza, etc.). Además, la crisis les ha aumentado la demanda de servicios sociales, desde becas, ayudas comedor o subsidios. Hay que recordar que un 25% de los gastos de los Ayuntamientos son gastos no obligatorios”, que los municipios atienden pero que deberían hacer las autonomías y el Estado: seguridad y protección civil, cultura, protección social y servicios sociales (vivienda, educación, bienestar comunitario, sanidad, ayudas).
España es el país europeo con menos peso del gasto local: un 12,5 % del gasto total, frente al 15% de media en la UE y menos que Alemania (14,2%), Francia (17,8%), Italia o Reino Unido (27,7%) y muy inferior al gasto municipal en los países nórdicos (del 37% en Finlandia al 44% de Suecia o el 58,8% de Dinamarca). Y con ello, los municipios europeos tienen mucho más peso que los españoles en los gastos de protección social (28% media UE y 31% en Reino  Unido o Alemania frente al 8% en España) o educación (21% media UE, 31% en Reino Unido o el 16% en Alemania frente al 3% en España.
En definitiva, los municipios españoles deberían gastar más en protección social o educación, pero a cambio, deberían tener más ingresos, a costa de las autonomías. Hoy, el 40% de los ingresos municipales son transferencias dirigidas a un fin concreto del Estado y las autonomías, por lo que piden más autonomía y una mayor participación en los grandes impuestos (IRPF, IVA y especiales). Pero eso exige reordenar los impuestos entre Estado, autonomías y municipios, para que los ciudadanos no paguemos tres veces. Un gran pacto fiscal, que no se ve por ningún lado, al menos hasta después de las elecciones de 2012.
Entre tanto, habría que tomar algunas medidas, como reducir el número de Ayuntamientos, para prestar los servicios con menos costes. En España, el  85% tienen menos de 5.000 habitantes (945 tienen menos de 1.000 habitantes, la mitad de ellos en Castilla y León), cuando en Alemania son el 80%, en Italia el 72% y en Irlanda el 49%. Ya los han agrupado Bélgica, Holanda, Unido o Suecia, con grandes ahorros. Además, habría que aprobar un crédito extraordinario o créditos del ICO para que liquiden deudas. Y a partir de ahí, ajustar gastos e ingresos para una década. Pero como no va a haber un Pacto local, cada Ayuntamiento tendrá que ajustar drásticamente sus cuentas, gastando lo mínimo y subiendo tasas e impuestos. Eso sí, después de que les votemos el 22-M. Tomen nota.

miércoles, 11 de mayo de 2011

La interminable reforma de las Cajas

Confieso que con el saneamiento de las Cajas me pierdo y eso que lo sigo. Hace un año teníamos los bancos y Cajas más sanos del mundo. En junio 2010 se aprobó una ley de Cajas que las obligó  a fusiones contra reloj, pasando de 45 Cajas a 17 grupos. En enero 2011, el Gobierno vuelve a cambiar las normas y les exige más capital. Y en marzo, el Banco de España  saca la lista de las 9 Cajas que necesitan sanearse y buscar capital. Pero les da hasta octubre para hacerlo (con prorroga hasta marzo 2012, para algunas), aunque 4 Cajas no encontrarán inversores y tendrán que ser nacionalizadas temporalmente. Al final, serán dos años de retraso para un saneamiento que tendrá importantes ayudas públicas y donde muchas Cajas, limpias de ladrillo, oficinas y personal, serán subastadas a bancos españoles y extranjeros.

El 10 de marzo de 2011, dos años y medio después de estallar la crisis financiera, el Banco de España decidía por fin hacer público el chequeo al sistema financiero español: de 55 entidades, sólo 13 necesitaban sanearse y buscar capital: 4 bancos (Bankinter, Bankpyme y las filiales de  Barclays y Deutsche Bank) y 9 grupos de Cajas (Bankia, Novacaixagalicia, CatalunyaCaixa, CAM, Banco Base, Banca Cívica, Banco Mare Nostrum, Unnim y Caja España-Caja Duero). En total, necesitaban inyectar 15.152 millones de euros (de ellos,14.077 las Cajas). Eso supone que 33 bancos están sanos y también otras 9 Cajas: la Caixa, Ibercaja, Unicaja, las tres Cajas vascas (BBK, con Caja Sur, Kutxa y Vital), Caja 3 (CAI, Caja Círculo, Caja Badajoz) y las Cajas de Ontinyent y Pollensa.
Los cuatro bancos van a capitalizarse sin problemas (son sólo 1.075 millones), ampliando capital. El problema es buscar inversores que pongan 14.077 millones para tapar los agujeros de las 9 Cajas a sanear. Tras los primeros tanteos, cinco han dicho que saldrán adelante sin ayudas públicas: Bankia (Caja Madrid, Bancaja, Laietana, Ávila, Segovia, Rioja, Insular), Banco Base (Asturias, CCM, Cantabria, Extremadura), Banca Cívica (Navarra, Burgos, Canarias, CajaSol y Guadalajara) y Banca Mare Nostrum (Murcia, Penedés, Granada, Sa Nostra) buscarán capital privado saliendo a Bolsa y Caja España-Caja Duero se fusiona con Unicaja y así se sanea. Pero otros cuatro grupos de Cajas no encuentran capital privado sin malvenderse y han pedido ayudas públicas, la entrada temporal del FROB para sanearlas. Son la CAM (que rompió su alianza con Banco Base), donde el Estado entraría con mayoría (70%) y tres Cajas que tratan de vender activos y conseguir capital para que la entrada del FROB no sea mayoritaria: Novacaixagalicia (Galicia y Caixa Nova), CatalunyaCaixa (Catalunya, Tarragona y Manresa) y Unnim (Sabadell, Terrasa y Manlleu).
El plazo para conseguir dinero acaba el 30 de septiembre, aunque hay tres meses de prórroga e incluso hasta marzo de 2012 para cerrar los procesos. La clave es la valoración de las Cajas, tanto para las 4 que salen a Bolsa (la primera, Bankia, en julio) como para las 4 donde se meta dinero público. Se habla de una rebaja del 30 al 40% sobre su valor en libros. El Estado, a través del FROB, podría llegar a aportar en capital a esas 4 Cajas unos 7.700 millones de euros, que se suman a los 11.167 aportados en 2010 por el FROB en forma de créditos y otros 4.167 millones de ayudas en la intervención de CCM y Caja Sur. En total, unos 23.000 millones de ayudas públicas a las Cajas, un sector que ganó 3.403 millones en 2010. A ello hay que sumar un coste público de 1.100 millones en ayudas a las 12.000 prejubilaciones que van a hacer las Cajas: salen a los 55 años, están dos en el paro (cotizando por ellos el INEM) y luego se prejubilan a los 63 años, ahorrándose dos años de sueldos y cotizaciones.
La entrada del Estado en las Cajas, vía directivos propuestos por el FROB, será suave y no implica la salida automática de los actuales gestores (responsables del riesgo político y del ladrillo de muchas Cajas), que se librarán de sanciones (sólo ha habido multas y expedientes en las dos Cajas intervenidas, CCM y Caja Sur) y que siguen con elevados sueldos: 15 Cajas han subido  los sueldos de sus directivos en 2010 y otras 20 los mantuvieron. Eso sí, las Cajas que han recibido o reciban ayudas públicas no pagarán bonus y recortarán los Consejos a 15 miembros (5 independientes), con lo que tendrán que salir más de 50 consejeros, muchos de ellos políticos locales. Y tendrán que cerrar 2.538 oficinas y recortar gastos y costes, también Obra Social.
Al final, al retrasar otros 6 meses (o incluso un año) el saneamiento de las Cajas, su situación se va a deteriorar. Los directivos, preocupados por no perder su sillón, estarán más ocupados en buscar capital  y recortar costes, plantillas y oficinas que en el negocio, con lo que darán menos créditos (y con lupa) y volverán a perder cuota de mercado frente a la banca. Y como nadie se fía todavía de lo que las Cajas tienen en las tripas, puede que algunas no consigan inversores para sanearse y haya más nacionalizaciones temporales. Y nuevas fusiones. Es lo malo que tiene haber perdido dos años: las Cajas estarán peor y sanearlas costará más. Eso sí, luego, cuando estén limpias de ladrillo, oficinas y personal, gracias a las ayudas públicas, el próximo Gobierno venderá varias al mejor postor, un banco español o extranjero. Y quedarán una docena. Pobres Cajas.

domingo, 8 de mayo de 2011

Autonomías: más recortes tras el 22-M

Si 2010 fue el año de los recortes del Gobierno Zapatero, 2011 va a ser el año de los recortes autonómicos, para poder cumplir con la rebaja del déficit que nos imponen Bruselas y los mercados. Después de las elecciones del 22-M, los nuevos gobernantes autonómicos harán auditorías y probablemente aflorará más déficit, con lo que harán recortes culpando a los anteriores. Y los que sigan no tendrán más remedio que poner orden en sus cuentas, asfixiados por las deudas. El recorte global será de 16.000 millones de euros y los ciudadanos lo notaremos en la sanidad, en la educación, en ayudas, en el empleo público y en las inversiones, como ya lo notan en Cataluña. Habrá que ver si recortan también gastos innecesarios y servicios duplicados con el Estado y los Ayuntamientos.
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La rebaja del déficit público, impuesta por Bruselas y los mercados (a costa de una mayor recesión), fue una asignatura aprobada en 2010 por el Estado central (bajó su déficit del 9,4% del PIB al 5,6 %) y los Ayuntamientos (estabilizaron su déficit en el 0,5%), pero suspendieron las autonomías, que aumentaron su déficit (del 2 al 2,83% del PIB), obligando a la Administración central a recortar más sus gastos para cumplir con Bruselas. Pero este año, el mensaje del Gobierno Zapatero es claro: el Estado central y los Ayuntamientos seguirán recortando déficit (el Estado ya lo ha reducido un 20% en el primer trimestre), pero el esfuerzo tienen que hacerlo ahora las autonomías, que tendrán que reducir su déficit (30.000 millones de euros) a menos de la mitad, hasta el 1,3% del PIB. Eso les obligará a recortar 16.100 millones de euros, un 12% del gasto autonómico  para 2011.
Y tendrán que recortar más las que tienen más déficit. Las cuatro autonomías con mayor agujero en sus cuentas son  Castilla la Mancha (6,22 % déficit sobre PIB regional en 2010), Murcia (4,95%), Baleares (4,16%) y Cataluña (3,86%), aunque hay otras cinco que también superaron el objetivo de déficit en 2010 (2,40%): Comunidad Valenciana (3,47%), Navarra (3,25%), la Rioja (3,26%), Aragón (3,07) y Andalucía (2,74%).
A estas y a todas (salvo a Madrid, la más cumplidora: 0,69% déficit), el Gobierno les ha pedido planes de ajustes para 2011 (La Rioja tampoco lo necesita ya). Y a finales de mayo, la vicepresidenta Salgado aprobó los planes de 9 autonomías: Aragón, Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Galicia y Murcia, que se comprometen a recortar su déficit en 4.283 millones de euros (la cuarta parte del ajuste total). Los planes de Andalucía y Extremadura están a punto de aprobarse  y los que el Ministerio de Economía ha rechazado de plano son los de las cuatro autonomías en peor situación: Cataluña, Castilla la Mancha, Baleares y la Comunidad Valenciana (la autonomía más endeudada: 17.600 millones, el 17,2% de su PIB).  Tendrán que proponer más ajustes o el Gobierno central no les dejará endeudarse más este año.
Cataluña encabeza una rebelión de autonomías (Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla y León, Galicia y Madrid, todas PP, junto a Baleares) que piden al Gobierno central que les pague unos Fondos de compensación, unos ingresos a los que creen tener derecho. Y la vicepresidenta Salgado les responde que ese dinero (podrían ser 5.500 millones) no les corresponde hasta 2013, así que hagan sus cuentas (y el ajuste) sin él. El tema puede acabar en los Tribunales (años) y estas autonomías culpan al Gobierno de “centrifugarles” su déficit.
Polémicas aparte, el hecho es que las autonomías rebeldes y las demás tendrán que ajustar sus cuentas en 2011, porque si no volverá el baile a los mercados y las presiones contra España. Y tendrán que recortar donde gastan: en sanidad (34,26% del gasto autonómico), educación (23,52%), servicios sociales (6,88%), infraestructuras (6,88%) y fomento del empleo (3,24%). Y seguro que en personal (es un 45% del gasto en sanidad y educación), en ayudas y subvenciones. El camino ya lo estamos viendo en Cataluña, con recorte de servicios médicos, recortes del gasto en educación y de 1.000 empleos de no funcionarios. Esto es lo “fácil”. Lo bueno sería que se recortaran también gastos menos necesarios: organismos y empresas autonómicas (2.400 y han crecido con la crisis), radios y televisiones autonómicas (1.000 millones de presupuesto), embajadas y relaciones exteriores (179 "embajadas" autonómicas, que cuestan 400 millones €), altos cargos (161 millones €) y asesores (97 millones €), coches oficiales y gastos de representación, trabajos externalizados, eventos varios, sedes y edificios autonómicos
También podrían subir impuestos, pero no está el bolsillo de los ciudadanos para eso (los indirectos y las tasas, los que vemos menos, seguro que los suben). Hay autonomías que incluso los bajan (Cataluña deja de ingresar este año 150 millones por suprimir el impuesto de sucesiones), pero la mayoría han creado 50 nuevos impuestos verdes y financieros, que sufrirán empresas (eléctricas) y bancos, en medio de un galimatías impositivo que rompe la unidad de mercado.
Tras las elecciones del 22-M, en medio de los ajustes, sería el momento de revisar el Estado autonómico, de pactar su tamaño (36% del sector público) y su financiación, de corregir servicios duplicados con el Estado y los Ayuntamientos. Pero no parece que los partidos estén por la labor. Habrá que esperar a que pasen las elecciones generales de 2012. Y mientras, los ciudadanos sufriremos y pagaremos los desajustes. Votemos lo que votemos ahora.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Paro: aún no hemos tocado fondo

España lleva 45 meses seguidos destruyendo empleo. Da igual que por 89.800 no hayamos llegado a los 5 millones de parados. Tenemos un drama de paro que no tiene ningún otro país civilizado: más del doble que Europa y el triple que Alemania. Casi la mitad de los jóvenes sin empleo. Más de 2 millones de parados sin trabajo desde hace más de un año, 1.386.000 familias donde nadie trabaja y casi dos millones de parados sin cobrar nada. Y la mayoría de expertos creen que este año se va a seguir destruyendo empleo, aunque no lo crea el Gobierno, que intenta paliar la situación con un Plan contra el empleo sumergido. Contra el paro no hay atajos, sólo crecer más. Hay que tomar ya medidas pactadas entre todos. No podemos esperar otro año más, hasta después de las elecciones de 2012.
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El peor dato de la última EPA es que la economía sigue destruyendo empleo (256.500 en el primer trimestre), más que el año pasado ((5.000 más, quizás por el cambio en la Semana Santa).Ya son 15 trimestres consecutivos, desde que a mitad de 2007 se empezó a perder empleo: 2.358.900 puestos de trabajo perdidos ya en esta crisis. Y cuatro datos malos: el empleo cae en toda España (salvo Canarias), en todos los sectores (incluso en la construcción, donde no acaba la sangría) y más entre los fijos, después de haberse cebado entre los contratos temporales. Y el 90% del empleo se ha perdido entre menores de 35 años.
Cae el empleo y aumenta el paro, aunque podría haber pasado de los 5 millones si no fuera porque sigue habiendo mucho parado “desanimado” : jóvenes, mayores y mujeres que no se apuntan a buscar empleo porque saben que lo tienen muy difícil. Con todo, el paro llega a los 4.910.500 personas, el 21,29% de los españoles en edad de trabajar (frente al 9,9% en Europa y el 7,1% en Alemania). Pero hay cinco provincias con más del 30% de paro: Huelva (32,9%), Málaga (32,73%), Cádiz (32,68%), Almería (32,04%) y las Palmas (31,01%). El paro ha crecido en todos los sectores y más entre las mujeres, que ahora buscan más por la crisis. Lo más grave es que están en paro casi la mitad de los jóvenes (menores 25 años): un 45,39%, más del doble que en Europa (19,8%), paro juvenil que supera el 50% en Andalucía, Canarias, Valencia, Extremadura, Ceuta y Melilla.
Entre tanta estadística, hay tres datos escalofriantes. Uno, que 2.109.300 parados llevan más de un año sin trabajo. Dos, que hay 1.386.000 hogares donde todos están en paro. Y tres, que hay casi 2 millones de parados que no cobran ninguna ayuda, porque no tienen derecho al subsidio o los han agotado (el subsidio medio son 853 euros). La pregunta es: ¿Por qué no salen los parados a la calle, por qué no hay más conflictividad? Porque sobreviven gracias a que están tirando de la hucha de los ahorros, a las familias (el 54% de los jóvenes viven con sus padres) y porque muchos malviven, claro, gracias a alguna chapuza que hacen.
Ahora, el Gobierno quiere cortarles  la economía de la chapuza, con un decreto que ha aprobado el mismo día de la EPA (les falló el subconsciente), para aumentar las sanciones contra las empresas que tengan trabajadores sin dar de alta, después de un plazo hasta finales de julio, para que los regularicen. El Gobierno cree que así van a aflorar empleos sumergidos y reducir el paro: les ha dicho a los sindicatos que podrían “crearse” hasta 500.000 empleos, aunque la inspección sólo regularizó 66.972 contratos en 2010. La cuestión es saber si las empresas van a regularizar estos empleos, muchos subempleos y por horas, o van a quitarse de en medio estos trabajadores eventuales ahora peligrosos. Está claro que hay que acabar con el empleo negro, pero quizás habría que esperar a una coyuntura mejor.
Y sobre todo, no hay atajos contra el paro. ¿Cómo se crea empleo? No hay que ser economista para saberlo: las empresas necesitan vender, que haya mercado. Y en España, el consumo sigue estancado, con los salarios congelados o apenas subiendo, los precios al alza (3,8% en abril) y un miedo de muchos trabajadores a perder el empleo. Así, nadie piensa en crear empleo, sólo en reducirlo. Y más cuando el crédito es caro y escaso. Y en un contexto internacional donde los países que nos pueden comprar o visitar apenas crecen: 0,5 % Reino Unido, 0,9% Alemania, 1,8% Estados Unidos… En España, la mayoría de expertos, salvo el Gobierno, apuestan por un escaso crecimiento este año, que siga la destrucción de empleo y que aumente el paro, superando los 5 millones.
Hace falta otra política para crear empleo, estimulando el consumo, la inversión y el crédito, con apoyo del sector público, que no puede seguir de recorte en recorte sin riesgo de matar al enfermo. Hay que plantarse en Bruselas y exigir que España pueda hacer una política activa frente a un paro insostenible, tras el fracaso de la ortodoxia conservadora. Y hay que dar confianza a los ciudadanos y a las empresas, para que trabajen mejor, consuman, emprendan y contraten. No hay otro camino. El problema es quién lo hace, en un país con los políticos a la gresca y donde ningún líder da confianza. Pero no podemos esperar a 2012. Hay que hacer algo ya. Cada uno de nosotros tiene un parado en la familia que nos lo exige.

domingo, 1 de mayo de 2011

Trabajamos más y ganamos menos

Otro mito que cae: los españoles trabajamos más horas que la mayoría de los europeos. Eso sí, ganamos la mitad que ellos. Spain is different: tenemos unos horarios de locos y muchos vuelven de comer al trabajo cuando en Europa cierran las oficinas. El problema es que así no hay forma de conciliar trabajo y familia y lo acaban pagando los hijos o las mujeres, que dejan su empleo, reducen su jornada o trabajan el doble, en su empresa y en casa. Ahora, con la reforma de los convenios, hay que plantearse una reforma a fondo de los horarios de trabajo, para trabajar menos horas y con más eficacia.
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En España se trabaja más horas que en la mayoría de Europa. Así, los españoles dedican el 19% de su tiempo al empleo remunerado, frente al 16% de países tan productivos como Alemania, Holanda o Dinamarca, según el Banco Mundial. Somos el cuarto país de Europa que más horas trabaja, sólo por detrás de Austria, Portugal y Suecia. Y ocupamos el puesto 13 entre los 30 países de la OCDE, encabezado por Japón, China, Corea, México y Canadá. La estadística nos da 4,6 horas de trabajo al día (media de toda la población en edad de trabajar, entre 15 y 64 años), un 20% más de trabajo diario que Alemania (3,75 horas).
A pesar de meter más horas, la productividad española es menor, por hora trabajada: un índice 98 frente al 100 de la Unión Europea, el 110 de Alemania, el 112 de Francia o el 119 de Estados Unidos. Y si  ha mejorado la productividad global de España (índice 110 frente al 100 de la UE, el 95 de Alemania o el 98 de Gran Bretaña) es porque hemos perdido 2,3 millones de empleos con la crisis y ahora producimos algo menos con muchas menos personas.
En consecuencia, trabajamos más horas pero cobramos menos. El sueldo medio en España era de 22.000 euros en 2010, frente a 35.000 de media en la UE. Sólo en Grecia, Portugal y Polonia se gana menos que en España, donde los salarios son casi la mitad a los de Alemania (40.000 euros), Holanda (42.700 euros) y Gran Bretaña (46.058 euros). De hecho, la Agencia Tributaria dice que el sueldo medio de los españoles en 2009 fue aún menor: 19.085 euros, con grandes diferencias entre Madrid (24.583 €) y Extremadura (14.767 €). Y todavía hay un tercio de los trabajadores (5,6 millones) que ganan menos del salario mínimo (8.736 euros al año). Y por debajo de los 35 años, la mayoría son mileuristas.
Volviendo a los horarios, son una locura en España: muchos empiezan a trabajar después de las nueve, media hora larga para el desayuno, dos horas para comer y salir del trabajo cuando la mayoría de los europeos están cenando. Las consecuencias son nefastas: baja productividad, rupturas conyugales, baja natalidad y una gran presión sobre la mujer, que en muchos casos abandona el trabajo para ocuparse de los hijos: el 23 % de las madres con hijos menores de 5 años deja su empleo, según un estudio de La Caixa.
De hecho, los horarios de trabajo son machistas: como el hombre no concilia trabajo y familia, lo hace la mujer, a costa de su vida profesional y de un sobreesfuerzo en casa: la mujer dedica 292 minutos al día en España a las tareas domésticas y el hombre 105, según la OCDE. Y además, los dilatados horarios en España son culpables, según un estudio del Defensor del menor, de muchos problemas de nuestros hijos: los trastornos psicopatológicos en la infancia (22%), el fracaso escolar (31,2 % en España frente al 15,4% en Europa), el acceso cada vez más temprano al alcohol y tabaco (13 años) o a las drogas (14 años) y la creciente desestructuración familiar, sin olvidar la obesidad infantil o los problemas del sueño.
Hay que poner orden en el caos de los horarios laborales, que se han agravado incluso con la crisis, ante el temor a perder el empleo si se sale antes. De hecho, la jornada laboral pactada en 2010 fue de 1.761,7 horas, 13 horas más que en 2007. Un dato que choca con las 1.432 horas que trabajan los alemanes, las 1607 de los británicos o las 1620 de los franceses. La mayoría de los españoles, un 80% según el estudio de la Fundación Másfamilia, pide medidas para reducir horarios y flexibilizar jornada, incluso a costa de la nómina. Además, hay que fomentar la reducción de horas extras (sólo se incluye en el 20% de los convenios), el reparto del trabajo (en el 4,6 % de los convenios) y el trabajo a tiempo parcial, que sólo tienen el 12,8% de los trabajadores en España (4 de cada 5 son mujeres), frente al 20% en Europa (y el 26,1 % en Alemania o el 49% en Holanda).
En resumen, no se puede estar 12 horas entre ir y venir al trabajo, no se pueden tener reuniones a las 7 de la tarde ni comidas de trabajo de tres horas, para descuidar la familia, la casa, el ocio y la vida. Porque al final, no compensa económicamente y se acaba pagando. Tenemos que salir de la crisis poniendo orden en los horarios, organizando mejor el trabajo. Una prioridad de los futuros convenios: menos horas en el curro y más eficacia.